Gauchos patagónicos. 21 - 05 - 2019 -

20 de mayo de 2019  
EL CALAFATE. Nicolás Detry tiene 27 años, estudió cine en Buenos Aires y ya tiene su primer película dirigida. Dos años de viajes impredecibles al corazón de un valle aislado en la cordillera, se transformaron en un documental que retrata la vida del gaucho patagónico, un oficio en extinción. La película, que se filmó sin presupuesto y a pura garra, compite en festivales internacionales.
"Las historias te eligen a vos", dice Detry, quien se embarcó en filmar mientras cursaba las últimas materias. Las fotos que sacó un amigo y los relatos de su hermano Ezequiel sobre la vida de los gauchos lo conmovieron. Pero algo tuvo claro desde el principio, para contar como vivían, antes tenía que vivir con estos hombres parcos y callados. Así nació "Troperos".
La película es un homenaje a los gauchos patagónicos
La película es un homenaje a los gauchos patagónicos
La filmación duró seis meses, repartida en dos años. Hubo diez viajes hasta la estancia Tucu-Tucu, de la familia Arcal, -ubicada a 70 km de la Ruta Nacional 40, en un recóndito lugar de la cordillera en el sur de Santa Cruz-, y miles y miles de kilómetros recorridos, autos rotos, cubiertas pinchadas, y hasta viajaban con su propio equipo electrógeno para cargar las baterías. El viento patagónico fue la peor complicación técnica.
Pero no montaron un set, ni contrataron actores, ni armaron un campamento. Sino que el minúsculo equipo de filmación se instaló a vivir con los puesteros, aprendió a embretar, a esquilar, a cortar leña y cocinar tal como lo hacen los hombres de campo. Y solo cuando el vínculo estuvo armado, sintieron que tenían el permiso para encender la cámara sin invadir a estos hombres parcos y solitarios.
"Quisimos hacer un homenaje a los gauchos patagónicos, contar cómo siguen trabajando casi como en el siglo pasado", relata Nicolás Detry a LA NACION. El documental muestra el arreo de más de 6000 ovejas en medio de la cordillera entre los campos de invierno y de verano, el patrullaje que realizan a pie para evitar los pumas depredadores y la relación estrecha entre el hombre y el animal. Todo, en cada estación del año.
La esquila de ovejas, uno de los trabajos de los gauchos aptagónicos
La esquila de ovejas, uno de los trabajos de los gauchos aptagónicos
Mamerto Márquez, de 74 años. Nació en Chile pero vive en Argentina desde muy joven, toda su vida trabajó en el campo, lugar que ama y sigue eligiendo cada día. Es uno de los retratados en este documental de múltiples voces, pero sobretodo de impactantes silencios, pleno de imágenes inéditas y sobrecogedoras de la Patagonia.
"Cuando conocí el lugar me recordó al ´Señor de los Anillos´ y sentí que este lugar y su historia debían ser mostrados", dice Ezequiel Detry, hoy de de 25 años. Él fue el inspirador, el primer "tropero" del grupo. Llegó a los 18 años a la estancia Tucu-Tucu de la mano de su cuñado, Ramiro Gregorio, administrador de la estancia. Buscaba una aventura y encontró su lugar en el mundo.
"El lugar me tocó una fibra interior, el paisaje fue primero, luego la gente. Aprendí sobre la paz, la soledad, la sencillez. Que con poco podes ser feliz en cualquier lugar", cuenta Ezequiel, hoy instructor de esquí. Tras su primera temporada en el campo, Ezequiel entusiasmó a Silvestre Sere de 31, un fotógrafo que tenía la inspiración en pausa y aquí se motivó. "Vine por una cabalgata y terminé embretando ovejas", sonríe Seré cuyas fotos ya tienen hasta un libro que las reúne.
La difícil tarea de hacer cruzar a las ovejas por un puente mínimo
La difícil tarea de hacer cruzar a las ovejas por un puente mínimo
Los tres son "nycs", -como se les dice a los "nacidos y criados" en la Patagonia- de Villa La Angostura, Neuquén, y son los creadores de "Troperos", coinciden en que sin la asistencia logística de Ramiro Gregorio, no hubieran podido realizarlo. "Lo más difícil era que tras cada viaje, no sabríamos cuándo podríamos volver a juntar fondos para el siguiente", detalla Nicolás. Hicieron una muestra, vendieron fotos y volvieron. Y así durante diez viajes.
Filmaron tapados de nieve y bajo agua. Soportaron el viento que les arruinaba el sonido y pasaban horas y días hasta encontrar el momento exacto en que el hombre de campo se dejara filmar o bien el clima lo permitiera. Varias, muchas veces, dejaban los equipos y les daban una mano en el campo. "Creo que incluso no estaban muy seguros de qué hacíamos cuando sacábamos nuestras cámaras", dice Ezequiel.
La post producción duró dos años, la realizó Nicolás en estudios de Buenos Aires. Hace días volvieron al campo a proyectar la película a los protagonistas, "¿Sabés lo fuerte que es ver llorar a un hombre duro como una roca?", pregunta Ezequiel. Esos hombres que los miraban con desconfianza cuando llegaron, días pasados les dijeron "Gracias" por el homenaje.
Un gaucho, con la Cordillera de fondo
Un gaucho, con la Cordillera de fondo
La soledad, el silencio, la felicidad, la lucha por subsistir, son algunos de los temas por los que discurre el documental que ya cosechó premios: al de mejor largometraje y fotografía en el Festival internacional de cine de montaña Ushuaia; mejor largometraje, dirección y fotografía en el Festival internacional de cine documental Santiago Álvarez, en Cuba; mejor largometraje y mejor fotografía en el Festival audiovisual Bariloche (Competencia Binacional Argentino/Chilena).
Los cineastas esperan que "Troperos" llegue pronto al circuito comercial argentino, sueñan con llegar a Netflix, y que algún día se vea en todas las escuelas de Santa Cruz. El documental es totalmente autogestivo y sin subsidios. "Estamos muy agradecidos con la colaboración de muchas personas, amigos y familia que nos ayudaron a concretarla", agradece Nicolás. Mientras piensan en la próxima aventura, sienten que "Troperos" les dejó un gran aprendizaje. "Aprendimos a manejarnos en otro entorno, a bajar sintonía y a ganar en confianza para el futuro", reflexiona Seré.


Hasta que llegue al cine, en www.troperos.com, hay fotos y trailers del documental. Cine argentino, sin subsidio, independiente y con futuro. Una historia inspiradora de patagónicos: gauchos inconmovibles y jóvenes que no reconocen límites.

Exodo Jujeño. Idea de Manuel Belgrano. - 19 - 05- 2019 -

Asociación Belgraniana de Morón
19 de mayo de 1812: Belgrano establece su cuartel general en Jujuy, dónde crea el batallón de "Los Decididos" que fueron alrededor de 200 jóvenes de entre 15 a 19 años, armados a su costa y llevaban un criado o varios que hacían a su vez de soldado, y son los que acompañaron en la retaguardia de la gesta del Éxodo, liderados por Fortunato Pueyrredón, que sólo era un adolescente de 15 años. Este batallón fue colocado bajo el comando de José Ignacio Gorriti.
Hubo también "Decididos" de Salta y Tucumán. Todos ellos participaron del combate del Río de Las Piedras y también lo hicieron de forma bravía en Tucumán, Salta, Vilcapugio y Ayohuma diezmados de manera terrible... HONOR Y GLORIA a todos estos héroes anónimos norteños que lucharon por la Patria!

Maestra Olga Cossettini. - 19 - 05 - 2019.


Olga Cossettini, cuando iniciaba la Escuela Serena, en 1930.
Olga Cossettini, cuando iniciaba la Escuela Serena, en 1930.
En el famoso el film “La Escuela de la Señorita Olga”, dirigido el cineasta rosarino Mario Piazza, queda plasmado “el vivir” en la Escuela Carrasco, el aprender desde el disfrute, desde lasexperiencias éticas y estéticas. En 1940-1941, Olga, además, fue becada por la Fundación “Guggenheim” de Estados Unidos, y en 1946 integró además la representación argentina que participó del “Congreso Americano de Maestros”, realizado en México. Integró además la Junta Ejecutiva de la Comisión homenaje de la Ley 1.420, desempeñándose como Secretaria. En 1949 fue designada para dictar cursos de actualización en la “Escuela de Verano” de Chile. Las ideas y las propuestas pedagógicas impulsadas por Olga durante toda su vida se destacaron por estar orientadas hacia el respeto por la personalidad de cada niño/a; afirmando que no sólo era preciso un sentimiento de amor a los alumnos, sino también un detenido estudio de todos los aspectos de su personalidad.

(Leer: Las lecciones del “maestro del mundo”).

Rechazó cualquier tipo de discriminación, propiciando la igualdad de consideración de todos los niños, de las más diversas procedencias, ratificando con hechos la aceptación de la pluralidad intelectual, social, económica y política, como identidad republicana. Propició la eliminación de fronteras entre la escuela y la comunidad, destacando la importancia de la relación, e incluso el domicilio cercano del maestro con el barrio. Fue una adelantada para su época, colocando desde esta concepción a la educación como un hecho social que debía tener lugar desde y para el fortalecimiento del entramado social de los hombres y mujeres.

Olga Cossettini junto a Gabriela Mistral.
Olga Cossettini junto a Gabriela Mistral.
En 1950, Olga Cossettini fue declarada cesante, acusada de aplicar ideas educativas contrarias al gobierno, “doctrinas vanguardistas estructuradas en el extranjero”. Abandonó su querida escuela Carrasco, donde residía. Pero no se detuvo. Empezó a trabajar como Secretaria del “Colegio de Estudios Superiores”, filial Rosario, hasta 1954. Derrocado el gobierno de Perón, en 1955, fue designada Inspectora de Escuelas en Santa Fe (1955-1957). También fue asesora del Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Litoral hasta 1964, y luego se desempeñó como Directora de escuelas de la Provincia de Buenos Aires, a partir de 1958. Su capacidad y conocimientos, sobre todo para lograr una eficaz comunicación, fueron reconocidos en Francia e Inglaterra. Fue designada Delegada Oficial del Congreso de Planificación de la Educación de la UNESCO en Washington, y luego esa misma organización la designaría como “Experta en Formación de Maestros” en Honduras, en 1969.
Olga falleció en Rosario el 23 de mayo de 1987. Generosa y brillante, incansable maestra, dejó su legado plasmado en documentos y en obras literarias: “Escuela Serena” (1935), “El niño y su expresión” (1940), “Escuela Viva” (1942), entre otros. Olga… maestra… siempre… nos invita a seguir educando... ¡a seguir soñando…!
María Pettinari
ASOCIACIÓN CIVIL INSTITUTO SARMIENTINO DE SANTA FE
isarmientinosantafe@gmail.com http://institutosarmientino.blogspot.com

EL COMENTARIO DEL EDITOR
Por César Dossi

Abrazar esa revolución de la enseñanza

Esta evocación de la lectora es un llamado de atención para esa formación escabrosa que hoy reciben los alumnos y que tanta condena ha tenido en nuestra vecina sección Cartas al País, cuando los paros de Baradel estancaban horas de enseñanza. ​El 18 de agosto de 2018 se cumplieron 120° años del nacimiento de Olga Cossettini. Y la educación que ella pregonaba con su impronta allá por 1930, en Rafaela, Santa Fe, es la que hoy se reclama a viva voz.
Por otros pagos, lejos de los terruños de Olga, el lunes 13 de mayo pasado, en la columna De la editora al lector, Silvia Fesquet nos hablaba de “Las lecciones del ‘maestro del mundo’”. Allí nos presentaba a Salman Khan, creador de una plataforma educativa online gratuita en más de 30 idiomas, con 60 millones de usuarios de 190 países que en 10 años revolucionó la enseñanza. La carta de Pettinari acompaña ese sentimiento transformador de la mano de una educadora comprometida con sus antepasados italianos, y nos convierte en herederos de ese saber.
Es hora de abrazar esa propuesta innovadora que este norteamericano desparrama por la humanidad, y a ese idearioimpulsado por la maestra visionaria, acusada de aplicar “doctrinas vanguardistas estructuradas en el extranjero”.
Un dato: Olga, como Khan, estudiaron en escuelas públicas. Me pregunto con candor, y con el deseo personal de tender un hilo conductor entre estas dos culturas que hicieron temblar las columnas de la pedagogía, ¿si acaso Salman Khan haya leído alguna vez a Olga Cossettini?
(Cfr. Tenemos ejemplos. Disfusión con fines pedagógicos y didácticos, para docentes y alumnos.Prof. Lic. Luis Angel Maggi).