Manuel Belgrano y los pueblos aborígenes del Litoral
Por Pablo Adrián Vázquez *.- La Prensa.com.ar -
Manuel Belgrano fue un actor destacado en los eventos del 25 de Mayo de 1810 y uno de los que nos definió como Nación. Su obra fue estudiada por múltiples autores, desde el inicial trabajo de Bartolomé Mitre, hasta las investigaciones del Instituto Nacional Belgraniano, pasando por Mario Belgrano, Aníbal Atilio Röttjer, Bernardo González Arrili, Cristina Minutolo de Orsi, Roberto Elissalde, Roberto Colimodio, Ricardo Elorza, Pacho O" Donnell, Felipe Pigna y Tulio Halperin Donghi, entre otros; éste último abordándolo en su publicación póstuma.
Establecida la Primera Junta, con Belgrano como vocal, se decidió comisionar expediciones militares al Litoral y al Alto Perú para afianzar la posición patriota.
Paraguay desconoció el mando de la Junta de Buenos Aires. Ante avances armados contra Misiones y Corrientes, la Junta envió una expedición "para auxiliar con fuerza armada a los pueblos de la Banda Oriental, Santa Fe, Corrientes y Paraguay" al mando de Manuel Belgrano, el 22 de septiembre del Año X.
A pesar del desconociendo del terreno y que sus "conocimientos militares eran muy cortos", afrontó el desafío. Para el prócer siempre tuvo como norte la libre determinación de los pueblo, teniendo en claro que "el partido de la revolución sería grande, muy en ello, de que los americanos, al sólo oír libertad, aspirarían a conseguirla".
A pesar del desconociendo del terreno y que sus "conocimientos militares eran muy cortos", afrontó el desafío. Para el prócer siempre tuvo como norte la libre determinación de los pueblo, teniendo en claro que "el partido de la revolución sería grande, muy en ello, de que los americanos, al sólo oír libertad, aspirarían a conseguirla".
Con pocos hombres y mal armados, junto con las severas instrucciones de Mariano Moreno, Belgrano intentó ganarse el favor de los pueblos litoraleños, planteando libertades civiles y ventajas comerciales.
En dicha expedición el militar cedió ante el estadista: Ante el pleito entre Corrientes y Yapeyú por la jurisdicción de Curuzú-Cuatiá, a favor del primero, dictó el 16 de noviembre un Reglamento de delineación de los pueblos de Curuzú-Cuatiá y Mandisoví, donde dispuso la venta de solares para un fondo de construcción de escuelas, buscó la centralización de la población, instó a "los pudientes" a que solventen el salario del maestro y que los estancieros instalen sus casas en la planta urbana, ya que "no podía ver sin dolor que las gentes de la campaña viviesen tan distantes unas de otras unas de otras lo más de su vida... sin lograr un recurso para logra alguna educación". Además eliminó, para los Treinta pueblos, el tributo, así como de los demás impuestos por un plazo de diez años, eliminó restricciones comerciales, y posibilitó que los naturales pudiesen ocupar empleos civiles, militares y eclesiásticos en igualdad con los "españoles nacidos en América", amén de imponer severas penas a quienes vulneren los derechos de dichas poblaciones. (Mario Belgrano)
En dicha expedición el militar cedió ante el estadista: Ante el pleito entre Corrientes y Yapeyú por la jurisdicción de Curuzú-Cuatiá, a favor del primero, dictó el 16 de noviembre un Reglamento de delineación de los pueblos de Curuzú-Cuatiá y Mandisoví, donde dispuso la venta de solares para un fondo de construcción de escuelas, buscó la centralización de la población, instó a "los pudientes" a que solventen el salario del maestro y que los estancieros instalen sus casas en la planta urbana, ya que "no podía ver sin dolor que las gentes de la campaña viviesen tan distantes unas de otras unas de otras lo más de su vida... sin lograr un recurso para logra alguna educación". Además eliminó, para los Treinta pueblos, el tributo, así como de los demás impuestos por un plazo de diez años, eliminó restricciones comerciales, y posibilitó que los naturales pudiesen ocupar empleos civiles, militares y eclesiásticos en igualdad con los "españoles nacidos en América", amén de imponer severas penas a quienes vulneren los derechos de dichas poblaciones. (Mario Belgrano)
EL SENTIR DEL PATRIOTA
Halperin Donghi, en "El enigma Belgrano: Un héroe para nuestro tiempo (2014)" reflexionó heterodoxamente sobre el sentir del patriota, afirmando: "En el Prometeo desencadenado que da rienda suelta a la euforia que le inspira el descubrimiento de todo lo que es capaz en el papel de promotor de un nuevo orden. (Belgrano) animado por una seguridad del triunfo que le inspira sentimientos cercanos a la omnipotencia (sic); así en el mensaje que envía a la Suprema Junta acerca de su decisión de tomar bajo su protección a los naturales de las Misiones y ganar de ese modo el favor de estos para el nuevo orden:
"Persuádase Vuestra Excelencia que como se hallan hoy todos los naturales, y sus pueblos de nada pueden servir, y que si se los deja como están van a su ruina sin beneficio para nadie, y que sólo con unas providencias benéficas llevadas a ejecución, podrá sacárselos del borde del precipicio en que se ven, degradados en tales términos que parece que han degenerado de la especie humana en ellos. (...) Mis conversaciones acerca de sus derechos y de los cuidados de Vuestra Excelencia para sacarlos de un estado de abyección tan espantosa, y algunas distinciones que le (sic) he concedido con destino al Cuerpo de Milicia Patriótica que dispongo: sentarlos a mi lado, darles la mano, y aquellas atenciones de hombre a hombre que he practicado con estos infelices para (sic, quizá por "parece") que los han sacado de un letargo profundo, y vuéltalos (sic, quizás por "vuéltolos") a la luz del día".
Halperin Donghi, en "El enigma Belgrano: Un héroe para nuestro tiempo (2014)" reflexionó heterodoxamente sobre el sentir del patriota, afirmando: "En el Prometeo desencadenado que da rienda suelta a la euforia que le inspira el descubrimiento de todo lo que es capaz en el papel de promotor de un nuevo orden. (Belgrano) animado por una seguridad del triunfo que le inspira sentimientos cercanos a la omnipotencia (sic); así en el mensaje que envía a la Suprema Junta acerca de su decisión de tomar bajo su protección a los naturales de las Misiones y ganar de ese modo el favor de estos para el nuevo orden:
"Persuádase Vuestra Excelencia que como se hallan hoy todos los naturales, y sus pueblos de nada pueden servir, y que si se los deja como están van a su ruina sin beneficio para nadie, y que sólo con unas providencias benéficas llevadas a ejecución, podrá sacárselos del borde del precipicio en que se ven, degradados en tales términos que parece que han degenerado de la especie humana en ellos. (...) Mis conversaciones acerca de sus derechos y de los cuidados de Vuestra Excelencia para sacarlos de un estado de abyección tan espantosa, y algunas distinciones que le (sic) he concedido con destino al Cuerpo de Milicia Patriótica que dispongo: sentarlos a mi lado, darles la mano, y aquellas atenciones de hombre a hombre que he practicado con estos infelices para (sic, quizá por "parece") que los han sacado de un letargo profundo, y vuéltalos (sic, quizás por "vuéltolos") a la luz del día".
El análisis de Donghi sobre Belgrano -amén de su placer autosatisfactorio por señalar algunas faltas en su expresión escrita- se basó en impugnar el amor altruista que tuvo el prócer hacía sus semejantes, en especial a los sectores más desfavorecidos como los pueblos indígenas, como forma de compensar sus inseguridades que vino arrastrando de antaño en la relación con sus padres donde, supuestamente, se sintió siempre disminuido y devaluado.
Más allá de esta particular visión -la cual no comparto- en el texto citado se patentiza la intención humanista y cristiana de Belgrano de brindarse al prójimo.
Aquí se plasmó no sólo su pensamiento como Secretario del Consulado, donde planteó un proyecto político de desarrollo para el Río de la Plata, sino que explicitó un sentido social de construcción política, a favor de los más desprotegidos, sea -en este caso- los indígenas, como también las mujeres y los sectores rurales.
Aquí se plasmó no sólo su pensamiento como Secretario del Consulado, donde planteó un proyecto político de desarrollo para el Río de la Plata, sino que explicitó un sentido social de construcción política, a favor de los más desprotegidos, sea -en este caso- los indígenas, como también las mujeres y los sectores rurales.
ENTREGA DEVOCIONAL
El accionar de Belgrano tuvo una dimensión social, disminuida por el mármol del procerato liberal, con un profundo sentido revolucionario de entrega devocional católica.
Lamentablemente los fracasos militares y la independencia paraguaya generaron malestar desde Buenos Aires contra Belgrano. Pero, tras los fracasos de Castelli, será quien reemplace a Pueyrredón y comande el Ejército Auxiliar del Norte el 3 de abril de 1812.
El accionar de Belgrano tuvo una dimensión social, disminuida por el mármol del procerato liberal, con un profundo sentido revolucionario de entrega devocional católica.
Lamentablemente los fracasos militares y la independencia paraguaya generaron malestar desde Buenos Aires contra Belgrano. Pero, tras los fracasos de Castelli, será quien reemplace a Pueyrredón y comande el Ejército Auxiliar del Norte el 3 de abril de 1812.
El prócer sumó no sólo la experiencia de la "Guerra de Partidarios" y las guerrillas altoperuanas, que operaban a la par de las acciones del ejército regular, sino que tuvo como política entenderse con los aborígenes norteños.
Vale el ejemplo de su encuentro con Cumbay, cacique del Chaco paraguayo, quien lo proveyó de 2.000 indios para pelear contra los realistas, como su relación con Juan Ascencio Padilla y Juana Azurduy, quienes le sumaron 10.000 milicianos para el combate.
Tras recibir la orden de Buenos Aires de replegarse, Belgrano ejecutó el bíblico "éxodo jujeño" del 23 de agosto (siendo más de un "éxodo" y abarcando el actual sur de Bolivia), donde el pueblo "arribeño" acompañó, de buena gana los sectores humildes, aymara y coyas, mientras que los sectores acomodados fueron obligando a punta de bayoneta.
Pasado el tiempo, su propuesta -en reunión secreta del Congreso en Tucumán en 1816- de una monarquía incaica constitucional no hizo más que reafirmar la estima de Belgrano hacia la heredad de los pueblos de nuestro Norte.
Queda en nosotros profundizar sobre éste y otros aspectos de la vida de quien, en este año, se conmemoran los 250 años de su nacimiento junto al bicentenario de su paso a la inmortalidad.
* Licenciado en Ciencia Política; Docente de la UCES; Miembro de los Institutos Nacionales Eva Perón y Juan Manuel de Rosas.
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