Belgrano Culto antes que erudito. Reflexiones. -1 - 07 - 2024.-

BELGRANO CULTO ANTES QUE ERUDITO. Carta de Lectores Diario La Capital de Rosario.13 de Julio del 2017. Algunos historiadores opinan que "Manuel Belgrano no era un erudito, pues abarcaba muchos temas; aunque sí lo ayudaban su buena y férrea voluntad, su intachable conducta". Quiero distinguir entre "culto y erudito"en el sentido humanista cristiano. Belgrano "cultivaba los valores, la ética, el buen ejemplo en su vida, la generosidad, el respeto al prójimo, el cuidado por los desamparados y oprimidos, involucrándose hasta entregar su vida por la patria". Muchos eruditos no son cultos. El motor fundamental de su resiliencia fue "su fe religiosa, la que como el patriotismo y las convicciones políticas son causas fundamentales y no accesorias para dar testimonio". Con sentido ético expresó: "Jamás han podido existir los Estados, luego de que la corrupción ha llegado, a pesar de las leyes. No hay nada más despreciable para el hombre de bien, para el verdadero patriota que merece la confianza de sus conciudadanos, que el manejo turbio de los negocios públicos, enlodado con el dinero y las riquezas". El prócer sentía dolor en su alma. "Me hierve la sangre, al observar tantos obstáculos, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria". Donó parte de sus sueldos y los 40.000 pesos fuertes en 1813 para sufragar bibliotecas, escuelas y sueldos docentes. En mayo de 1819, en Cruz Alta, el frío lo maltrató, instalado en un rancho, padeció humedad y lluvia, que agravaron su salud. En junio, se trasladó a Capilla del Pilar, sobre el Río Segundo. No dormía bien, su respiración se tornó difícil; la hinchazón de sus pies y piernas le impedían caminar. "Su desazón ante el estado institucional de la patria complicó más su padecer físico. El gobernador de Córdoba, Manuel Antonio de Castro, le ofreció traslado para su tratamiento, pero le respondió: "La conservación del Ejército pende de mi presencia, sé que estoy en peligro de muerte, pero aquí hay una capilla donde se entierran a los soldados y también puede enterrarse en ella al general. Me es agradable pensar que aquí vendrán los paisanos a rezar por el descanso de mi alma". En Septiembre muy enfermo, "entregó el mando del Ejército del Norte al coronel mayor Francisco Fernández de la Cruz y volvió a Tucumán. En marzo de 1820, su médico Redhead lo acompañó a Buenos Aires en carreta. Llegaron en mayo, empeoró su salud, redactó su testamento y le entregó el reloj a su médico, pues no tenía dinero para pagarle. El prócer presagiaba el futuro de los argentinos: "Pienso en la eternidad donde voy y en la tierra querida que dejo. Espero que los buenos ciudadanos trabajarán para remediar sus desgracias". El 20 de junio de 1820 expiró, fue amortajado con el hábito dominico y "un año después le rindieron los honores correspondientes". Luis Angel Maggi

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