La Patria, según Mariano Moreno. - 29 - 05 - 2019 -

Miguel Fernando Pino envió este mensaje patrio. 
26 de Mayo 2019.

Comuna de General Gelly. Sta. Fe. 26 de Mayo, 2019.................................................................................................
.La Patria
de Julia Prilutzky Farny.

Se nace en cualquier parte. Es el misterio,
- es el primer misterio inapelable -
pero se ama una tierra como propia
y se quiere volver a sus entrañas.

Allí donde partir es imposible,
donde permanecer es necesario,
donde el barro es más fuerte que el deseo
de seguir caminando,
donde las manos caen bruscamente
y estar arrodillado es el descanso,
donde se mira el cielo con soberbia
desesperada y áspera,
donde nunca se está del todo solo,
donde cualquier umbral es la morada.

Donde se quiere arar. Y dar un hijo.
Y se quiere morir, está la patria.

El Espíritu Santo derriba muros. - 29 - 05 - 2019 -

Papa Francisco: “El Espíritu Santo derriba muros”

POPE AUDIENCE

No hay que luchar para ganar o merecer el don de Dios. Todo se da gratis y a su debido tiempo.

La Palabra de Dios afirmó el Santo Padre, es dinámica y eficaz; y a través del Espíritu Santo purifica la palabra humana, haciéndola portadora de vida, capaz de inflamar los corazones, derribar muros y abrir nuevas vías de entendimiento y de fraternidad.
“Dios “envía su mensaje a la tierra” y “su palabra corre rápido”, dice el Salmo (147.4). La Palabra de Dios corre, es dinámica, riega todo el terreno en el que cae. ¿Y cuál es su fuerza?, se pregunta Francisco, San Lucas nos dice que la palabra humana se hace efectiva no gracias a la retórica, que es el arte del hermoso discurso, sino gracias al Espíritu Santo, que es el dýnamis de Dios, su fuerza, que tiene el poder de purificar la palabra, para que sea portadora de la vida. Cuando el Espíritu visita la palabra humana, se vuelve dinámico, como “dinamita”, que es capaz de encender corazones y hacer estallar patrones, resistencias y muros de división, abriendo nuevos caminos y expandiendo los límites del pueblo de Dios.

El Espíritu Santo enciende corazones

Aquel que da sonoridad vibrante e incisividad a nuestra frágil palabra humana, incluso capaz de mentir y escapar de sus responsabilidades, es solo el Espíritu Santo, a través del cual se generó el Hijo de Dios; el Espíritu que lo ungió y lo sostuvo en la misión; El Espíritu, dijo, gracias al cual escogió a sus apóstoles y quien les garantizó su proclamación de perseverancia y fecundidad, como también hoy los garantiza a los nuestros.
“El Evangelio se concluye con la resurrección y ascensión de Jesús, y a partir de ahí el libro de los Hechos de los Apóstoles nos narra la sobreabundancia de la vida del Resucitado en la Iglesia. El bautismo en el Espíritu Santo permite que entremos en una comunión personal con Dios y que participemos en su voluntad salvífica universal, adquiriendo la capacidad de pronunciar una palabra que sea limpia, libre, eficaz, llena de amor a Dios y a los demás”.
El bautismo en el Espíritu Santo, de hecho, afirmó el Santo Padre, es la experiencia que nos permite entrar en una comunión personal con Dios y participar en su voluntad salvífica universal, adquiriendo el don de la parresía, es decir, la capacidad de pronunciar una palabra “como hijos de Dios”.

Con el bautismo entramos en comunión personal con Dios

Por lo tanto, señaló el Papa, no hay que luchar para ganar o merecer el don de Dios. Todo se da gratis y a su debido tiempo. Frente a la ansiedad de saber de antemano el momento en que sucederán los eventos que anunció, Jesús responderá a los suyos: “No te corresponde a ti saber los momentos que el Padre ha reservado para su poder, pero recibirás la fuerza del Espíritu Santo que descenderá en ti; y en mí serás testigo en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra”.
“El Resucitado hace que vivamos el tiempo presente sin temor ante lo que acontecerá, porque Dios se manifiesta en el hoy de la historia y nos invita a reconocerle allí. Nos enseña a no fabricarnos una misión particular a nuestra medida, sino a pedir mediante la oración perseverante que el Padre nos dé la fuerza misionera para llegar a todo el mundo y vivir en comunión con los hermanos”.
En esta expectativa, los apóstoles viven juntos, como la familia del Señor, en la sala superior o cenáculo, cuyos muros aún son testigos del regalo con el que Jesús se entregó a sí mismo en la Eucaristía. ¿Y cómo aguardan la fortaleza, los dýnamis de Dios? Orando con perseverancia, como si no hubiera tantos sino uno. De hecho, es a través de la oración que uno supera la soledad, la tentación, la sospecha y abre su corazón a la comunión. La presencia de las mujeres y de María, la madre de Jesús, intensifica esta experiencia: primero aprendieron del Maestro a dar testimonio de la fidelidad del amor y la fuerza de la comunión que supera todo temor.

Vivir el presente sin ansiedad

El Resucitado invita a sus seguidores a no vivir el presente con ansiedad, sino a hacer una alianza con el tiempo, a saber cómo esperar el desenlace de una historia sagrada que no se ha interrumpido sino que avanza, a saber cómo esperar los “pasos” de Dios, Señor del tiempo y del espacio.  Le pedimos al Señor que la paciencia para esperar sus pasos, de no querer “fabricarnos” su obra y permanecer dóciles orando, invocando al Espíritu y cultivando el arte de la comunión eclesial.
En sus saludos en italiano el Papa saludó entre otros, a los participantes en la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias ya los Directores del “Boletín Salesiano”, y a los participantes en la “copa Clericus”.
(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para catequistas y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi).

Educación. Francesco Tonucci.(Italia.) - 28 - 05 - 2019 -



Por MARIANA OTERO.
 El especialista italiano en educación asegura que cuando los chicos se aburren en clase, es por
que no tienen buenos maestros. Dice que una buena escuela es la que logra que los niño
s desarrollen sus potencialidades.
El derecho al estudio debería ser el derecho a tener un buen maestro”. Con esa frase termina 
Francesco Tonucci una jugosa charla con La Voz, a minutos de bajarse del avión en Córdoba,
 el viernes pasado, después de 13 horas de vuelo desde Roma. Viste camisa escocesa y zapatillas. No
luce cansado.
Después de una entrevista para Voz y voto, el reconocido pedagogo italiano se presta a una segunda
 parte del reportaje. Mientras saborea un café negro comparte,
 parsimonioso y extremadamente amable, sus ideas cargadas de sentido común.Dice, por ejemplo,
 que cada alumno que la escuela pierde es un regalo para la delincuencia o que es insoportable que lo
s niños se aburran en la escuela. Es sólo el principio de una conversación animada.
19 Francesco.tonucci 2
Tonucci casi no necesita presentación. Los maestros lo conocen, los gobiernos le piden asesoramien
to y la gente común lo sigue.
Es maestro, pensador e impulsor de La Ciudad de los Niños, un proyecto que se expandió en gra
n parte del mundo (incluso en la Argentina) y que busca el regreso de los niños a las calles.
Más que pedagogo, a Francesco le gusta que le digan “niñólogo”, un neologismo que resume su
 dedicación al estudio, investigación y análisis de temas vinculados
a la educación y a la E. También es el padre de Frato, su alter ego, un personaje que mira al mundo 
con ojos de niño y da voz a aquellos que normalmente callan. 
Sus viñetas se han reproducido en numerosas publicaciones.
Tonucci está en Córdoba, invitado por la Fundación Arcor, en alianza con otras instituciones, para
 contar por qué los niños son actores sociales indispensables en la transformación de las ciudades
 y de las escuelas. Aquí también recibirá un honoris causa, que le entregará la Universidad Católica de
 Córdoba.
–¿Por qué es necesario escuchar a los niños?
–La Convención de los Derechos del Niño plantea que las opiniones de los niños hay que tener
las en cuenta. Las escuelas ganan cuando escuchan, respetan e implementan las ideas de los 
niños. Hoy en día la escuela sufre de un tema que Brunner decía que es insoportable: los niños se 
aburren. La mayoría se aburre y pareciera que esto es casi natural. Se considera natural porque
 siempre ha ocurrido. A las familias no les molesta que sus hijos se aburran en la escuela porque ello
s se aburrieron. Lo que crea muchos problemas es que esto no preocupe a los maestros. Si se abu
rren, eso quiere decir que no tienen buenos maestros, no son maestros capaces de interesar a sus 
alumnos.
–¿Se aburren porque seguimos teniendo una escuela antigua?
–Los niños se aburren porque no ven en la escuela a “su” escuela. Ellos van a la escuela que es la
 escuela nuestra, no la suya. Gabriel García Márquez, que no era pedagogo pero sí un premio Nobel,
 decía que nosotros podemos nacermúsicos o pintores o periodistas o investigadores o mecánicos o
 artesanos, y a veces no lo sabemos. El papel de la escuela –como el de la familia– sería poder descu
brir lo que él llama “su juguete preferido”. Él dice: “Dedicarse totalmente a su juguete preferido 
es la garantía de la felicidad”. ¿Qué significa ser feliz? Realizarse, poder 
vivir haciendo lo que te gusta más. ¡Cuánto gozaría la sociedad de tener ciudadanos felices! Serían
 funcionarios más capaces, productivos, interesados, partícipes. Si yo puedo hacer lo que sé hacer
 mejor, voy a llegar a ser el mejor en ese sector y encontraré también trabajo. Hoy en día, ocurre lo 
contrario. El mundo económico indica a la escuela qué sectores debe desarrollar porque el merca
do necesita eso. Es mentira, la economía de hoy no sabe lo que será necesario dentro de 10 años. 
No tenemos ningún elemento para decirles a nuestros hijos “si hacés ingeniería informática o enfer
mería, tendrás trabajo”. Si pensamos en lo que se necesitaba 10 años atrás, efectivamente todas 
estas previsiones se han vuelto erróneas y muchas personas han renunciado a ser lo que querían 
ser para ser lo que era útil ser y no ha sido útil.
–¿El rol del maestro sigue siendo central para la transformación de las escuelas?
–Cuando hablo de los maestros de mis hijos, hablo de suerte. Lo digo en serio y no creo que sólo
 me pase a mí. Mi primer hijo no tuvo suerte; la segunda ha tenido mucha suerte porque tuvo una
 maestra estupenda que le ha dado bases de las que está gozando hasta ahora; el tercero, regular.
Esto es muy común y no puede ser. Por eso digo que en la escuela hay tres elementos: uno son los
 programas, los objetivos, lo que se propone que se realice; los otros, la didáctica y la evaluación. 
Nuestros gobiernos se han dedicado desde siempre al primero. En Italia cada gobierno ha hecho
 una reforma, se ha cambiado todo, disciplina, horarios, arquitectura de la escuela... Lo que ha
 quedado igual es la escuela. La escuela ni se ha dado cuenta de todas las reformas. Desde hace más
 de 10 años ha llegado a ser interesante el tercer punto: la evaluación. Lo que a nadie le ha interesa
do nunca es lo que ocurre adentro, la didáctica, los maestros. En todas las reformas hay casi nada
 sobre la formación de los maestros. Yo creo que un buen maestro no necesita ni de programas ni 
de evaluaciones. Los que conocí como buenos maestros siempre han tenido un afecto fuerte de los
 alumnos y un respaldo fuerte de las familias.
–¿Cuál es una buena escuela?
–La buena escuela es la que sabe hacer lo que dice la ley sobre la educación, queofrece a cada uno
 de los alumnos la posibilidad de desarrollar sus capacidades individuales. Sobre esto hay un
a poesía de Loris Magaluzzi que decía: los niños tienen 100 lenguas, 100 maneras de pensar, de 
jugar, 100 lenguajes, pero les roban 99. ¿Quién roba a los niños? Muchos. La escuela es uno de ellos.
 ¿Cómo hace la escuela para robar tanto? Ofreciendo poco. La escuela no consigue ser una buena
 escuela porque sigue poniéndose como la escuela de la Lengua y de la Matemática. 
Todos los niños que encajan en esta competencia son buenos, los que van adelante. 
Los que nacieron músicos, periodistas, investigadores o artesanos quedan al margen y allí la
 responsabilidad es muy fuerte.
–Porque entonces se pierden alumnos...
–La escuela no debería poder perder ni un alumno. En Italia, la dispersión escolar no es muy 
alta. Pero, entre los delincuentes, el 95 por ciento no ha terminado la escuela obligatoria. Este es 
un tema muy fuerte sobre el que la escuela tiene que reflexionar. La escuela no puede perder 
alumnos porque, si los pierde, los regala a la criminalidad. Esta es una responsabilidad muy grande. 
Esto significa que estos niños salen de la escuela como burros, como rechazados, como incapaces
, y encuentran un señor que les dice: “Yo confío en ti, aquí tienes unapistola, puedes utilizarla y yo te
 doy un montón de dinero, te reconozco”. La escuela no lo ha reconocido, la escuela lo ha perdido.
–Una de sus viñetas más famosas es la que dibujó hace más de 40 años en la que representa a una
 escuela como una fábrica. ¿Cómo la dibujaría hoy?
–Es una pregunta problemática. El dibujo de entonces no era correcto. No era así.
 Era un símbolo para decir que la escuela obliga a los niños a transformarse como 
la escuela quiere y los hace a todos iguales. Entraban todos distintos, salían todos
 iguales y había un tubo de descarga de todos los que no cumplían. Creo que
en la sustancia la dibujaría igual. No debería ser que los alumnos aprendan
 lo que dicen los programas escolares, sino que la escuela sea capaz de 
favorecer que cada uno desarrolle sus potencialidades. También hay un tema de 
aprendizaje, no lo niego, pero no puede ser el objetivo principal. Puesto de
 esta manera, la evaluación no sería el tema principal de nuestros países y de 
nuestros ministerios. Todo termina dentro de la competencia del maestro. 
El derecho al estudio debería ser el derecho a tener un buen maestro.
Pedagogo y “papá” de Frato
Creador del proyecto La Ciudad de los Niños.
Francesco Tonucci es un investigador y pedagogo italiano nacido en Fano el 5 de 
julio de 1940.
En 1966 realizó sus primeros dibujos de carácter pedagógico y desde 1968, con 
el heterónimo de Frato, comenzó un trabajo gráfico sistemático con la intención
 de exponer su pensamiento educativo a través de viñetas y dibujos.
A lo largo de los años, se hizo conocido mundialmente por su iniciativa pedagógic
a La Ciudad de los Niños, proyecto que inició en mayo de 1991.
La UCC entrega el Honoris Causa
Agenda de actividades en la ciudad de Córdoba, Arroyito y Villa María.
Miércoles. A las 18. Conferencia "Necesitamos a los niños para transformar
 la escuela", co-organizada por Fundación Arcor y Universidad Católica de Córdoba
 (UCC). La UCC entregará el Honoris Causa. En el auditorio Rectorado Nuevo (Ba
terías D) Ciudad Universitaria (UNC) Valparaíso 1627.
Hoy, en Arroyito. A las 19. Conferencia “Necesitamos a los niños para transformar
 la ciudad”, en la Feria del Libro, organizada por la Municipalidad de Arroyito.
Martes, en Villa María. A las 17. Conferencia “Necesitamos a los niños para transfor
mar la ciudad", co-organizada por la Municipalidad de Villa María y Fundación 
Arcor. Parlamento de los Niños, en el Centro Cultural Leonardo Favio, Gobernador
 Sabattini 200. La actividad es abierta y gratuita, con 
cupos limitados. Inscripciones: areaeducacion@yahoo.com.ar.
Miércoles. A las 10. Foro Ciudadano: “La construcción de los espacios públicos y la
 ciudad, desde la perspectiva de la niñez”. En la escuela Vicente Forestieri de 
Villa El Libertador. Tonucci participará del foro organizado por la Red Nues
tra  Córdoba y Fundación Arcor.
(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para Docentes y alumnos. Prof. Lic. Lui Angel Maggi)

¿Personas tóxicas o incomprendidas?. - 28 - 05 - 2019 -

¿Por qué no deberíamos etiquetar a las personas conflictivas como “tóxicas”?

Toxic Person
Rawpixel.com - Shutterstock.- Miguel Pastorino | May 28, 2019

   La calidad de vida de las personas depende de la calidad de sus relaciones, porque constituyen la sustancia de la vida. Y la calidad de nuestras relaciones depende de la calidad de nuestra comunicación, en todos los ámbitos de nuestra vida.

Actualmente, uno de los grandes desafíos que se perciben a menudo en los ámbitos laborales es aprender a relacionarse con las personas que son fuentes de constantes conflictos y a quienes se los etiqueta como “tóxicos”. Si bien algunos autores utilizan la expresión “persona tóxica” para referirse a personas que agotan emocionalmente a quienes conviven con ellos, en esa etiqueta entran narcisistas, victimistas, manipuladores, neuróticos, agresivos y una larga lista que mezcla patologías psiquiátricas con simples características de un temperamento o estados anímicos, o simplemente dificultades para comunicarse.
El adjetivo “tóxico” se le aplica indiscriminadamente a cualquiera que tenga problemas para relacionarse con los demás o esté pasando por un mal momento en su vida, sin mucho discernimiento. Hay quienes han matizado y explican que existen “relaciones tóxicas”, pero no personas tóxicas. Otra cosa es la existencia de una patología que debe ser tratada por el sufrimiento que genera a los demás y a sí mismo, pero no por ello etiquetarla superficialmente.
Cuando en algún ámbito se etiqueta a alguien de “tóxico”, parece que se lo trata como una suerte de “peste social” de la que hay que tomar distancia, cuando muchas veces se trata de una persona que está pasando por una situación crítica de su vida y tal vez no sea consciente del daño que ocasiona a los demás y a sí mismo.
Las carencias de una sana educación de las emociones y vivir en medio de una gran crisis cultural que ha afectado los vínculos desde la infancia y que tiene a la familia asediada, hace cada vez más patente la cantidad de personas con una gran baja autoestima, hipersensibles a cualquier comentario, que tratan de culpar y responsabilizar a los demás de todo lo negativo que perciben, o manifiestan un deseo de controlarlo todo y por su inseguridad son posesivos con las personas que quieren hasta saturarlos, o los manipulan y chantajean emocionalmente.
Hay muchas personas que, por no haber sido educadas con sanos límites, no toleran la más mínima frustración y se vuelven insoportables para quienes conviven o trabajan junto a ellos. Pero también es cierto que cualquiera de nosotros, en una situación llena de problemas y estrés, podemos resultar también insoportables para los demás.
Pero nada de esto significa que las personas cuando se vuelven muy conflictivas sean una especie de virus del que hay que deshacerse porque sean “tóxicos”. La mayoría de las veces nuestra propia incapacidad para hacer frente a los conflictos o de ser empáticos, nos lleva por el camino fácil de deshacernos del otro con la etiqueta de “persona tóxica”. Insisto, nadie está libre de ser víctima de un psicópata, de un depredador emocional, pero eso no significa patologizar todo lo que me incomoda.

La respuesta: compasión y alegría

La compasión es “sentir el dolor del otro”, es sentir con el otro. Pero la compasión va mucho más allá de compartir el sufrimiento u otros sentimientos de los demás, porque nos mueve a rescatar al otro, a comprenderlo en profundidad. Las personas son rescatadas de la soledad cuando alguien conecta con sus emociones más profundas, cuando siente que le comprenden.
El acto de comprender no es estar de acuerdo con el otro en lo que piensa o dice, sino de ponerme en su lugar. No solo es entender lo que dice, sino por qué lo dice, para qué lo dice, qué siente, tratando de ir más allá de lo que percibimos. Comprender implica salir de nosotros mismos y adentrarnos en el mundo del otro, en sus pensamientos y sentimientos, y para ello es necesario aprender a escuchar en profundidad.
Quien tiene una sana autoestima puede hacer frente a estas situaciones de conflicto con paz y sin perder la alegría, porque entiende que, en la mayoría de los casos, lo que los otros le achacan no necesariamente tiene que ver con él mismo.
Lo primero y más eficaz en la comunicación es la alegría, es la sonrisa. No la sonrisa superficial, sino la que brota desde dentro, por ser una persona feliz. Todos están a gusto con personas que son felices de verdad, porque no son competitivas ni están buscando siempre a quién agredir con un comentario malicioso. No siempre tomamos conciencia de que a muchas personas que se nos cruzan en el día, tal vez nuestra sonrisa pueda ser la única que reciba. Es gratis y además puede desarmar a quien vive detrás de una coraza.
Una sonrisa sincera puede ser un alivio para un corazón que pasa por un momento difícil. Acercarse con verdadero interés en la persona, normalmente hace que el otro deje de estar a la defensiva. Y si me destrata a pesar de ello, puedo comprender que no es conmigo el problema y dejarlo ir, en lugar de enredarme en un conflicto que no tiene que ver conmigo.

Algunos consejos útiles

Amar y ser compasivo no significa exponerse innecesariamente al conflicto. Si las personas que vemos mal están abiertas a nuestra compasión y cercanía, podemos tratar de tener una conversación donde nos centremos en ellos y no en nosotros, ayudándoles a aliviar su tensión interior y a sentirse comprendidos. Hay veces que no nos dejan y hay que aceptarlo también porque es su decisión, su libertad.
Pero es importante que cuando se pueda dar el diálogo con alguien que se torne muy conflictivo, tener las conversaciones necesarias, no en exceso para no generar expectativas que luego se frustren. Al escuchar con atención y orientar al otro a hablar sobre sus problemas y no de nosotros mismos, hablando nosotros lo menos posible, evitaremos que malinterprete o tergiverse nuestras palabras.
Hay personas con baja autoestima que solo retienen lo que más les afectó de nuestros comentarios y no retienen el contexto ni las cosas positivas, agrandando y resaltando un comentario negativo que tal vez fue totalmente superficial e innecesario, o una interpretación equivocada del mismo. Cuando alguien es demasiado autorreferencial lo piensa todo en función de sí mismo y no sabe tomar distancia de los hechos o de lo que se le esté explicando. Por eso es importante ser claro, conciso y sin demasiados, reforzando lo que queremos comunicar.
Los gestos de gratuidad cotidiana, pequeñas cosas sencillas, no cuestan nada y hacen mucho bien a las personas que los reciben. Las personas que se sienten muy solas y aisladas no esperan nada de nadie y la gratuidad suele sorprenderlas, más todavía en un mundo dominado por la lógica del interés.
Finalmente, es importante conocerse a sí mismo, aceptarse y fortalecer la propia autoestima, aprendiendo que no siempre las actitudes negativas de los demás hacia nosotros se apoyan en algo que hayamos hecho, incluso a veces ni siquiera tienen que ver con nosotros. Darnos cuenta de esto nos ayuda a tomar distancia y ver al otro con compasión. Quien ejerce su liderazgo desde el amor y la compasión, gana en autoridad y en libertad.
(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para catequistas y alumnos. Prof. Luis Angel Maggi).

La Paz. Reflexiones para el alma. -28 - 05 - 2019 -

La perfecta paz

Había una vez un rey que ofreció un premio importante al artista que pudiera captar en una pintura, la perfecta paz. Se presentaron varios pintores para tratar de agradar al rey y poder ganar el jugoso premio.
Una vez que todos terminaron, las obras fueron expuestas delante del rey. Este observó con detenimiento a cada una de forma muy especial, pero solo hubo dos que realmente le impactaron. Tenía que elegir una y comenzó a observarlas con mucho detenimiento.
La primera era un lago muy tranquilo, como un espejo perfecto, donde se reflejaban las plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas había un cielo azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraban acordaban que esta pintura reflejaba la perfecta paz.
La segunda también tenía montañas, éstas eran escabrosas y rocosas. Sobre ellas había un cielo tormentoso, del cual caía un impetuoso aguacero iluminado con rayos. De la montaña bajaba un gran torrente de agua, formando una hermosa cascada. Éste no parecía mostrar ninguna paz.
El rey observó en este cuadro que, detrás de la cascada, había un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca y en sus ramas se encontraba un nido. Allí, en el rugir de la violenta caída de agua, estaba empollando plácidamente un pajarito. Después de observar minuciosamente un largo tiempo las dos pinturas, el rey se decidió por esta última.
Todos sus acompañantes se quedaron admirados y sin palabras ante su decisión. Uno de ellos dijo: - Su Majestad, usted no puede elegir ese cuadro, nada de lo que se ve demuestra paz, por el contrario, es hostil y perturbador. Entonces el rey, con la paz que le había reflejado la pintura, le explicó el porqué de su elección:
«Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Por el contrario, si tenemos verdadera paz en nuestros corazones, permaneceremos calmados, serenos y como el pajarito, nos mostraremos confiados ante el rugir de nuestros problemas cotidianos».


(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para Catequistas y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi).