Leopoldo Marechal, ensayista argentino.
Lo ningunearon por su compromiso político, no le perdonaron su peronismo al luego “Poeta Depuesto”, sufrió la proscripción en las letras de parte de un gueto intelectual oligarca, le negaron el saludo en la calle y le cerraron las puertas vitales y literarias. L@s otr@s, nos quedamos con su genio brillante, sus personajes, los 100 barrios porteños, el puerto, los frigoríficos, con esa Patria suya y nuestra que “es un peligro que florece” y ese otoño envuelto en hojas secas, cargado de semillas, a la espera de esta premisa: “El tiempo es un gran trabajador, a cada uno le dará el lugar que le corresponde, la hojita de laurel que supiera conseguir”.
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