60 AÑOS DEL MONUMENTO NACIONAL A LA BANDERA.


 60 AÑOS DEL  MONUMENTO NACIONAL A LA BANDERA.
Publicado en Carta de Lectores de la Capital, el -26- 03 -2017.

El 20 de junio de 1957, fue inaugurado el Monumento Nacional a la Bandera, en Rosario, junto  a las Barrancas del Río Paraná. Numerosos Historiadores rosarinos, santafesinos, nacionales y extranjeros  escribieron sobre este Monumento y pensaron en su construcción, en homenaje a la Bandera Argentina,celeste y blanca, creada por el General Manuel Belgrano, el 27 de Febrero del año 1812.

La Comisión Pro-Monumento a la Bandera, luego de la rescisión del contrato con Lola Mora, en 1925, que incluía varias piezas escultóricas, promovió la convocatoria de otro  Concurso de Anteproyectos el año 1928. Finalizado el plazo, el Jurado no tuvo fallo favorable para ninguno ,  si bien entre  los participantes había constructores y artistas argentinos y extranjeros.

Un Decreto Presidencial de marzo de 1939, autorizó a la Comisión Nacional del Monumento a la Bandera "llamar a Concurso de planos y presupuestos para la ejecución de la ansiada obra". Este nuevo llamado constituyó un acontecimiento importante, no sólo por el motivo convocante,  sino por el nivel técnico y artístico de los participantes.

El Jurado estaba integrado por miembros de la Comisión Pro Monumento a la Bandera cuyo Presidente era el ministro del interior el Dr. Miguel Culaciati; un miembro de la Dirección Nacional de Arquitectura, el Dr. Ricardo Levene, y los representantes de la Academia Nacional de la Historia, de la Academia Nacional de Bellas Artes y de la Comisión Nacional de Cultura.

Finalizado el plazo, fueron doce los anteproyectos presentados, cuatro de ellos recibieron premios y tres recibieron menciones.

Los arquitectos Alejandro Bustillo y Ángel Francisco Guido con  los  escultores: Alfredo Bigatti y José Fioravanti,obtuvieron el Primer premio, presentado con el Lema INVICTA.

Esta obra en su conjunto simbolizaba la Nave de la Patria surcando las aguas del Mar de la Eternidad en procura de un destino glorioso. A través de los diferentes conjuntos escultóricos se representaban valores, espirituales, históricos, geográficos y económicos de la Argentina.
Los ganadores presentaron  también una Memoria Descriptiva y el significado de la obra  como lo requerían las cláusulas del Concurso; pero varios detalles de los planos y maquetas debieron modificarse en función de los fondos disponibles.

Los ganadores del Concurso previeron el grabado de frases pronunciadas por el General Manuel Belgrano,en las paredes del Monumento, que mostraran el espíritu y  la memoria del prócer.

Las obras comenzaron en 1943 y el Monumento se inauguró el 20 de Junio de  1957Este año 2017, llegamos al 60 Aniversario de aquella memorable jornada. Muchos ciudadanos recordarán con nostalgia ese Acto emocionante y tendrán con seguridad recuerdos imborrables guardados, no solo en la memoria, sino en sus hogares.

Luis Angel Maggi. 6.433.410.   
(Secretario del Instituto Belgraniano de Rosario).

Manuel Belgrano y la Bandera Argentina en Rosario de 1812

 Manuel Belgrano  y la Bandera Argentina en Rosario de 1812.

(Carta de Lectores, publicada en el Diario La Capital, el 14 – 03 -2017).

María Catalina Echevarría de Vidal, confeccionó la Primera Bandera Argentina que se enarboló en Rosario. Supervisada por Manuel Belgrano, María Catalina, hija de inmigrantes vascos, hermana del Dr. Vicente Anastasio Echevarría, compró telas, unió los retazos celeste y blanco y agregó hilos dorados a la terminación, una tarea artesanal que demandó  varios días y necesitó la asistencia de dos vecinas.

 El Presbítero Dr. Julián Navarro, párroco, cargo designado por el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires el 27 de enero de 1809, quien bendijo la Bandera, además fue Maestro de Primeras Letras en la sala adyacente a la antigua Capilla del “Pago de los Arroyos”, como se llamó primitivamente la ciudad de Rosario  y  no se descarta que haya invitado a sus alumnos.

Cosme Maciel, era la máxima autoridad civil presente, experto en construcción de embarcaciones fluviales; oriundo de Santa Fe, nació el 1 de noviembre de 1784, hijo del alcalde de aquella ciudad Domingo Maciel  y de su  esposa doña María López Pintado. Fue invitado por Manuel Belgrano para enarbolar la Primera Bandera Argentina.

Manuel Belgrano, Jefe del Regimiento, en Rosario junto al Río Paraná a las seis de la tarde, el 27 de Febrero de 1812,  tras una breve arenga ante "este símbolo de Unión y Libertad" ordenó a sus oficiales y soldados jurarle fidelidad diciendo: “Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores de nuestro territorio y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad"; de inmediato frente al Ejército y pueblo reiteró el juramento al grito de ¡¡VIVA LA PATRIA!!.

 El General Manuel, José, Joaquín, del Corazón de Jesús Belgrano, Héroe Nacional, Estadista, fue abogado, soldado de la Patria, integrante de la Primera Junta de 1810, periodista, economista, defensor de los aborígenes, planificador de poblaciones, agricultura, ganadería, comercio, caminos, puentes, aguadas, creador de numerosas escuelas primarias, secundarias, técnicas, agrícolas y terciarias en este territorio; además para cada una confeccionó su reglamento.
Estas personas forman parte de la Historia Argentina y merecen nuestro reconocimiento.
Luis Angel Maggi. DNI. 6.433.410.


Los Aprendices de Don Bosco. La Capital, 08-02-2017.

Los Aprendices de Don Bosco.
Carta de lectores, La Capital, 08 – 02 – 2017.
 Juan Bosco nació el 15 de agosto de 1815 en I Vechi,  poblado  del Piamonte, pero se hizo popular con el nombre de Don Bosco. Falleció en Turín, Italia, el 31 de Enero de 1888.

Fue  ordenado  sacerdote el 5 de Junio de 1841, junto a su tarea pastoral, se dedicó  a la educación y organización de talleres   para los jóvenes marginados de los barrios de Turín, con profesionales amigos.
Este sacerdote en su parroquia organizó primero un club, él era el saltimbanqui, luego ofrecía la merienda, más adelante el almuerzo, les enseñaba el catecismo cristiano. El número de concurrentes se agrandó tanto que necesitó colaboradores maestros, damas que hicieran la comida y la limpieza. La primera bienhechora fue su madre, Mamá Margarita, campesina de 59 años, que había dejado su casa de “I Becchi” para convertirse en la Madre de estos jóvenes. Con el fin de ofrecerles algo en la mesa para comer, vendió su anillo de boda, sus pendientes y su collar, objetos que había mantenido cuidadosamente hasta entonces.
“Los aprendices de Don Bosco”, así conocían a los niños y niñas que concurrían a las escuelas de Don Bosco, Turín Italia, (1815-1888),  para aprender un oficio y luego emplearse en algún taller, o cadete de comercio para ganarse el sustento y ayudar a su familia.

En otoño de 1853 Don Bosco tomó la decisión. Empezó con los talleres de zapatería y sastrería en el Oratorio de Valdocco en forma orgánica y gradual. El taller de zapatería, con cueros y tachuelas,  estaba localizado en un estrecho lugar cerca del campanario de la iglesia. Allí Don Bosco fue el primer maestro: se sentó a la mesita y martilló una suela ante 4 muchachos. A continuación les enseñó a manejar la lezna y a untar el cabo con pez.

Para hacerse cargo de estos talleres Don Bosco, sobre cargado de trabajo,  creó un nuevo tipo de religioso: los Coadjutores o Salesianos laicos. Los Coadjutores Salesianos tienen la misma dignidad y derechos que los Sacerdotes Salesianos y los Clérigos, pero tienen una formación especializada para el trabajo en las escuelas profesionales. (En el momento de la muerte de Don Bosco, se contaban  un total de 14 Escuelas Profesionales Salesianas en Italia, Francia, España y Argentina. El número crecería más tarde  a través de todo el mundo).
Don Bosco, con estos religiosos coadjutores, organizó talleres para zapateros, sastres y herreros, emprendió otros  dirigidos a formar encuadernadores, carpinteros, impresores y mecánicos;  costureras, cocineras, enfermeras, maestras, talleres en los cuales el lugar privilegiado era reservado para los huérfanos y los niños y niñas  pobres y totalmente abandonados. Talleres similares fueron muy pronto abiertos en otras casas salesianas fuera de Turín.

Las escuelas y los talleres dieron sus frutos. Los padres agradecidos que sus hijos salieran de la calle y se alejaran de las pandillas. Los niños  y niñas agrupados  por Don Bosco eran 36  en 1852, 153 en 1854, 470 en 1860 y en  1861 llegaron a un máximo de 800.

Algunos de estos jóvenes decidieron  involucrarse en lo que Don Bosco estaba realizando y ofrendaron sus vidas al servicio de los jóvenes abandonados. Así fue el origen de la Congregación Salesiana de varones y de María Auxiliadora de mujeres, educacionistas y misioneros. Entre sus primeros colaboradores, que dio pie a su  principal obra  la fundación de la Congregación Salesiana, El Instituto de María Auxiliadora  y la Pía Unión de los Cooperadores Salesianos, encontramos a Miguel Rúa, José Fagnano, Juan Cagliero (que posteriormente llegaría a ser Cardenal en la Argentina) y María Mazzarello, cofundadora de la Congregación. Todos fueron los continuadores de la obra educacionista y misionera.

Para afirmar su obra e integrar a los egresados en el mundo social y del trabajo, mantuvo buena relación con los  más importantes políticos de su tiempo,  con la familia real italiana, con los Papas Pío IX y León XIII, con los comerciantes, industriales y emprendedores de la ciudad y alrededores de Turín, quienes solicitaban  ayudantes en sus empresas  como “los  aprendices de Don Bosco”.

Un dato relevante sucedió el 24 de junio de 1870 cuando el señor Carlos Gastini, egresado tipógrafo, uno de los antiguos muchachos del Oratorio de San Francisco de Sales y en compañía de otros amigos, que de niños dormían en la calle, visitaron a Don Bosco para rendirle un homenaje de agradecimiento y entre todos, juntaron monedas de sus ahorros,  para  regalarle una pequeña medalla de plata, ”a nuestro Padre y Amigo Don Bosco”.
                                                                                       

San Juan Bosco, entendió los problemas de la juventud de su tiempo y extendió por todo el orbe  la fundación de oratorios, escuelas, seminarios, colegios, centros educativos profesionales escuelas de artes y oficios, y agrícolas para su formación.
Don Bosco decía a sus colaboradores: “la educación es cosa del corazón y solo dios es su dueño y nosotros no podremos triunfar en nada si Dios no nos enseña el arte de ganarnos los corazones y no  pone en nuestras manos su llave".
                                       
También agregó: "Obtendremos más con una mirada de caridad, con una palabra de aliento que infunde confianza en el corazón de los muchachos, que con muchos reproches,"
Al día de hoy, innumerables Ex alumnos egresados de las Escuelas de Don Bosco y de María Auxiliadora, admiran la acción pedagógica, profesional, con su “Sistema Preventivo”, recuerdan y agradecen  las enseñanzas de este prestigioso pedagogo del Siglo XIX, que sigue vivo como ejemplo para nuestros jóvenes y docentes.

San Juan Bosco falleció en Turín Italia, el 31 de Enero de 1888, fue canonizado en  1934, por el Papa Pío XI,  y su festividad se conmemora el 31 de Enero de cada año.

Bibliografía.
1. Vida de Don Bosco, en Memorias Biográficas, Turín, Italia. 1898
2. Vida de Don Bosco, Teresio Bosco, Central Catequística Salesiana, Madrid. 1979.
3. Boletín Salesiano, Buenos Aires, diversas notas informativas.
4. Biblioteca del Colegio Salesiano San José de Rosario, 2008 al 2016.