EL MIEDO (Perdidos. ¿Quién maneja los hilos del poder? Los planes secretos del Club Bilderberg)
«Gobernar a base de miedo es muy eficaz. Si usted amenaza a la gente diciéndoles que les va a degollar y luego no les degüella, entonces les puedes azotar y explotar. Y la gente dice “bueno, no es tan grave”. El miedo hace que no se reaccione. El miedo hace que no se siga adelante. El miedo es, desgraciadamente, más fuerte que el altruismo, que la verdad, más fuerte que el amor. Y el miedo nos lo están dando todos los días en los periódicos y en la televisión», señaló el economista y escritor José Luis Sampedro.
¿Y cómo nos inyectan el virus del miedo? En el sustrato de su maquiavélico plan de ingeniería social, en el fondo de todas las cuestiones, de toda su manipulación, por encima del miedo, hay un factor más potente sin el cual todos sus planteamientos, sus intentos por mantenernos confundidos y perdidos, se quedarían inertes. Me refiero a la mentira. La base de la comunicación que ellos controlan es la mentira. Políticos que mienten, periodistas que mienten, científicos que mienten. Unos de forma más conscientes que otros. Y la causa de sus mentiras obedece a sus motivaciones: el dinero, el prestigio social, el poder. «Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad», repetía como un mantra el jefe de propaganda nazi, Paul Joseph Goebbels. La mentira institucionalizada, es decir, la mentira como una entidad por sí misma, como un poder, es una forma de violencia, de intimidación. Mediante las mentiras nos asustan, siembran el miedo, somos atacados de una forma tan sutil que nos incapacitan para percibirla.
Estamos en guerra desde que nacemos hasta que morimos. Si «la primera víctima de la guerra es la verdad», como sentenció el poeta y escritor británico Rudyard Kipling (1865-1936), la base, la arena, la argamasa del edificio principal de los amos del mundo es la mentira. Sin engañarnos no podrían controlarnos. Sin mentiras no hay miedo.
Hoy el hombre vive instalado en un mundo dominado por la mentira. Los intereses creados y ficticios de los distintos niveles de poder dan como resultado una sociedad global incapaz de satisfacer la necesidad de verdad y de paz del ser humano, que la necesita y la reclama a gritos, pero que no sabe dónde encontrarla. La finalidad de tanta mentira es la destrucción del espíritu de la persona y de la vida.
Todos los ámbitos están interconectados mediante los miembros y peones de los amos del mundo y forman parte de un conflicto global para manipular a la humanidad. Quienes controlan la verdad controlan la Tierra.
Todas estas tácticas combinadas, aparte de las que ya comenté y en las que profundicé en mis anteriores obras, han dado como resultado el relativismo moral y cultural. Un empobrecimiento ético y de valores, la corrupción globalizada, la extensión del odio, un miedo generalizado que paraliza la acción de muchos. El miedo a perder el empleo nos somete a su sistema de trabajo, el silencio ante las injusticias y el «yo voy a lo mío» provocan que la unión de los núcleos de poder nos despedace día a día, gradualmente.
La libertad del ser humano se halla gravemente acorralada. Pretenden aniquilar todo por lo que nuestros antepasados han luchado en las épocas que nos preceden, desde la Segunda Guerra Mundial. La responsabilidad es una palabra maldita. Ningún político ni ningún alto cargo financiero dimite, a pesar de demostrarse sus corruptelas porque el sistema judicial está también corrompido y politizado. Y tampoco devuelven los recursos ni las riquezas robadas. Se aseguran su alimento y nos dejan las sobras de una civilización que languidece.
Si como dijo el ensayista francés Joseph Joubert (17541824): «La justicia es la verdad en acción», se comprende que en el mundo no haya justicia, porque lo que impera en él no es la verdad sino la mentira. A pesar de que mediante sus tácticas nos lavan el cerebro, sus malas artes y estrategias pueden transformar la conciencia, eventualmente o para siempre, pero nunca podrán destruirla.
En esta situación, son verdades eternas las palabras del guerrero Martin Luther King: «No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos».
AmaFlores Pero si conozco la movida del nuevo orden mundial y quien lis encabezan y que estan usando la implantacion de la idologia de genero y el feminismo como parte de la destruccion de la sociedad por la familia y asi tener el control de todo
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