Padre "Bernardo Vacchina". Misionero Salesiano. Fundador de la Casa de Rawson.(1859-1935).

       Padre "Bernardo Vacchina". Misionero Salesiano. (1859-1935).
     Nació en Ravignano, Asti, Italia el 25 de marzo de 1859.
     A los 20 años de edad zarpó para América, formando parte de una Expedición de Misioneros enviados por Don Bosco a las Repúblicas del Plata.
     Historia de un clérigo.
     El clérigo Bernardo Vacchina, alumno del Oratorio, vistió la sotana en otoño de 1876; Don Bosco le permitió que recibiera el hábito en el pueblo, para dar un gusto a su madre y al párroco, y  para dar un buen ejemplo. Quedó unos días en casa el nuevo clérigo, mientras Don Bosco fue a predicar los Ejercicios Espirituales a Lanzo.   
      Vacchina fue destinado al Oratorio para asistir a los recién llegados, que eran ciento setenta y al comenzar el Noviciado, le confiaron la asistencia ordinaria del primer curso del Bachillerato Superior, dividía las horas de su jornada entre esta ocupación y la vida de los novicios. Así transcurrió algún tiempo del curso 1876-77, hasta que un día Don Bosco le confió las clases del Primer Curso Bachillerato Inferior. ¿Qué me dices tú a ello?
-Pero, Don Bosco, soy  un muchacho vestido de sotana. ¡No soy capaz, créame!
-“¿Pero no sabes todas las asignaturas del primer curso?. Además, te indicaré quién te aconseje. “Mira, trata bien a los muchachos aconséjalos. ¡No mandes copiar treinta veces las oraciones!  Tráeme cada mes una de las tareas de los muchachos corregida”.
    El sacerdote en la semana le daba “un aviso sobre la manera de comportarse con el alumnado, de rezar por ellos, de darles buen ejemplo, de cómo contarles hechos edificantes, de darles ideas claras, tú no hables demasiado, sino de hacerles hablar a ellos, y de cuidar a los menos inteligentes, de recomendar a todos que se acercasen a menudo a los superiores. Le exhortaba también a trabajar para expiar los propios pecados, para adquirir méritos, para ejercitar la caridad con el prójimo, para no caer en las tentaciones”.
    Una vez le preguntó si tenía orden en clase. -No siempre, respondió Vacchina.
-“Mira, observó Don Bosco, si quieres ser obedecido y respetado, haz que te quieran, no todos los días serán tranquilos, pero ten fe”. Eso,Fe! Omnia possum in eo, qui me confortat. (Todo lo puedo en Aquel, que me conforta”).
    Algunas mañanas, Vacchina, al despertarse abrumado por el  pensamiento de la escuela, saltaba de la cama y daba un formidable puñetazo sobre la mesita de noche, gritando: -Omnia possum in eo, qui me confortat!
    Cipriano, su vecino de buhardilla, las primeras veces se asustaba y le preguntaba si estaba loco.  - Poco me falta, respondía Bernardo; pero enseguida se serenaba.
   -“Don Bosco, han finalizado las clases ¿cuándo y dónde haremos las vacaciones?
-¡En el Paraíso!... ¿No te gusta?... ¡Juntos en el Paraíso!
-Sí, pero de aquí a entonces...
-¿Y quién te asegura que falta tanto tiempo?
      El pobrecito se quedó cortado, y no resolló.
      Después de la confesión de los Ejercicios Espirituales, Vacchina presentó la petición de los votos perpetuos
      Don Bosco le dijo entonces:”Has hecho lo que has podido, estoy contento de ello; el próximo año te encargaremos el primer curso del bachiller superior. ¡Animo! ¿No te has arrepentido de estar con don Bosco?
-Te creo. Harás los votos; ¿pero cuáles?
-A mí me gustaría hacer inmediatamente los perpetuos.
-Y yo te lo concedo; pero sabes muy bien que no soy yo sólo; están también los otros superiores.
-Entonces haré los trienales. De todos modos mi propósito no cambia.
El clérigo Bernardo Vacchina  profesó  los votos perpetuos; y tomó a su cargo Primer  Curso Superior,
     Durante el curso escolar 1878-79 se le asignó a Vacchina el segundo curso de bachiller, con ciento treinta alumnos, bastante mal preparados; entre los que habían subido de la primera inferior había bastantes no aprobados, y de los de la primera superior solamente estaban los que no eran aptos para saltar al segundo curso, como se decía en la jerga corriente.
    Un día alzó la voz en el aula. - ¿Qué ocurre?
     - Que no puedo más con la clase. Tengo ciento treinta alumnos, que habría que dividir en diversas secciones, porque es muy grande la diferencia de unos con otros. Yo me mato, y no saco nada en limpio. con toda la paciencia del mundo, no  lograré hacer milagros. ¡Hace falta otra persona!...
    -Ya todo se arreglará, dijo Don Bosco, tú no tienes la culpa,.
     En efecto, dos días más tarde le sacaron veinticinco de los más atrasados,
     -“¡Hay que tener paciencia! Haz lo que puedas, y Dios hará lo demás; él no te abandonará en los apuros, en la Congregación hay muchos oficios, y todos para servir al Señor. El que no puede o no sabe hacer de director, de prefecto o algo semejante, hará de sacristán, y se ganará su premio. Por lo demás, el dar clase también abrirá tu mente y tu camino, ya lo verás”.

     Tuvo razón. Aquel año Vacchina hizo el servicio militar en el cuerpo de cazadores. (Soldados de tropas ligeras, llamados en italiano bersaglieri (N. del T.).

     El clérigo no se preocupaba mucho de la salud, ya que gozaba de constitución sana y robusta. Durante su bachillerato había sufrido una enfermedad grave, en cuya convalecencia, los Superiores pensaron, por consejo del médico, enviarlo a su casa; pero él se presentó a don Bosco y le dijo: -Los Superiores me quieren enviar a casa, pero yo no quiero viajar.
     - ¡Con que no quieres ir! ¿Y por qué?
      -  Quiero morir aquí, asistido por usted.
      Don Bosco estaba de pie, miró al joven como él solía hacerlo, levantó después los ojos al cielo y le dijo:“Vete a casa; tú no morirás todavía, sino que vivirás largos años”.
     Enviado Misionero a la Patagonia.
     El Clérigo Bernardo Vacchina, enviado por Don Bosco hacia América del Sur,  llegó a Montevideo en 1879 y fue destacado en el Colegio de Villa Colón. En 1882, viajó a Buenos Aires como el Secretario del Nuncio, al final del año, fue ordenado sacerdote  por Monseñor Juan Cagliero. Trabajó en el Colegio Pio IX y San Juan Evangelista de La Boca.
      El año 1887, su destino Misionero fue la Provincia de Río Negro, Viedma y al poco tiempo, cuando Mons. Juan Cagliero viajó a Italia para asistir a Don Bosco Moribundo, quedó Pro Vicario Apostólico de la Patagonia, interino,  con sede en Carmen de Patagones. En ese Colegio el Padre Ängel  Savio era  Director de Estudios y  el Padre Bernardo Vacchina, Párroco.

      Acciones Misioneras y Profanas.
      La obra civilizadora de la Comunidad Salesiana de Patagones, fue memorable.  El primer ensayo de aguas corrientes lo hizo Mons. Juan Cagliero para surtir a los colegios salesianos, creó en Viedma la primera farmacia confiando su atención al Padre  Evasio Garrone, quien introdujo en Viedma el primer instrumental para intervenciones quirúrgicas y  juntamente con el Padre Bernardo Vacchina, fundó el primer Círculo de Obreros del Sur. Ambos fueron  gestores entusiastas para  la implantación en Viedma de la Escuela Agrícola “San Isidro”, que en la mente de sus fundadores debía ser modelo de granja agropecuaria y seminario de agricultores cultos y laboriosos.
      El primer teléfono funcionó también entre los colegios salesianos de ambas márgenes del Río Negro, Viedma y Patagones. La primera luz eléctrica de Viedma, fue emanada de la usina  que los salesianos tenían en su Escuela Agrícola. El joven Padre Vacchina dirigió el primer equipo de fútbol de Viedma, “Flores del Campo”, y otro en Patagones, integrados con sus  alumnos y ex alumnos salesianos.
     En Carmen de Patagones fundó el periódico: ”Flores del Campo”, que circulaba entre los deportistas y pobladores. Fue un pionero en su afán evangelizador y misionero con la Buena Prensa.
     El afán por conocer su  nuevo solar, el lugar donde se realizaba el sueño del misionero,  frío y montañoso como aquel de su nacimiento, lo llevó a un rápido  aprendizaje ¿cómo se llamaba el árbol de hojas pinchudas?, "araucaria" y ¿el más robusto?  "alerce",  de cuyos troncos construían sus ranchos los nativos. Aprendió también que el pájaro chillón ante cualquier extraño, ¿se llamaba? "tero". Un vaquiano que lo acompañaba,  le mostró una manada de "guanacos" corriendo.

      El Padre Vacchina viajó a la ciudad de Rawson, Chubut.
     Según datos de la Biblioteca Pública Presbítero Bernardo  Vacchina, del Chubut, consigna que en Septiembre del año 1892 a bordo de la goleta "Monte León" desembarcó en la Patagonia, más precisamente a 3 Kms. de la ciudad de Rawson río adentro de la desembocadura del Chubut.

     El Sacerdote Salesiano Vicente Martínez Torrens, difiere en el nombre de la Goleta y amplía la información: “El 14 de Noviembre de 1892, el Padre  Bernardo Vacchina, se embarcó en la Goleta "Chubut" junto al maestro Raimundo Díaz y el Coadjutor Guido Marini, rumbo a Rawson. Cuando llegaron a su camarote, encontraron  la sorpresa: ¡ no tenían colchón !.
     Cuándo le preguntan al Capitán del navío cuál era el camarote que tenían asignado escuchó decir:
- El 2 y el 3.
- Pero no tienen colchón, dijo Vacchina.
- ¿Cómo, no lo han traído? Inquirió el capitán.
- No lo sabíamos.
- Bueno, será para la próxima vez. 
       “Luego de 18 días de dormir sobre la madera, retenidos por la calma y arreciados por las tempestades, entraron en la boca del Río Chubut, el 1 de Diciembre de 1892.  Al llegar, otra sorpresa: nadie los esperaba”.

     Fundación del Colegio Salesiano.
    “Al inicio  del año 1893 fundó el primer Colegio Salesiano del Chubut, en Rawson y creó una sala de primeros auxilios que se convertirá más tarde en el Primer Hospital de la ciudad, que recibió el nombre de “El Buen Pastor”.
      El Padre Misionero Bernardo Vacchina, apóstol infatigable, promovió en Rawson la refacción, ampliación y total reconstrucción de la primera iglesia, destruida por un huracán,  dedicada a María Auxiliadora el 23 de Mayo de 1897. (El año 2000 fue declarado Patrimonio Histórico de la Ciudad).  En los poblados de la región destacó Capillas, asilos, fundó  Escuelas, orfelinatos, creó grupos de acción de Fomento para la Comunidad, que él mismo visitaba con asiduidad, para administrar Bautismos y al mismo tiempo regularizar matrimonios.
     El 12 de Diciembre de 1915, aniversario del Centenario del nacimiento de Don Bosco, se inauguró en la torre del templo con telescopio el nuevo  “Mirador y Observatorio Meteorológico Don Bosco”.

      Para que los pobladores conocieran la obra de Don Bosco en Rawson  y  fuera difundida su palabra misionera y evangelizadora  en la Provincia, creó el periódico: “La Cruz del Sur”.

     En calidad de  Capellán acompañó al Gobernador Tello en su viaje de inspección por el interior del Chubut, en su cuaderno de viaje dejó un diario detallado de la expedición.

     El Padre Misionero Bernardo Vacchina, luego de 40 años de intensa actividad apostólica, ya fatigado y enfermo, se resignó viajar a  Buenos Aires, donde falleció  el año 1935 a los 76 años de edad.

      Homenaje.
      La difusión de esta breve reseña del Misionero Bernardo Vacchina, es un homenaje a todos los misioneros que entregaron sus vidas como testimonio viviente del Evangelio y al servicio de la Educación, según el carisma salesiano.

     Todos los días izaban la Bandera Argentina con sus alumnos en las escuelas donde se practicaba el respeto mutuo y el amor al trabajo, se fomentaba la vida de familia, el deporte y la música, alejados del lujo y la especulación.
     Los pobladores, arbolaron la zona, con plantas de sombra y frutales, criaban el ganado y  las aves de corral, cada familia cuidaba la huerta, sembraba  el maíz, hacía la  polenta, ordeñaba la vaca, porque el ideal era: ”cada uno debe producir al menos, lo que consume”. Bíblicamente se traducía en:”ganarás el  pan con el sudor de tu frente”.   
      Podríamos ponderar junto al Padre Bernardo Vacchina a tantos otros Salesianos Misioneros de la Patagonia, que contribuyeron eficazmente a su progreso y la  cultura. Todos supieron conjugar en armonía, Civilización con Evangelización, Cultura con Fe.
         Bibliografía.
 Cfr.1.  Biblioteca Pública Provincial: "Presbítero Bernardo Vacchina". Julio 23, 2004 
       2,  Bruno, Cayetano. ”La Evangelización de la Patagonia y Tierra del Fuego”. Edic.
            Didascalia, Rosario.1992.
       3. Martínez Torrens, Vic: Bernardo Vacchina. “Rawson, Casa madre del  Chubut”.1993.      
          5.  Del Col, José Juan (2001) y  Paesa , Pascual (1964 y 1970). “Acción de los Misioneros Salesianos   en la Patagonia”.                    

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