Día del Profesor.José Manuel Estrada. 17 - 09 - 2025-

¿Cúales son las razones por las que hoy se celebra el Día del Profesor? Tributo a un educador de trascendental importancia: José Manuel Estrada Fabián Ledesma / Docente, filósofo y escritor 17 de septiembre 2O25 ¿Cúales son las razones por las que hoy se celebra el Día del Profesor? Cada año, al llegar el mes de septiembre, y con cierto aire de humor socrático, suelo preguntar a los alumnos, tanto del nivel medio como universitario: “¿Saben por qué el 11 de septiembre se celebra en Argentina el Día del Maestro?” La respuesta, generalmente, no se hace esperar: “Por Sarmiento, profe”. Muy bien, suelo decir. Y, acto seguido, yendo al punto que realmente me interesa, repregunto: “Y el Día del Profesor, ¿cuándo y por qué se festeja?” La respuesta, en este caso, sí suele hacerse esperar, y en ocasiones, nunca llega. Entonces, confirmo la hipótesis: José Manuel Estrada: un prócer “algo” olvidado. Por lo tanto, en este breve artículo, y dada la enorme significatividad que esta efeméride comporta, deseo, en primer lugar, recuperar la insigne figura de este gran intelectual y educador argentino. Y, en segunda instancia, saludar y homenajear desde ella, a todos los Profesores en su día, reconociendo a tantísimos hombres y mujeres que, con su trabajo, profesionalismo y dedicación cotidiana, honran esta singularísima y preciosa vocación. Conociendo mejor al prócer José Manuel Estrada nació el 13 de julio de 1842, en el seno de una familia de Buenos Aires, siendo el tercero de ocho hijos. Por parte de su padre, José Manuel de Estrada y Barquín, tenía ascendencia noble de España, y por parte de su madre, doña María Rosario Perichón y Liniers, descendía de Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista durante las invasiones inglesas. Desde muy joven, Estrada manifestó una profunda vocación humanística, interesándose por la historia, la literatura, la filosofía, la política y la religión. Todo lo cual, amalgamó y redundó en una amplia cultura y en una robusta formación intelectual. Su espíritu inquieto, su inteligencia aguda y su talento de escritor nato, le permitieron alcanzar antes de los 20 años, una posición de prestigio y reconocimiento en los ámbitos intelectuales porteños. Fue periodista, escritor, profesor, político, esposo, padre y católico ferviente. Sus grandes pasiones fueron la historia, la familia, la educación y la patria, nobles realidades que comprendió y amó desde el prisma diáfano de la Fe. Con su pluma magistral y su excelsa oratoria, encendía los ánimos y corazones de quienes lo escuchaban y leían, en el diario, la cátedra, la plaza, los salones o el parlamento. Estrada fundó órganos literarios claves para la época, como la Revista Argentina y el Diario La Unión; desempeñó importantes cargos públicos en educación: Presidente del Consejo de Instrucción Pública de la Provincia de Buenos Aires, primer catedrático de Historia e Instrucción Cívica en el Colegio Nacional, Jefe del Departamento General de Escuelas, primer catedrático de Derecho Constitucional y Administrativo en la Facultad de Derecho, Primer Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Rector del Colegio Nacional, Académico Honorario de la Academia Literaria del Plata. En la esfera política, participó como Convencional Constituyente. Fue Diputado Provincial, Diputado Nacional, Presidente de la Unión Católica Argentina y sobre el final de vida, Ministro Plenipotenciario de Argentina ante el Paraguay. Su tiempo y su contexto, estuvieron marcados a fondo por el iluminismo, el liberalismo y el laicismo, vertientes propias de la Modernidad, contra las cuales, alzó sin tregua su voz pública desde su identidad de católico. Y precisamente por esto último, entre 1883 y 1884, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, fue exonerado por decreto, de todos sus cargos y funciones públicas, quedándose en la calle y sin trabajo. Estrada falleció el 17 de septiembre de 1894. Sus restos fueron repatriados a bordo de la fragata La Argentina. Por disposición presidencial fue velado en la Catedral Metropolitana con los honores de un General de División, asistiendo a su funeral miles de personas, e inclusive, el propio Presidente. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta, sitio que póstumamente fue declarado monumento histórico en el año 1946. ¿Qué enseñanzas deja Estrada? Ciertamente, muchas. Más aún, pensando en la identidad y en el rol de los Profesores, hoy en día. Señalaré tres aspectos a fin de ser prudente en la extensión. En primer lugar, y más allá de los acuerdos y disensos ideológicos que naturalmente pudieran existir respecto de su pensamiento, Estrada nos legó, ante todo, el testimonio incuestionable de una vida consagrada al Bien Común, por medio de la Educación: “Ha sido para mí la enseñanza un altísimo ministerio social, a cuyo desempeño he sacrificado el brillo de la vida y las solicitudes de la fortuna: el tiempo, el reposo, la salud, y en momentos amargos, mi paz y la alegría de mi familia”, les dijo a sus alumnos de la Facultad de Derecho, cuando recientemente despedido, fueron a su casa como signo de homenaje, solidaridad y reconocimiento. Considerando la situación de los docentes en la actualidad, pienso en cuántos profesores y profesoras han de sentirse, como yo, inevitablemente identificados e interpelados por las palabras de Estrada. El segundo punto se relaciona con el cuidado y el cultivo del don de la palabra, aspecto que, como he mencionado anteriormente, Estrada realizó de modo eminente: “¡Jóvenes alumnos! Vosotros sabéis que la cizaña no cunde en este teatro común de vuestra vida y la mía. Cuento con la pureza de vuestro corazón, como vosotros contáis con la sinceridad de mi alma, y la lógica de una vida consagrada al amor y al servicio de la juventud. El porvenir es arduo, pero es sangre de héroe ésa que hierve en vuestros pechos juveniles. ¡No la dejéis corromperse!”, exhortaba en 1883, a los alumnos del Colegio Nacional, en un célebre discurso con motivo del aniversario de la Independencia. En tiempos de Chat GPT, Inteligencia Artificial y Emojis por doquier, la palabra, sigue siendo, con todo, el instrumento por excelencia de la vocación de educar. La palabra humaniza, libera, sana, comunica, tiende puentes, y por supuesto, cuando está grávida de verdad, edifica y enseña. Cultivemos como Profesores el oficio y el arte del buen hablar. Finalmente, el último aspecto que quiero mencionar radica en la fidelidad a los grandes ideales y valores humanos, que, en el caso particular de Estrada, supuso la convicción a los valores católicos y cristianos: “¡De las astillas de las cátedras destrozadas por el despotismo, haremos tribunas para enseñar la justicia y predicar la libertad! (…) Todo paso, menos Dios que salva los pueblos y la justicia que los regenera”, fueron las emotivas palabras con las cuales se despidió de los alumnos en su casa, en la amarga circunstancia antes referida de 1884. Justicia, Fe y Libertad fueron, quizás, sus tres más grandes estandartes. Estrada escribió, vivió, enseñó y, en cierta forma, también murió por ellos. Y esto fue reconocido y valorado por la gran mayoría de sus contemporáneos, inclusive por aquellos que ideológicamente no eran afines o se encontraban distantes, como por ejemplo, el propio Sarmiento. Poder ser fieles a nuestros ideales, valorar lo bueno que hay en el otro, y aprender a convivir desde las diferencias y el respeto muto: ¡qué enorme y vigente lección para nuestros días! Ojalá que el ejemplo de este gran prócer de la educación argentina, nos ayude a seguir renovando y fortaleciendo el sentido profundo de nuestra vocación, a quienes nos dedicamos a esta hermosa, siempre desafiante y loable tarea de ser docentes: ¡feliz Día del Profesor!. Nota: el día 13 de Septiembre 2O25 el Prof. y Lic. Luis Angel Maggi recibió una distinción otorgada por el Instituto José Manuel Estrada de Rosario, consitente en una estatuilla recordatoria, entregada por el Presidente Prof.y Lic. Carlos Alberto Robledo junto a su Comisión Directiva. En el Acto estuvieron autoridades, abanderados de varias escuelas,los hijos del Profesor Maggi, Nicolás y Cecilia, amigos y público en general

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