Bienaventuranzas para viejos. - 25 - 07 -2019. -

Bienaventuranzas para viejos

Jueves - 8 de julio de 2019-. Jesús Carasa Moreno.
Si, si, amigos viejos, reconoced que estais en buenas condiciones; no seais suspicaces ni retireis, cabreados, los embajadores, a esos bienintencionados que os dicen, sinceramente, “Te veo muy bien”, aunque vosotros creais que están pensando “Que haces por aqui, todavia”.Los que somos viejos, en esta época, debemos confesar nuestra suerte; la esperanza de vida se ha disparado subitamente y hemos pasado, en poco tiempo, de disfrutar de la pension unos pocos años, el que la disfrutaba, a hacerlo muchos mas de los que nuestros gobernantes tenian previsto en sus cuentas. Algunos viven de ella mas años que los que cotizaron.Pero esta fulminante contracción de la natalidad, que se está produciendo en los paises ricos, nos va a poner en evidencia y pronto, nuestros regidores, que creen que la vejez no les concierne, se darán cuenta de que no pueden pagarnosla porque, si lo siguen haciendo, se quedarian sin dinero para sus sueldos y entretenimientos. Y busca buscando acabarán dandose cuenta de que tienen una fuerza de trabajo, bastante bien preparada y en buenas condiciones que, además de ahorrar pensiones, puede ganarse su salario y pagar impuestos. Somos nosotros, Somos nosotros, amigos; se acabó la buena vida de los viejos.
Así que mas vale que sigais manteniendoos en forma, los que ya lo estais y activeis neuronas y músculos los que la habeis perdido pues, en cualquier momento, estos pollos, nos van a obligar a ponernos, otra vez, el mono. Os aconsejo que dejeis esa actitud ovejuna y placentera, saqueis, otra vez la mala leche y adopteis otra disposición mas combativa.
Es comprensible el deseo de rehuir y evitarse dificultades; pero esto, que yo veo razonable para las etapas de juventud y madurez, en las que la vida nos echa encima muchas mas de las que podemos imaginar, no la aplaudo ni me parece aconsejable para la vejez que tenemos ahora y menos para la que pueden echarnos encima.
Poneos en guardia porque, si es duro aguantar las embestidas de malos acontecimientos en esas primeras etapas de la vida, mas duro y menos aconsejable es dejarse desbordar por ellos cuando nos pueden hacer mucho mas daño.
Por eso y ante la que se nos viene encima, yo soy partidario, no, lógicamente, de ir a buscarlos, pero si de no rehuirlos y hacerles frente con el ánimo del que les ve una utilidad. Es conveniente estar preparados para esta fase de la vida en la que tenemos menos capacidad de defensa, por lo que necesitamos, como en todos los procesos acción-reacción, de un entrenamiento. Por desgracia, la vida nos ofrece, para ello, mas ocasiones que las que deseamos.
Por eso, yo os aconsejo que apreteis los dientes, aunque no sean los vuestros y considereis:
Bienaventurados los que nos regatean el saludo pues nos ahorran el trabajo de discriminar aquellos semejantes cuyo trato merece la pena conservar.
Bienaventurados los que nos menosprecian pues ellos afilan nuestra “navaja”. Bienaventurados los que nos toman por tontos porque nos dan ocasion de demostrar que no lo somos.
Bienaventurados los que pretenden disputarnos nuestros derechos pues nos dan ocasión de defenderlos.
Bienaventurados los que cambian, continuamente, el mecanismo de las cosas pues nos dan ocasión de aguzar nuestro ingenio.
Bienaventurados los que nos envidian pues ellos nos rinden homenaje. Bienaventurados los que tratan de engañarnos pues ellos nos mantienen alerta.Bienaventurados los que juegan con nuestro tiempo para favorecer el suyo pues eso nos permite enmudecerlos con la pregunta de por que consideran su tiempo mas valioso que el nuestro.
Bienaventurada la torpeza de nuestras manos pues ella mantiene en forma nuestra cintura.
Bienaventurados los que pretenden descargar en nosotros sus frustracciones pues nos ayudan a mantener alto el tono de voz.
Bienaventurados los que tratan de vencer nuestra resistencia a aprender nuevas técnicas y aficiones pues ellos nos impiden llegar a estar arrepentidos de no haber empezado algo por considerarlo “demasiado tarde”.
Bienaventurados los que aceleran, para no cedernos el paso, pues eso nos permite acelerar mas el nuestro y contemplar su cara de pasmo al verse desbordados.
Bienaventurados los dolores pues ellos nos permiten, cuando se van, descubrir placeres ignorados.
Amigos viejos, adelante, no os quejeis ni me maldigais, pues os estoy descubriendo una segunda juventud. Y yo que la vea.
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José Humberto Donati. -27- 07 - 2019-  
Mallinista, envió este cronograma espiritual. 27 -07 - 2019 -
La Biblia nos da respuestas para cada día, para cada momento de la vida... ¡Hoy y siempre!

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