Ricardo Rojas. EL AUTOR DE “EL SANTO DE LA ESPADA”,GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN.
Envío del Historiador Jorge Luis Cereseto.
Envío del Historiador Jorge Luis Cereseto.
"Ricardo Rojas fue poeta, dramaturgo, orador, político e historiador. Nació el 16 de setiembre de 1882 en San Miguel de Tucumán, y falleció el 29 de julio de 1957 en la ciudad de Buenos Aires. Sus padres se llamaban Absalón Rojas y Rosario Sosa. Era tucumano por su lugar de nacimiento y su linaje materno, pero por la línea paterna venía de una de las familias más influyentes de la ciudad de Santiago del Estero, capital de la provincia de la que su padre incluso fue gobernador. Vivió su infancia en Antajé, Santiago del Estero, pasando luego a Buenos Aires para proseguir su formación académica, y allí contrajo matrimonio con la joven Julieta Quinteros.
Entre 1926 y 1930, entre los mandatos de los presidentes Alvear e Yrigoyen, se desempeñó como rector de la Universidad de Buenos Aires. También fue director del Instituto Petrolífero, el cual más adelante sería Yacimientos Petrolíferos Fiscales o YPF., empresa estatal nacional. Tras el golpe militar de 1930 fue arrestado por su trayectoria dentro de la Unión Cívica Radical, siendo enviado al penal de Ushuaia, donde vivió confinado en una pequeña casa de madera a 80 metros de la avenida Maipú, donde escribiera “Archipiélago”, publicada en 1942, sobre la historia de los yaganes y los onas. A cada tanto debía pasar a firmar en la comisaría, a efectos del control de su persona. Esa vivienda, décadas después, fue la sede de la biblioteca popular de esa ciudad.
Escribió poesías de corte neorromántico y tradicional, obras de teatro basadas en temáticas incas. Preocupado por la identidad nacional, se interesó por hacer conocer la cultura incaica, en contra de la influencia internacionalista europea, y eso se ve en “Eurindia”. Se destacó por sus obras eruditas, “Historia de la literatura argentina”, de 8 tomos, y “La restauración nacionalista”. También escribió sobre temas históricos, crónicas de viajes y biografías varias.
Escribió “Victoria del hombre” (1903), “El país de la selva” (1907), “Cartas de Europa” (1908), “El alma española” (1908), “Cosmópolis” (1908), “La restauración nacionalista” (1909), “Bibliografía de Sarmiento” (1911), “Los lises del blasón” (1911), “Blasón de plata” (1912), “Archivo capitular de Jujuy” (1913/1944), “La universidad de Tucumán” (1915), “La Argentinidad” (1916), “Poesías de Cervantes” (1916), “Historia de la literatura argentina” (1917-1922), “Los arquetipos” (1922), “Poesías” (1923), “Facultad de Filosofía y Letras” (1924), “Discursos” (1924), “Eurindia” (1924), “La Guerra de las Naciones” (1924), “Las provincias” (1927), “El Cristo invisible” (1927), “Elelín” (1929), “Discursos del rector” (1930), “Silabario de la decoración americana” (1930), “La historia de las escuelas” (1930), “Memoria del rector” (1930), “El radicalismo de mañana” (1932), “El santo de la espada” (1933), “Cervantes” (1935), “Retablo español” (1938), “Un titán de los Andes” (1939), “Ollantay” (1939), “El pensamiento vivo de Sarmiento” (1941), “Archipiélago” (1942), “La Salamanca” (1943), “El profeta de la Pampa” (1945), “La entrevista de Guayaquil” (1947), “La victoria del hombre, y otros cantos” (1951), “Ensayo de crítica histórica sobre episodios de la vida internacional argentina” (1951) y “Oda Latina” (1954).
Obtuvo en 1923 el Premio Nacional de Ensayo por su “Historia de la literatura argentina”, y en 1945 el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (galardón que le fue retirado en 1948 para ser otorgado a la por entonces oficialista Pilar de Lusarreta).
Su casa de la ciudad de Buenos Aires, sita en calle Charcas 2837, fue declarada monumento histórico nacional. Su esposa la donó al Estado con la condición de que allí funcionara un museo luego de su muerte. Todo su patrimonio quedó traspasado el 28 de abril de 1958; una extensa biblioteca, muebles, piezas de arte religioso y documentos antiguos. Se le colocó su nombre a calles de las ciudades de Córdoba, Victoria (Buenos Aires), San Fernando y Resistencia.
La ciudad de General San Martín, provincia de Mendoza, cuenta con una biblioteca popular creada en abril de 1957, que recibió su nombre al saberse de su deceso a fines de julio de aquel año.
El filme “El santo de la espada” de Leopoldo Torre Nilsson (1970) se basó en algunos tramos de su obra del mismo título, que acaso sea la mejor de las biografías del general San Martín.
En reconocimiento a su accionar por reforzar la cultura argentina y la identidad nacional, la fecha de su fallecimiento fue declarada Día de la cultura nacional argentina".
Imágenes:
Dos fotografías de distintos momentos de la vida de Ricardo Rojas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario