Lamento profundamente que gente que me conoce a mí y a mi familia, que sabe de las manos rotas de mi viejo, de los eternos veranos sin vacaciones, de las fiestas que se terminaban a las 12 y 30 porque al otro dia levantarse temprano , madrugadas frías que azotan el cuerpo y del barro que entierra las botas y rompe rodillas, de andar x el barro, y del sol que quema sin piedad y deja su huella seca cuando la lluvia terca no aparece sientan hoy felicidad...
Lamento que sientan odio hacia personas que dejan su vida en un tractor o en una fosa de un galpon, algunos corren para salvar un animal, y cuando se llega tarde es triste, otros te alambran los campos, o se hacen un hueco para pasar y arreglarte el molino o lo que se necesite en ese momento, porque esas cosas no tienen fecha ni hora viste, simplemente pasan y hay que correr.
Lamento que si pasaste por la ruta y viste los silos bolsa te hayan dado ganas de romperlos, ¿sabés cuánto sudor hay atrás del pago de esos bolsones blancos? ¿Y sabés cuántas manos laburantes lo crearon y pudieron llevar el pan a su casa?
Quiero pensar que cuando pasean por los supermercados realmente no piensan en el laburo que dió ese queso, esa leche, ese pan, esos fideos, quizás sí creen que es magia.
Y no, no me digan que ese odio es por los grandes productores que tienen miles de hectáreas, porque estas medida
ESOS DE LOS QUE TE HABLO CON ORGULLO SIEMPRE, ESOS SON DE MI PUEBLO, DEL CAMPO.
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