CULTURA.
LIBROS
- Por Roberto L. Elissalde * La Gaceta .18 de Oct.2019.
Belgrano, "aquel gran hombre", un libro de utilidad social
Una nueva biografía del prócer lo señala como un "hombre superior". "Fue un adelantado, un hombre que veía
más allá del común de los humanos", asegura su autor.Hace poco menos de un año comentamos en estas páginas un libro de Julio C. Borda sobre el general Juan Lavalle. El autor ha llegado a su edad -y puede decirse bien madura- no por lo cronológico, ya que sólo le llevo un par de años, sino porque recuerdo lo que decía Octavio R. Amadeo sobre que portar una cantidad de años “es una virtud”. Pero en su último libro -“Aquel gran hombre”, en alusión a Manuel Belgrano, con el sello de Armerías- habla además de la “salud moral y física, con utilidad social”. Y justamente Borda responde a esas condiciones: es un hombre virtuoso, bendecido con salud moral y física, que desde hace casi una década ha convertido las lecturas de una vida en libros que prestan “utilidad social”.
Hombre de buena redacción, Borda ha publicado una serie de cuentos y las biografías del Perito Moreno (2012), de Martín Güemes (2014), de José Hernández (2015), de Guillermo Brown (2016) y de Juan Lavalle (2018), y también ha escrito sobre las invasiones inglesas (2016), episodios de los que destaca en este nuevo libro la actuación de Belgrano y muy especialmente la certificación del cuartel-maestre general del Ejército, el coronel César Balbiani, en la que destaca la actuación del secretario del Real Consulado en esas circunstancias.
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A lo largo de 26 capítulos Borda pasa revista a los 50 años de la vida de Belgrano. En los cuatro primeros, los que preceden a lo que fue el comienzo de su gran vida pública en la Revolución de Mayo, desmenuza acontecimientos como la muerte -quizás por alguna sustancia- del obispo de Buenos Aires, don Benito de Lué y Riega, fervoroso realista, o el posterior fusilamiento de Martín de Álzaga, poniendo en duda el juicio sumario que lo llevó al pelotón de fusilamiento y luego a colgar su cuerpo en la plaza.
Una copiosa bibliografía general le ha servido para tratar a Belgrano y su tiempo. El libro de Borda es para recomendar incluso como texto de lectura en las escuelas porque llama a la reflexión permanente narrando las cosas de estricta actualidad que vio y vivió en sólo 25 años de vida pública, desde el Consulado hasta su muerte hace dos siglos.
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En el epílogo apunta el autor: “Un hombre que aún en la actualidad no se lo valora en su real dimensión, que se refleja en el olvido constante de su admirable obra, en la indolencia e indiferencia de los políticos, en el dolor de una Patria malherida, entristecida por la falta de principios de quienes tienen que regir los destinos del país, de una Patria que vive de recuerdos gloriosos, únicos, enterrados en un arcón enmohecidos”. Con cuanta razón habla el autor de la indiferencia. Nadie puede dudar de que Belgrano es el hijo más dilecto de la ciudad de Buenos Aires, sin embargo por esa indolencia e indiferencia el gobierno local -a pesar de haber sido invitado por el Poder Ejecutivo Nacional a declarar por el decreto 2/2020 como “Año del general Manuel Belgrano” junto con las provincias para adherir a tan justo reconocimiento-, no lo hizo. También la provincia de Buenos Aires, que decidió celebrar este año su bicentenario y no evocar al creador de la bandera.
Sigamos con el broche de oro de Borda a estas reflexiones: “En fin, en donde la mentira manda, el corrupto dispone y el rufián ordena. La Patria de la impotencia, de la división, del latrocinio y la devastación: hombres pequeños que ignoran a los grandes próceres por temor a ser señalados, porque representan la antítesis del héroe, del valiente, del honesto, del buen patriota”. Que más se puede agregar… (los puntos suspensivos se pueden llenar con nombres de todos lados).
Un reñidero de gallos en el barrio de Santo Domingo
Lo conozco bastante a Borda, me admira su permanente laboriosidad y por esa vinculación me permito transcribir lo que hace pocos días me escribió en un whatsapp (espero no me acuse de dar a publicidad correspondencia sin autorización), donde definió acabadamente a Belgrano a raíz de un artículo mío en estos términos: “Fue un adelantado, un hombre que veía más allá del común de los humanos. Íntegro en todo sentido, en lo espiritual, en lo moral. Un hombre generoso e inquieto. En definitiva, un hombre superior”.
* Historiador. Académico de Número y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación
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