Cosechar maíz a mano. La bolsa, la aguja, la espiga.- 1° - 11 - 2020.-
LA ANTIGUA TAREA DE COSECHAR EL MAÍZ A MANO.
Este texto mereció el Tercer Premio en el Concurso Rincón Gaucho en la Escuela, por el nivel Polimodal
La Nación. Rincón Gaucho.-16 de Diciembre de 2006
Si retrocedemos en el tiempo cinco décadas, comprobaremos el avance de la tecnología, tanto en el sector agropecuario como en otros.
Si observáramos las escenas de la cosecha del maíz en la actual campaña agrícola, con modernas máquinas que agilizan el trabajo, y las comparáramos con las que circulaban por el campo medio siglo atrás, veremos que el trabajo ocupaba a hombres, mujeres y niños, y notaremos un gran cambio en la vida de la sociedad.
El maíz, en aquellos tiempos, era el cereal que más hectáreas cubría en la Argentina. Se cultivaba principalmente en Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba.
Trabajo a mano
Familias enteras participaban de la recolección. La mayoría de ellas provenía de las provincias de San Luis y Córdoba.
Esta era una vida bastante sacrificada. Todos hacían un esfuerzo de gran magnitud. Las jornadas se extendían de sol a sol, de abril a agosto. En esos crudos inviernos, las espigas se congelaban durante la madrugada y dañaban las manos de los juntadores.
Ya a principios de abril, las zonas agrícolas se preparaban para la llegada de los juntadores de maíz , que serían contratados para la cosecha.
Cada uno llevaba ropa, utensilios de cocina y cobijas. Todos tenían, además, su maleta para colocar las espigas. Esto era, en verdad, un cilindro de lona en cuya parte inferior se ponía un cuero para que resbalara con más facilidad por los surcos.
Las espigas estaban a la altura de las manos. Una vez cortadas y, antes de colocarlas en la maleta, el juntador las separaba de la cubierta de chala con una aguja (punta de acero y mango de cuero).
En el lote se ubicaban unas bolsas rastrojeras de yute, con hilado muy grueso, donde los juntadores vaciaban sus maletas. Cuantas más bolsas se llenaran mayor sería la ganancia, por eso muchos recolectores trabajaban toda la semana, incluso el domingo.
Para proteger la ropa, que se desgastaba mucho, se compraban una lona y se cubrían de la cintura a los pies (la sujetaban al cuerpo con un cordón, le hacían un corte vertical a la mitad y la cosían casi al llegar abajo, para aferrarla a las piernas).
La troja
Cuando se llenaba la bolsa rastrojera venía el colono (dueño del cereal) con una chata a caballo que, en realidad, era un carro tirado por caballos, con un guinche que levantaba las bolsas. La producción terminaba almacenada en el silo o troja.
La troja era de alambre y caña con un palo alto al costado. Vaciaban de a una bolsa por vez en un carrito que se elevaba por el cable de troja , sostenido por el palo. Cuando el carro encontraba su altura máxima, una cuerda tensaba la compuerta inferior del carro hasta abrirla y caían las espigas dentro del silo. En tanto, en el otro extremo del silo, un caballo subía y bajaba el carro. Cuando todas las espigas habían caído, el animal giraba sobre su recorrido y al volver permitía que el carro bajara. Después, se acomodaba para subir otra bolsa.
Precariedad
Cuando el juntador era contratado, el colono le asignaba un lugar para que viviera, que podía ser el galpón de la chacra, o le facilitaba dos o tres chapas para que se construyera una vivienda precaria, que ellos denominaban carpa . Con cañas y chalas levantaban las paredes y el piso, de tierra, era cavado unos cincuenta centímetros.
Con bolsas rastrojeras y también chalas hacían sus camas. La cocina era un fogón en el patio, donde se ubicaban los enseres y se tendía la ropa.
La mayoría de las veces, el colono le proveía de agua y alimentos y en caso de que los niños estuvieran enfermemos les facilitaba medicamentos o los llevaba al médico.
Este trabajo, que dio sustento a miles de familias, empezó a quedar en el pasado en la década del cincuenta, a medida que los adelantos tecnológicos ganaban terreno en las rutinas productivas.
La autora es alumna del segundo año en el Instituto Adelia María, de esa localidad cordobesa.
Otras voces, otras ámbitos
Esta nota cierra una serie dedicada a los ganadores del concurso Rincón Gaucho en la Escuela 2006. Los veinte textos que obtuvieron menciones especiales y estos seis que fueron publicados en los últimos sábados formarán parte de un libro que se distribuirá en forma gratuita en todas las escuelas del país, bibliotecas populares e institutos de formación docente, a principios del año próximo. Esa obra, que formará parte de la Campaña Nacional de Lectura, del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, contendrá también citas de autores de diferentes épocas que recrean los cambios en el paisaje y en la producción rural.
El libro sostendrá una esperanza: que esas historias de realidades contrastantes sean un aporte a la integración del mapa cultural y geográfico, que provoquen eco y que incentiven la vocación por contar. Será un libro con espíritu viajero, que llevará y traerá otras voces, otros ámbitos. Otras voces, otros ámbitos
Por Ayelén Tarditi Barra. Para LA NACION.
................................
NOTA.
En 1929 a 1935 en la época de la depresión -crak financiero- pensaron las autoridades comprar a los colonos, el maíz en troja, a precio bajo para que tengan ingreso y usarlo cpomo combustible en las máquinas trilladoras y locomotoras del FFCC.puesto que el carbón importado era caro y no llegaba a la Argentina.
Escuelas Agrícolas Argentinas- homenaje- 1° - 11 - 2020.-
El Arquitecto Raúl Ballardini colocó en su muro de FACEBOK en recuadro este mensaje con fondo azul.
"TELEFONO PARA GRABOIS Y LOS ALLBERTO".
31 de Octubre 2020.-
"Fui personal docente de la Escuela Agrícola de Ferré -década de 1960-,regenteada por la Congregación Salesiana -Peritos Agrarios-.Actualmente estoy comunicado con todas las Escuelas Agrícolas de la Argentina, pues me enorgullece como enseñan a trabajar y amar al campo. La de Río Grande en Tierra del Fuego-con hidroponia-, la de Villa Regina, Río Negro -manzanas y frutas- la de Uribellarea -Prov de Bs.As. agricultura y biogas-; la de Carlos Casares,Prov. de Bs. As.-agricultura y ganadería-; la de Mendoza, Rodeo del Medio, -vinos-; la de Córdoba -Ambrosio Olmos- ganadería y agicultura-; la de Venado Tuerto, S.F.-agricultura y ganadería-; la de Misiones, Apóstoles, -Pascual Gentilini- yerba mate-tung-; y otras Privadas y Estatales, en todas las Provincias donde miles de alumnos varones y mujeres se forman en el manejo y la producción de la tierra, con estudio y trabajo, con esfuerzo y vocación, mientras cursan el Bachillerato.
Cada una de ellas están asesoradas por Personal competente, por Ing. Agrónomos, Veterinarios y demás Profesores, guías de los jóvenes que se inician con: "huerta, avicultura, frutales, apicultura, roturación de la tierra, siembra, cosecha, almacenamiento, silos, cuidado contra las plagas, cría del ganado vacuno, porcino lanar, caballar; tienen tambo, elaboración de quesos, dulces, encurtidos, fiambres, para el auto abastecimiento y venta.
Esas son verdaderas ESCUELAS AGRÍCOLAS, "no venden humo", ni viven del "relato", sin data, sin experiencias. Todas supervisadas por el Ministerio de Educación respectivo que avalan los "Títulos".
Mensaje del Prof.Lic.Luis Angel Maggi.
Esteban Domina. El Legado de Belgrano. - 01 - 11 - 2020.-
HISTORIADOR CORDOBES BRINDA HOY UNA CONFERENCIA VIRTUAL.
Esteban Dómina:29/10/2020.-
EL INFORME. Venado Tuerto.-Redacción y Análisis: Juan Franco
El legado de Belgrano no tiene fecha de vencimiento.
Esteban Dómina es un apasionado de la historia y en especial de la figura de Manuel Belgrano, a quien decidió dedicar un libro con motivo de los 200 de años de su fallecimiento y 250 años de su natalicio en junio de 2020.
Su obra se titula "Belgrano, a corazón abierto" y si bien se pudo imprimir a pesar de las restricciones por la pandemia, la presentación en sociedad se llevó a cabo en forma virtual en junio último, en compañía del secretario de Redacción del diario La Nación, Sergio Suppo. Luego, siempre mediante conferencias virtuales, el autor se dedicó a divulgar los notables valores de un Belgrano íntimo, donde los ejes no son la creación de la Bandera ni las batallas por la Independencia, sino su legado ético, sus principios morales, sus sentimientos.
Con el auspicio del Instituto Belgraniano y El Informe, el contador público y licenciado en Administración Esteban Dómina brindará hoy a las 20 la conferencia virtual "Belgrano, a corazón abierto", a través de la plataforma Zoom (ID 81247257890/clave de acceso: BELGRANO). Y en caso de completarse el cupo los interesados podrán participar de la actividad a través de la retransmisión en las cuentas de Facebook del Instituto Belgraniano y El Informe. En diálogo telefónico con este diario, el conferencista agradeció a los organismos convocantes y también al belgraniano oriundo de Chañar Ladeado, Diego Casadei, quien ofició de nexo con el historiador cordobés. Luego, Tito Dómina reconoció su devoción por el prócer y reveló que "comencé a escribir el libro como un admirador de la figura de Manuel Belgrano y cuando lo finalicé, después de mucha lectura e investigación, mi sentimiento es de idolatría".
Más adelante, el ex diputado nacional lamentó que, en cierta medida, perdieran brillo los actos en homenaje a Belgrano como consecuencia de la pandemia, pero rescató que desde la virtualidad se pueden atenuar esas limitaciones que tanto dolor causaron a belgranianos de todo el país -entre ellos el instituto venadense presidido por Antonio Sagripanti-, los cuales habían organizado ambiciosos programas de actividades en el "Año del General Manuel Belgrano".
"Dos siglos atrás, la muerte de Belgrano, a los 50 años de edad, pasó casi desapercibida y fue necesario que transcurriera mucho tiempo para que su figura sea valorizada en toda su dimensión, elevándolo al podio de los padres de la Patria, junto a San Martín y Güemes. No se le dio la importancia que merecía porque la guerra continuaba y la situación política era difícil. Incluso el 20 de junio de 1820 se recuerda como 'el día de los tres gobernadores', pues ese día se proclamaron en simultáneo Ildefonso Ramos Mejía, Miguel Estanislao Soler y el Cabildo de Buenos Aires como cuerpo colegiado", precisó.
"En cada una de mis charlas sostengo que la trascendencia de Belgrano hubiera sido más inmensa aún si le hubiesen tocado en suerte tiempos de paz, porque era un hombre muy preparado, un gran intelectual, con sólida formación en universidades europeas. Sin dudas que tenía talla de estadista, con conocimientos de economía y educación que eran inusuales para la época. Es una pena que las circunstancias lo llevaran a batallar en una guerra y no lo hayamos podido aprovechar en tiempos de paz, donde seguramente hubiera sentado las bases fundacionales de la Patria que él soñaba", puntualizó.
Y agregó el ex presidente de la Cámara de Diputados de Córdoba: "Manuel Belgrano fue un hombre sensible y comprometido con su tiempo, tanto es así que a pesar de la holgada posición económica de su familia, sus estudios, sus relaciones, su buena presencia, no dudó en dejar todo de lado para consagrar su vida a una causa azarosa, porque la guerra era de final abierto, sin ninguna garantía de éxito. Como se suele decir vulgarmente, tenía todo para pasarla bien y sin embargo privilegió, por sobre todas las cosas, ofrecer lo mejor de sí en las luchas por la libertad y la independencia de su Patria".
Mucho que aprender
Más adelante, el escritor Esteban Dómina sostuvo que, 200 años después de su desaparición física, los argentinos aún tenemos mucho que aprender del legado de Manuel Belgrano. Por ejemplo, después de sucesivos fracasos con la receta de las antinomias, conducta que el prócer aborrecía, sería oportuno probar con otras fórmulas para no caer una y otra vez en la misma frustración como país.
"Al igual que San Martín, a Belgrano lo mortificaban las divisiones internas, los conflictos secundarios, los derrames innecesarios de energía. Dos siglos después parece que no aprendimos nada, que no entendimos como sociedad la conveniencia de cinchar todos para el mismo lado, sino que seguimos sumergidos en la misma grieta.
A todo eso Belgrano lo deja claramente establecido en muchas cartas", subrayó el autor de "La Grieta - Historia de los desencuentros argentinos". A propósito de este libro, publicado el año pasado, el conferencista comentó que "tanto se hablaba de la grieta que consideré oportuno poner en contexto histórico una singularidad de los argentinos. Quería señalar con precisión que esta grieta política de los últimos años no es una novedad en el país, sino que muchas etapas de nuestra historia se caracterizan por las divisiones, los conflictos, con menos acuerdos y entendimientos; todo esto a pesar de conocer que los consensos conducen al progreso y las grietas nos marean en círculos, en lugar de avanzar", enfatizó el fervoroso belgraniano.
"Argentina tiene todo y mucha fuerza para jugar en las grandes ligas; pero siempre estamos peleando para evitar el descenso", graficó con jerga futbolera. "Por supuesto que otros países sufrieron estas mismas contingencias, y aún peores -acotó-, pero consiguieron superar esas antinomias. Y no hay que irse tan lejos, porque nuestro vecino Uruguay es un espejo donde deberíamos mirarnos. Ellos también tienen sus discrepancias internas, pero las administran sabiamente, impidiendo los retrase en su evolución".
"El legado de Belgrano no tiene fecha de vencimiento", se destaca por su actualidad en un momento crítico de la historia de nuestro país; nos vendría muy bien a todos darnos un 'baño belgraniano', de sus principios, convicciones y valores; eso nos mejoraría como individuos y nos fortalecería como sociedad",sugirió.
Tito Dómina aseguró que "el gran patriota era tan adelantado a su tiempo que muchos de sus proyectos aún hoy son modernos, como el acceso universal a la educación, el incentivo al comercio y la industria, la perspectiva de género, el cuidado de la ecología"; y concluyó: "Siempre es muy buen momento para visibilizar este legado e incluso aplicar muchas de sus ideas aún pendientes de realización".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)