Manuel Belgrano y las inundaciones. -30 - 05 - 2017.

Manuel Belgrano y las inundaciones.
(Publicado en Sección Carta de Lectores del Diario La Capital. Martes 30-05-2017).

 Belgrano nació el 3 de Junio de 1770, fue Secretario del Consulado de Buenos Aires, desde 1794, y dijo: “esta responsabilidad que asumo, me otorgó  amplitud a mi imaginación, para ayudar a los Gobernadores, a tomar providencias acertadas para los pobladores y conciencia sobre el valor de la Cartografía y la Geografía, como elemento informativo en esta región costera y de numerosos cursos de agua”.

En la primera sesión del Consulado,  “la inteligencia de Belgrano impuso su liderazgo con una verdadera política de Estado”. En las Memorias del Consulado, “sembró ideas políticas y sociales, propuso trabajos, estilo de cultivos provechosos, aguadas permanentes para riego en la campaña en tiempos de sequía; terraplenes y canales para contener inundaciones, realizó estudios minuciosos de la población y de los terrenos planos, sorprendidos muchas veces por las torrenciales lluvias”. 

Elaboró un Censo, con Geógrafos y Técnicos en Hidrografía, de Europa; esta iniciativa halló eco favorable de inmediato, “para describir a las provincias y tomar providencias acertadas en favor de los pobladores”. Desarrolló un ambicioso “Plan de Trabajo”, que le permitió “difundir los buenos principios y desarrollar  la tendencia a un cambio estructural para las Provincias el Río de la Plata”. -Memorias Consulares-

En la Segunda Memoria, “incursionó en las utilidades del cultivo del lino y del cáñamo, 1796, además de la ganadería y el comercio del cuero”; en la Tercera  a fines de 1797  en presencia del  Virrey Antonio Olaguer y Feliú se pronunció a favor de la Unión de Comerciantes y Hacendados, “entendamos  que el Estado debe apoyar y estimular el progreso del comercio interno emprendiendo obras de infraestructura con buenos caminos, puentes, aguadas y canales”

.Recordaba que en Europa “se otorgaban recompensas a quienes realizaran nuevos plantíos y un premio por cada árbol arraigado; así en cantones de Alemania no se podía cortar árbol sin antes plantar uno nuevo y en Vizcaya todo propietario que cortaba un árbol debía plantar tres como repuesto para el futuro, pues ofrecerían sombra, humedad y contención a las inundaciones que malograban el trabajo realizado” (Mario Belgrano). “El Consulado otorgará  también un premio a quien manifestara el modo de  tener aguadas permanentes en la campaña”. (Consulado-1797). Estas ideas las difundía el  periódico  “Telégrafo Mercantil”, que dirigía el Coronel y abogado español  Don José Cabello y Mesa.

 Los proyectos y anhelos de bien común, ligados al Secretario, “notable estadista, innovador de la realidad que le tocó vivir, propagaron ideas adelantadas”. (B. Mitre). Creó las Escuelas de Dibujo y Náutica, 1799, referidas a la Navegación y al cuidado del agua  “sin cuyos principios nadie pudiese ser patrón de lancha o  controlador  del Río de la Plata y no solo dotar a una Marina Mercante; sino también navegar los ríos interiores”. Ambas fueron puestas bajo la protección de San Pedro Telmo. El Ingeniero Geógrafo Pedro Cerviño fue el Director, secundado por el Agrimensor Juan Alsina. Estos directivos colaboraron  con el “Semanario de Agricultura, Industria y Comercio”, fundado en 1802,  por Juan Hipólito Vieytes.
Belgrano Vocal de la Primera Junta, 1810, “creó también la Escuela de Matemáticas con el apoyo de Domingo Matheu, quien era catalán, piloto de naves, idóneo en cartografía e hidrografía”. (Memorias).

 Además del  Censo “fomentó la Construcción de Puentes, Caminos, Canales y Aguadas y creó el Seguro “La Confianza”, 1796, para proteger capitales criollos, a los timoneles, a los navíos y paliar los deterioros económicos producidos  por los accidentes”. Manuel Belgrano veía un problema moral que “reclamaba urgente atención para el mejoramiento social de sus paisanos en especial los que desarrollaban el pesado trabajo del campo”.

El  conocía por las Crónicas, “las inundaciones sufridas en la Segunda Fundación de Buenos Aires, 1580, si bien Garay eligió el alto de la barranca y demarcó el espacio para la Plaza Mayor y el primer plano de la ciudad, las inundaciones convivían en el poblado, por ello las nuevas construcciones debían responder  a un requisito topográfico, ser tierras altas, seguir las indicaciones de las Leyes de Indias,  para los asentamientos en el Nuevo Mundo, tierras planas y no anegadizas". 

Belgrano había sufrido la crecida de las aguas que “socavaban muros y ahondaban las calles, dejaban lagunas y pantanos a veces imposibles de franquear, en las  chacras, estancias y  poblaciones”. El  ideario Patriótico y Pedagógico Belgraniano, tendrá continuidad en estos tiempos que vivimos, con propuestas y realizaciones concretas.

Manuel Belgrano , antes de expirar el 20 de Junio de 1820, exclamó: “¡Ay Patria mía! cuántos males tienes todavía, espero que las nuevas generaciones los sepan remediar”.  A pesar de los años que nos separan, su pensamiento está vivo, nos acompaña y nos inspira.
Luis Angel Maggi – DNI.- 6.433.410.

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