El abuso a los hijos. Te cuento las Cuarenta.- 04 - 06 - 2020.-

El abuso a los hijos no solo es físico.

Los niños necesitan un hogar estable y seguro.

Aleteia.- 04 - 06 - 2020.-Luz Ivonne Ream | Jun 04, 2020

Un hogar estable y seguro es necesario para el óptimo desarrollo los hijos. No solo les ayuda a tener una sana estima. El pertenecer a una familia unida, a unos padres imperfectos, pero siempre en franca mejoría, creciendo en el amor y en el perdón, les da la certeza de que este es un mundo en el que vale la pena vivir. 
Algunos padres se sienten orgullosos de que ellos nunca golpearon físicamente a sus hijos, de que jamás les pusieron un dedo encima… pero es peligro creer que amar y respetar a los hijos se limita solo a eso.
Existen otras formas de abuso que lastiman sus corazones de forma profunda, que provocan importantes heridas interiores, inseguridades, miedos y mucho daño a su autoestima.Abusamos de los hijos cuando nos convertimos en padres permisivos y accedemos a sus deseos, a todo lo que nos piden sin poner límites prudentes y sanos.
Abusamos de los hijos cuando los padres mentimos con tal facilidad que nuestros hijos llegan a creer que vivir en la mentira es normal; total, todos lo hacen.
Abusamos de los hijos cuando no les dedicamos el tiempo que merecen y necesitan. Cuando otras actividades son más importantes que pasar tiempo -en calidad y cantidad- con ellos.
Abusamos de los hijos cuando llevamos nuestros problemas matrimoniales al plano de su educación/formación.
Abusamos de los hijos cuando no les demostramos que les amamos y les aceptamos tal y como son, lo que no significa que no les apoyemos cuando se fijan objetivos de mejora o que aceptemos actividades que les resten dignidad como personas.
Abusamos de los hijos cuando caemos presos de sus chantajes emocionales permitiendo que con eso nos controlen. Como padres hemos de invitarles a la reflexión y así juntos tomar decisiones inteligentes desde el amor y con libertad.
Abusamos de los hijos cuando, de forma consciente o inconsciente, cambiamos los roles de autoridad. Es decir, los hijos se convierten en los padres y los padres en hijos.
Abusamos de los hijos cuando no les mostramos con nuestro ejemplo a amar, a perdonar, a respetar y a servir incondicionalmente a sus semejantes; especialmente, a sus padres, hermanos y figuras de autoridad.
Abusamos de nuestros hijos cuando no los educamos en la humildad y la gratitud y les hacemos creer que son merecedores de todo sin necesidad de esforzarse para ganarse las cosas.
Abusamos de los hijos cuando compartimos nuestros problemas conyugales con ellos. ¡Los problemas de pareja, son de pareja!
Abusamos de los hijos cuando denigramos nuestra figura de autoridad delante de ellos y pretendemos tener una relación de “cuates” o de amigos “cool”.
Abusamos de los hijos cuando les permitimos beber alcohol en nuestro hogar siendo menores de edad. 
Abusamos de los hijos cuando nos quejamos de su mamá/papá con ellos.
Abusamos de los hijos cuando la madre resta autoridad al padre -o viceversa- delante de los hijos.
Abusamos de los hijos cuando papá le falta el respeto a mamá y/o viceversa. ¿Sabes lo que pasa por la mente y el corazón de tu hijo cuándo lastimas a su papá/mamá? ¡Atrévete a preguntárselo!
Abusamos de los hijos cuando les utilizamos para hacer daño al papá o a la mamá.
Todo esto -y más- es abuso. Luego creemos que el “problemático” es el hijo cuando la raíz puede estar en nosotros, los padres.
Eduquémonos para educar. Ningún hijo nos sale de tal o cual manera. Cada hijo es el resultado de lo que sus padres hicimos o dejamos de hacer. ¡Son nuestro espejo!
 

Natalicio de Manuel Belgrano.La imaginación.Te cuento.- - 04 - 06 - 2020.-

A 250 años del natalicio del creador de la bandera

Manuel Belgrano: Ponerle el cuerpo a la imaginación

Los que nunca quieren frustraciones nunca albergan expectativas. Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano Peri es uno de los personajes argentinos más narrados de toda nuestra historia. El Instituto Nacional Belgraniano contabilizó, en 1998, nada menos que 1800 títulos, que de ninguna manera abarcan todo lo que se escribió sobre el creador de la bandera, número que en los últimos veintidós años no paró de crecer. Sin embargo, en ese fragor de escritos y de investigaciones, no necesariamente aparecen datos nuevos. Las que no paran de renovarse son las interpretaciones. Es que Belgrano es mucho más que la materialidad de un hombre, es un símbolo, es el creador del gran emblema nacional, es el prócer, el modelo, el punto de referencia jamás cuestionado por ninguno de los bandos. En la Argentina de las mil grietas posibles, Belgrano parece ser un suelo común. Por eso, en cualquier discusión política, citar a Belgrano tiene eficacia. Escribimos tanto sobre él porque lo queremos poner de nuestro lado.
No gobernó nunca ningún territorio, perdió más batallas de las que ganó, nació en una familia rica y terminó sus días en la pobreza, murió el mismo año en que el territorio de las provincias unidas explotó en mil pedazos que iba a llevar décadas y sangre volver a unir, no pudo concretar sus proyectos económicos, no pudo ver plasmados sus sueños, pero esos sueños todavía nos acechan.
Muy joven se fue a estudiar a Europa, estuvo allí entre los años 1786 y 1793. Es decir que fue testigo intenso de la Revolución Francesa: “Como en la época de 1789 me hallaba en España y la revolución de Francia hiciese también la variación de ideas y particularmente en los hombres de letras con quienes trataba, se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuere donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido”.Volvió en 1794 y fue nombrado en un puesto muy particular: Secretario "Perpetuo" del Consulado de Comercio de Buenos Aires. Allí pasó dieciséis años de su vida, hasta 1810, cargado de esos ideales revolucionarios. Ocupó un cargo público al servicio de la corona española y pensado para cuidar los intereses de los comerciantes monopolistas del reino. Pero en los pensamientos de Belgrano, bastante antes de crear la bandera, despuntaban las ideas del bien común y la sensibilidad social: “He visto con dolor, sin salir de esta capital, una infinidad de hombres ociosos en quienes no se ve otra cosa que la miseria y desnudez; una infinidad de familias que sólo deben su subsistencia a la feracidad del país… Esos miserables ranchos donde ve uno la multitud de criaturas que llegan a la edad de pubertad sin haber ejercido otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos hasta el último punto”. Un eco lejano que sigue rondando.
Y es aquí donde se nos aparece el prócer que nunca buscó las unanimidades, al que le molestaba la pobreza y le encontraba razones: “Todos esos males son causas de la principal, que es la falta de propiedades de los terrenos que ocupan los labradores: este es el gran mal de donde provienen todas sus infelicidades y miserias, y de que sea la clase más desdichada de estas provincias…”. ¿Un Belgrano comunista? Karl Marx todavía no había nacido, pero la idea de los males del latifundio y la necesidad de un reparto democrático de la tierra ya tenía un largo recorrido. En sus constantes escritos se preocupaba por el desarrollo del comercio, la industria y la agricultura. De hecho, creó una escuela agrícola con la idea de estimular la producción local.
Manuel Belgrano fue un actor clave en la Revolución de Mayo, fue el que impulsó, sin medias tintas, la necesidad de fundar un nuevo gobierno patrio. Fue uno de los vocales de la Primera Junta y a solo un mes de la revolución escribió en El Correo de Comercio el 23 de junio: “la importancia de que todo hombre sea un propietario, para que se valga a sí mismo y a la sociedad: por eso se ha declamado tan altamente, a fin de que las propiedades no recaigan en pocas manos, y para evitar que sea infinito el número de no propietarios: esta ha sido materia de las meditaciones de los sabios economistas en todas las naciones ilustradas… es uno de los fundamentos principales, sino el primero, de la felicidad de los Estados”.
Estamos todos de acuerdo en que Manuel Belgrano se entregó, sin reparos ni angustias, a la lucha por romper el vínculo con la Corona. Por eso, la creación de la bandera fue un gesto político para terminar con todas las dudas. Por eso, su participación en el Congreso de Tucumán de 1816 fue para presionar por la declaración de la independencia y la propuesta de una monarquía inca para ganar el favor de los sectores populares, por eso fue enorme el Éxodo jujeño y gigantesco el triunfo en la Batalla de Tucumán.
Pero había algo más, el indiscutido Belgrano no peleaba por la libertad porque sí, su imaginación voló muy alto a la hora de pensar un futuro democrático e igualitario en estas tierras y todos leemos sus fracasos con el tamiz de esas intenciones. Siempre son imprescindibles los pragmáticos, pero los caminos los marcan los soñadores.

El FF.CC. la vida y el trabajo. Te cuento las cuarenta. -02-06-2020.-

Willi Fromme
02-06-2020.-
29 de Mayo 2020.
Organizar fuentes de trabajo, que cortó Carlos Menem.  Reflotar el FF.CC y las rutas.Seguir