El documento que se encuentra en el Archivo Histórico de Tucumán dice: “La quadra de terreno contenida en la donación que me hizo la Municipalidad y consta en los documentos antecedentes, con todo lo en ella edificado por mí, pertenece por derecho de heredad a mi hija Da. Manuela Mónica del Corazón de Jesús, nacida el cuatro de mayo de mil ochocientos diez y nueve en esta capital, y bautizada el siete, siendo sus padrinos Dña. Manuela Liendo y Dn. Celestino Liendo, hermanos y vecinos de la misma, para que conste los firmo hoy 22 de enero de 1820 en la Valerosa Tucumán, rogando a las juntas militares como a las civiles le dispensen toda justa protección. Belgrano”.
Si bien la niña no fue inscripta con el apellido Belgrano, no obstante ello, Manuel la reconoció en este documento, aunque luego ya en Buenos Aires cuatro meses después, al redactar testamento alega no tener hijos pero hace reconocimiento expreso al instruir a su hermano el cura Domingo Estanislao, albacea de su herencia, acerca de que debía velar por la educación de Manuelita y que una vez pagadas sus deudas, los fondos disponibles sean aplicados a la atención de su hija, cosa que se cumplió puntualmente.
Este documento sale a luz legal y oficialmente, cuando después de muerta la hija del Prócer, su viudo Manuel Vega Belgrano, sustanció una información testimonial canónica mediante la cual se determinó su filiación. Y tal trámite se realizó, precisamente porque debía incluirse en la sucesión de Manuela, lo que a esa fecha quedaba del inmueble de San Miguel de Tucumán. Obviamente esta información sumaria, se tramitó en Tucumán, actuando en representación de los herederos de Manuela Mónica, Don Prudencio Santillán.
Si bien la niña no fue inscripta con el apellido Belgrano, no obstante ello, Manuel la reconoció en este documento, aunque luego ya en Buenos Aires cuatro meses después, al redactar testamento alega no tener hijos pero hace reconocimiento expreso al instruir a su hermano el cura Domingo Estanislao, albacea de su herencia, acerca de que debía velar por la educación de Manuelita y que una vez pagadas sus deudas, los fondos disponibles sean aplicados a la atención de su hija, cosa que se cumplió puntualmente.
Este documento sale a luz legal y oficialmente, cuando después de muerta la hija del Prócer, su viudo Manuel Vega Belgrano, sustanció una información testimonial canónica mediante la cual se determinó su filiación. Y tal trámite se realizó, precisamente porque debía incluirse en la sucesión de Manuela, lo que a esa fecha quedaba del inmueble de San Miguel de Tucumán. Obviamente esta información sumaria, se tramitó en Tucumán, actuando en representación de los herederos de Manuela Mónica, Don Prudencio Santillán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario