Bandera tricolor para su ejército, en Çuruzú Cuatiá. 12 de Noviembre de 1810.



                   La Bandera que creó Belgrano para su Ejército, en Curuzú Cuatiá.
                 Belgrano compró telas en Santa Fe durante su estadía, 1810; y cuando llegó a Curuzú Cuatiá hizo confeccionar la bandera tricolor, similar a la que enarboló tempranamente Francisco de Miranda en Venezuela en 1807. 
               Resolvió entonces formar tres "divisiones" con sus tropas y les asignó a cada una un color: bayeta amarilla, roja y azul. Cruzó el río y llegó a Paraná el 9 de octubre, de donde salió el 2 de noviembre arribando a Curuzú Cuatiá el día 7 en horas de la tarde.                             
                                  Bandera Tricolor.
         En Curuzú Cuatiá unió los tres colores en una sola bandera cosida por las damas de la Villa para su Estado Mayor. La hizo bendecir por el padre Arbolaya en la capilla, cuatro días antes de la fundación, el 12 de noviembre de1810. 
         Belgrano y su ejército después de fundar Curuzú Cuatiá, cuya acta fue escrita por su secretario el Coronel Ignacio Warnes, permaneció en el pueblo hasta el 18 de noviembre, día en que continuó su marcha cumpliendo con su misión.
        Fue la primera bandera que ostentó un ejército de la Patria, el que comandaba Belgrano. 
       Emblema local de Curuzú Cuatiá. 
       En base a estos antecedentes que actualizó el doctor René Borderes el Municipio de Curuzú la instituyó como emblema local. Por Ordenanza Nº 496, cuyo autor fue el Concejal doctor Horacio Julio Rodríguez, el Concejo Deliberante con fecha 7 de abril de 1988, declaró que la bandera amarilla, roja y azul, sería la enseña oficial de la ciudad. Ella se iza de acuerdo a lo establecido en la norma de creación.
                 El Acta de Fundación se conserva intacta y consta de tres páginas doble faz con la firma del General Belgrano y de su Secretario. El general Manuel Belgrano aprovechó al máximo los 11 días que permaneció en la Villa y debió dar un mínimo de instrucción militar a los reclutas que había ido incorporando en el camino.
                    Fundó y organizó también el pueblo de Mandisoví.
 
                En su expedición al Paraguay a través de la Mesopotamia, fundó y organizó también el pueblo de Mandisoví.

        La acción de Belgrano en el transcurso del difícil avance a través de terrenos sinuosos, sin caminos, bordeando esteros, en pleno verano, con insectos molestos, con exiguos alimentos y vestimentas, "no se limitó solo a las cuestiones exclusivamente militares, en cuya misión fracasó; sino que  también  la acción humanitaria y social, su gestión diplomática desarrollada y la redacción del Reglamento en favor de los aborígenes de Corrientes y de Misiones, dio sus frutos". (Belgrano Mario. INB. Bs. As. 1970)

       Manuel Belgrano, cuando fundó los pueblos de Curuzú Cuatiá y Mandisoví, en territorio correntino, con su amplia visión de estadista, militar, abogado, periodista y por su experiencia en el Consulado de Buenos Aires, acostumbrado a presentar los informes a las autoridades, en tiempo y forma, dispuso que: "de la venta de los solares se forme un fondo para el fomento de escuelas, poniendo el capital a rédito “sin perjuicio de obligar a los pudientes a que hayan de satisfacer cuatro reales al maestro para cada uno de sus hijos, hasta que se doten bien de fondos públicos”
           La población de la campaña fue concentrada en los nuevos pueblos, "cuyo centro se hizo en torno de la iglesia y la escuela". "Los estancieros están obligados a instalar su casa en la planta urbana", medida que Belgrano justificó así: “No podía ver sin dolor que las gentes de la campaña viviesen tan distantes unas de otras, el mayor tiempo de su vida, o tal vez en toda ella estuviesen sin oír la voz del pastor eclesiástico, fuera del ojo del juez y sin un recurso para lograr alguna educación”. (Vida de Manuel Belgrano, escrita por Mario Belgrano. Buenos Aires. 1970)
 
             Explicación heráldica del Escudo.
        “El escudo en orma Oval, cortado en dos campos. El superior en azul,(cielo) el inferior en blanco, (agua). En la parte superior una cruz en rojo, que significa, valentía, intrepidez, victoria con sangre. En el plano inferior nueve algarrobos, existentes en el lugar desde épocas remotas.


                                         
       El gran sol significa el momento en que surge a la vida urbana, organizada y regularizada en su fundación por el Gral. Manuel Belgrano, la ciudad de Ntra. Sra. del Pilar de Curuzú Cuatiá. En el campo inferior dos caminos se cruzan y en el ángulo superior aparece un pilar con un hueco y sobre él la Virgencita del Pilar ante la cual oficiara Misa el Capellán del Ejército del Norte el 16 de noviembre de 1810.
          Las ramas de ceibo y laurel orlan el escudo; representan el sentimiento nacional siempre presente en este pueblo, las gestas heroicas de la Patria.
            Dos lanzas correntinas de tacuara y chuzas lo sostienen; simbolizan las armas de la época en que se luchaba por la independencia. En su escudo de armas, Curuzú Cuatiá refleja su tradición, su prosapia y su historia”.

                                            
               Bibliografía. 
                Belgrano Mario. Vida de Manuel Belgrano. Instituto Nacional Belgraniano. Buenos Aires. Año 1970.

             Dr. Horacio J. Rodríguez.  Noticias Vexilológicas. Bandera y Escudo  de Curuzú Cuatiá.  Años  2010-2011.
                      Raffo Juan Carlos. Bandera de Curuzú Cuatiá. Publicación, Año 2010. 

Cardenal Juan Cagliero. 1838 – 1926. Misionero Salesiano.. Cardenal


                                         Juan Cagliero.

       Juan Cagliero, en italiano Giovanni Cagliero,  nació en  Castelnuovo D’Asti, Turín, el 11 de Enero de 1838 y falleció en Roma el 28 de Febrero de 1926, fue un prelado salesiano italiano, quien en sus años de infancia, era uno de tantos niños de la calle a quien Juan Bosco amparó, lo llevó al Oratorio Salesiano de Valdocco, le brindó la oportunidad de enseñanza y educación, “con el Sistema Preventivo” y sus “talentos” fructificaron hasta desarrollarse como persona,  como sacerdote y Misionero.
                                                                    

     “Me encontré con Juan Cagliero, muchacho de unos doce años. Me lo presentó el párroco don Antonio Cinzano para que examinara su vocación y le admitiera en el Oratorio de Turín.
      El mismo Cagliero contaba así su primer encuentro con don Bosco: "-La impresión que recibí fue la de ver en don Bosco un sacerdote singular, ya por el modo y la gracia con que me acogió, ya por el respeto con que le trataba mi buen párroco, mis maestros de Castelnuovo y los demás sacerdotes. Jamás se borró ni disminuyó mi primera impresión, sino que se acrecentó durante los treinta y tres años que viví a su lado. Don Bosco me hizo unas preguntas y fijó mi ingreso en el Oratorio para el curso siguiente."

“Siendo aún muy joven contrajo una grave enfermedad y llamaron a D. Bosco para que le impartiera los últimos sacramentos. Se acercó a los pies de la cama del enfermo y D. Bosco vio, en una visión, a Cagliero sacerdote en las misiones, rodeado de jóvenes, que querían ser cristianos, y vio también una “mitra” de Obispo”.


Cuando en 1859 Don  Bosco decidió fundar la congregación de los Salesianos hizo la propuesta a varios jóvenes; entre ellos estaba Cagliero. Juan Cagliero no se veía ni cura ni fraile. No veía ni entendía el difícil camino emprendido por D. Bosco; pero después de pensarlo bien, Cagliero soltó una frase que se ha hecho célebre: “Fraile o no, yo me quedo con D. Bosco”.
      A los 14 años, siendo entonces un chiquillo, como tantos  seminaristas de esa época, ingresó como novicio en los en el incipiente Seminario Salesiano el año 1852, bajo la tutela de Don Bosco. El joven Juan Cagliero fue ordenado sacerdote  el año 1875, y Don Bosco decidió  enviarlo Jefe de  la Primera Expedición de los Salesianos a la Argentina, en el año 1875.
      En Buenos Aires organizó el despliegue de sus compañeros, en el barrio La Boca,  en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos,  en Rosario, en Carmen de Patagones; con sus visitas periódicas animaba, aconsejaba,  protegía a sus hermanos, era el interlocutor con las autoridades nacionales argentinas.
Monseñor Aneyros de Buenos Aires, lo apreciaba por sus iniciativas, empeño y constancia. Fu distinguido con el cargo de  Vicario Apostólico de la Patagonia (1887-1908).
       Monseñor Juan Cagliero, viajero eclesiástico incansable, colaboró con los lejanos Misioneros Salesianos en la Argentina; conoció a la Beata Laura Vicuña Pino, pupila en Junín de los Andes, de quien fue confesor; estuvo con  Ceferino Namuncurá, en Chimpay, con el cual viajó a Roma  para integrarse como seminarista, donde estudió italiano, latín, griego  hasta que enfermó de neumonía; fue internado en Roma, pero no reaccionó:  le dio la extremaunción al joven Ceferino Namuncurá cuando estaba agonizando y próximo a morir en 1909.
      “Juan Cagliero fue ejemplo y testimonio vocacional para los jóvenes del Oratorio, y en la actualidad para toda la Familia Salesiana y los jóvenes con los que recorremos este hermoso camino. No nos cansemos de seguir adelante y de decir sí al Señor en aquello a lo que nos llama”. Un abrazo, José Carlos, SDB.

         En la Argentina a doscientos años de la creación de la Bandera,  lo recordamos por ser Padre y Pastor de su hermanos salesianos, fundador de escuelas, donde plantó mástiles para que ondee la bandera de la educación, como se lo pidió Don Bosco "Padre y Educador de la Juventud"; y como lo quería nuestro querido General Manuel Belgrano apóstol laico de la educación, quien soñaba con personas del talle de Juan Cagliero, emprendedor, desinteresado por el beneficio propio y amigo de los niños pobres y desamparados.

        Cagliero, Obispo y Cardenal
       Cagliero, nombrado Obispo de Casale, Italia,  en 1908, desde el 10 de junio al 26 de octubre del mismo año, viajó como Delegado Apostólico en Costa Rica, dio inicio a las obras Salesianas en dicho país  y posteriormente en Nicaragua.
       Fue ungido como Cardenal y asumió Arzobispo de Turín (1909-1912).
     Monseñor Cagliero fue el primer Cardenal Salesiano en la historia del catolicismo universal.
      Murió de un infarto en  Roma el año 1926, a la edad de 88 años, fue declarado Siervo de Dios, en el año 1988.
                                                                              
         Cfr. Bibliografía.
               Boletín salesiano. Biografías de los primeros Salesianos.
               Entraigas Raúl. El Apóstol de la Patagonia. 1955. Buenos Aires.
              Lemoyne Antonio.  El Porvenir de Juan Cagliero,-Sueño N. 16. Año 1854. Ms. Biográficas de Don Bosco-.  Turín. Italia..