El trabajo de Darwin en la Argentina fue fundamental para la teoría de la evolución
Hay restos fósiles de mamíferos extinguidos hace miles de años que el natu
ralista inglés descubrió en los 18 meses que estuvo en el país.
El naturalista británico recorrió unos 4 mil kilómetros.
La Capital, Miércoles 18 de Septiembre de 2019
Los restos fósiles de mamíferos extinguidos hace miles de años que el investigador inglés Charles Darwin descubrió durante los 18 meses que pasó recorriendo territorio argentino “fueron fundamentales para su teoría de la evolución” de las especies, aseguraron investigadores del Museo de Historia Natural de Londres (NHM) al disertar sobre el naturalista británico en el Centro Cultural de la Ciencia.
Algunos pertenecían, además, a géneros animales desconocidos hasta entonces: es el caso del Mylodon Darwini -un perezoso gigante -, el Gliptodonte -un armadillo gigante- y el Toxodonte -una mezcla de hipopótamo y rinoceronte-, cuyos segmentos fósiles el naturalista halló entre las ciudades bonaerenses de Punta Alta y Bahía Blanca.
“Los hallazgos de mamíferos fósiles han sido muy importantes en sí mismos, pero nuestra preocupación es que la gente no se da cuenta de lo fundamentales que han sido para Darwin. Esta es una de las razones por las cuales estamos aquí, para tratar de cambiar esto”, dijo la doctora en paleontología y curadora senior de mamíferos fósiles del NHM, Pip Brawer.
“No sólo encontraba especímenes nuevos para la ciencia, sino que advertía la importancia conceptual de reconocer que (estos mamíferos extintos) tenían parientes entre los animales vivos del presente y de la misma región”, acotó el doctor en zoología y líder de investigación del NHM, Adrian Lister.
Para el paleobiológoo, estos descubrimientos le permitieron a Darwin deducir que “había relación por líneas de descendencia” entre ambos especímenes, y que su semejanza “no era obra de la casualidad” sino de “lo que hoy llamamos evolución” de las especies, en oposición al “fijismo” predominante en la época.
Charles Darwin tenía 22 años y era estudiante de Teología en Cambridge cuando se embarcó como naturalista en la segunda expedición de estudios del bergantín de la Marina Real Británica “Beagle”.
Al mando del capitán Robert Fitz Roy, la nave tenía por misión cartografiar con mayor precisión las costas de la Patagonia argentina, lo que en principio le insumiría un período de dos años, pero se extendió por tres años más.
“Cada vez que atracaban en un puerto, bajaba y recolectaba plantas, aves, piedras y fósiles. Era un apasionado de la historia natural”, contó Lister, quien calculó que Darwin recorrió no menos de 4 mil kilómetros por tierras sudamericanas.
La mayor parte de los hallazgos de fósiles de grandes mamíferos extintos los hizo en los acantilados de la actual localidad bonaerense de Punta Alta, al sudeste de la provincia de Buenos Aires y a 28,5 kilómetros de Bahía Blanca.
Otro aporte importante de Darwin fue haber demostrado que los caballos “no habían llegado con los españoles” sino que hace miles de años “habían vivido salvajemente” en estas tierras antes de extinguirse, lo que pudo deducir a partir del hallazgo de dientes fosilizados en la ciudad entrerriana de Paraná.
Como el Beagle “tenía sólo 30 metros de largo”, llevaba sólo “75 marineros” y soportaba sólo 235 toneladas de carga, “Darwin no podía guardar todo lo que iba encontrando”, e ideó un sistema para ir mandando las piezas al Real Colegio de Cirujanos de Londres, donde el biológo y paleontólogo Richard Owen los identificaba y clasificaba.
“Para cuando volvió a Londres, Darwin ya era un científico muy reconocido”, contó.
Brewer recordó que parte de la colección de fósiles fue destruida en 1941, durante la II Guerra Mundial, como consecuencia de los bombardeos alemanes al Colegio de Cirujanos de Londres.
“Por suerte, muchos especímenes se salvaron, pero nunca tendremos una lista de lo que se dañó, sino sólo de lo que se recuperó”, dijo.
Tanto Brewer como Lister rechazan la postura según la cual fue de regreso en Londres cuando el naturalista pensó por primera vez las ideas básicas de la teoría que en noviembre de 1859 plasmaría en su libro “El origen de las especies”.
“Ya en el viaje de regreso, en 1836, Darwin escribe la frase: «Lo que he visto, mina la estabilidad de las especies»”, contó Lister.
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