Elogio de la queja de Messi y del "andá pa´llá". 11 - 12 - 2022.-

Elogio de la queja y del "andá pa' llá" Messi habló a viva voz, puso un límite plebeyo y se ganó así el clamor popular. Por Laura Vilche.- La Capital. -11 de diciembre 2O22 · Elogio de la queja y del andá pa llá A gran parte de la hinchada argenta le molestó que a Messi se lo tratara de vulgar en una nota de opinión del diario "La Nación". Sinceramente da risa ese título que desata justamente un aluvión de respuesta jocosas. Es un texto modelo para los estudiantes de comunicación y periodismo, porque es de manual: algo así como "todo lo que no se debe hacer para aspirar estar cerca o pertenecer a una clase dominante". ¿Hay alguna diferencia entre esa nota y las que publica la revista que envuelve en el "Tí" al colectivo más tradicional y conservador de mujeres de este país? Esta diatriba es un catálogo de "buenas costumbres" donde, cuando no, la protesta y la queja, son consideradas cuanto menos como disvalores y cuanto más como patología. "No tenemos que tener miedo a nadie", aseguran en el plantel Croacia sobre Messi Messi vivió con intensidad la definición de los penales ante Países Bajos. Argentina sigue haciendo historia en Qatar. Messi brilló y está a dos pasos de la máxima corona "Equipo extraño, de encanto camaleónico: sagaz, torpe, agazapado, intenso, rocoso, protagonista, quejoso, incómodo, muchas veces despistado", describe el autor de este diario porteño. Y más adelante lo califica de "salvaje", como ya lo hacía Sarmiento (en su época), cuando sostenía que el gran problema argentino era el dilema entre la civilización, lo urbano, y la barbarie del indio y el gaucho, hoy actualizado y circunscripto en los "negros", los "gorras", "planeros" y otras tantas acepciones. Me quedo en los adjetivos del periodista de La Nación por su contenido político y echo mano a un título del 1500, de la genial sátira "Ensayo de la locura" de Erasmo de Rotterdam, para elogiar a la "queja"; la que moviliza, visibiliza, enoja, defiende, verbaliza, saca del lugar de la sumisión y resiste. Erasmo en su sarcástico alegato se paraba frente a los poderosos de la sociedad y las jerarquías de la Iglesia de su tiempo ; con su obra los provocó y escandalizó. Y Messi, tal vez sin saberlo, les causó el mismo fastidio a las clases que siempre están por sobre las mayorías para educar, disciplinar, ordenar, higienizar, medir, ponerse como ejemplo a imitar, colonizar con sus ideas y costumbres y marcar cuáles son "los valores". Porque hasta ahora, este padre proveedor y de pocas palabras, preocupado de su trabajo y ocupado por la intimidad de su familia tipo, venía bien calificado. Pero se salió de quicio, y eso indignó, no era lo esperado. Así lo deja en claro el crítico periodista del diario que leen las clases más acomodadas como si fuera una Biblia. "Saber ganar es la auténtica medida de la conducta y los valores", instruye el editor. Y si todo esto ya fuera poco, encima este preceptor del buen decir y hacer lo expresa como en general lo hace la clase a la que representa: almidonado, de manera soporífera y tediosa. Aburren. Es que divertirse, festejar y reírse pueden ser verdaderas herejías, como bien lo cuenta Umberto Eco en su nombre de la Rosa. Y a las formas estos maestros las enumeran pedagógicamente desde la descalificación. Dice el escriba que Messi tuvo "aires pendencieros", se escandaliza por el Topo Gigio que le hizo a Van Gaal, como un carcelero pide expulsión para Paredes, habla de "desdicha" y "desbordes", "desenfrenos" y "maleducados", de actitud "descortés" e "irrespetuosa" que "parecen imprescindibles para trepar a la idolatría". Y cierra con una palabra de esta época que se instala rápido en los diagnósticos terapéuticos y como plaga en los libros de autoayuda: "Messi se intoxicó". Frente a toda esta torpeza cómo no elogiar la queja y la protesta por un grupo o colectivo, contra el silencio subordinado y cobarde. Recuerdo el primer cartel que leí en una marcha feminista en Chile que decía: "Neruda, cállate tú". También me sonreí, en ese momento como cuando leí esta vez lo de "vulgar", porque con aquella ironía al verso del Poema 15 de Neruda que dice "Me gustas cuando callas porque estás como ausente", las mujeres le decían al patriarcado, "no nos callamos más". Decían colectivamente y con todas las letras como ya lo había hecho Alfonsina: no seremos más blancas, ni castas ni alba. Del mismo modo, cuando por fin Messi habla a viva voz y a la vista de todos en representación de su equipo y su gente, como lo supo hacer Diego; cuando con su "andá pa' llá" hasta enfrenta las normas de la Real Academia, no es nada vulgar. Pone un límite, plebeyo, y expresa una queja elogiosa que se gana el más amplio clamor popular. ......................................

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