Padre José María Beauvoir. (1850 - 1930). Misionero.Fundador. Escritor.



        Padre José María Beauvoir. (1850 - 1930)
      José María Beauvoir, Giuseppe Maria Beauvoir, Nació en Turín el 1 de junio de 1850, Provincia del Piamonte. Recibido de maestro elemental en 1873, ingresó al Seminario Católico  y fue ordenado sacerdote en 1875. Este joven sacerdote católico el 8 de diciembre de 1878 fue enviado a las costas patagónicas por Don Bosco como misionero salesiano, para desarrollar su tarea en la Patagonia colaborando con el primer grupo de religiosos llegados en 1875.

         Su obra.
      Llegado a América, tras una breve permanencia en Montevideo, inició sus tareas docentes como Maestro de Grado y Asistente en el Colegio San Carlos de Almagro, 1879, de la ciudad de Buenos Aires. En 1881 viajó a Carmen de Patagones para colaborar con el recién designado cura párroco José Fagnano, con quien recorrió en los siguientes años las tierras del Neuquén y del Chubut.
      La amistad y la colaboración en los asuntos Misionales se afianzaron cuando el entonces Papa León XIII designó en 1883 a Monseñor José Fagnano, a cargo de la Prefectura Apostólica de la Patagonia Meridional, la Tierra del Fuego y las Islas Malvinas

          Capellán por el Desierto Patagónico.
       Durante el final de la Campaña del Desierto acompañó a la brigada del General Palacios, que recorrió el trayecto comprendido entre Choele Choel y el lago Nahuel Huapi. En 1885 se le otorgó la titularidad misional de la Municipalidad de Viedma.
      En 1884 la Alta Curia de Buenos Aires, lo nombra Primer Capellán del Territorio Nacional de Santa Cruz, donde realizó el primer casamiento de la región. En marzo de 1886 fue enviado por Monseñor Giovanni Cagliero, junto a Domingo Savio, a la Gobernación de Santa Cruz, convirtiéndose en los primeros en ejercer la enseñanza en la provincia.  

                                              

           Puerto deseado,Ushuaia, Punta Arenas
        Ese año recorrió el Estrecho de Magallanes junto a una comisión enviada por el entonces gobernador Carlos M. Moyano al Cabo Vírgenes. En 1887, regresaron ambos a Puerto Deseado en el vapor «Magallanes»; fuertes vientos provocaron el naufragio de la nave cerca de este puerto, los viajeros y tripulantes fueron  rescatados por el navío chileno «Mercurio» en viaje a Punta Arenas. Repuestos del susto viajaron a Ushuaia, donde Beauvoir tomó contacto con el Pastor John Lawrence, quien por entonces dirigía allí la Misión Anglicana.
      A principios de 1889, y luego de extensas tratativas con los gobiernos de Chile y Argentina, Monseñor Fagnano concretó su proyecto de creación de una misión permanente en la Tierra del Fuego, San Rafael Arcángel, estableciendo la misma en la Isla Dawson, cuyo primer grupo misionero encabezó Antonio Ferrero, tomando como objetivo el servicio a las comunidades Alakalufes, de la zona.

         Beauvoir viajó a Europa.Dscubrió aborígenes presos en una jaula.
        Ese mismo año viajó a Italia para reencontrarse con sus familiares y aprovechó con su espíritu estudioso e investigador, visitar la Exposición Universal de París, donde “vio como once nativos fueguinos fueron expuestos a tratos inhumanos y mostrados como artículos exóticos en una gran jaula”. 
        El Padre José Beauvoir, tras visitar la Exposición y percatarse de este acontecimiento, “dio  cuenta del abuso a los derechos humanos de aquellos, al Dr. Gonzalo Bulnes, representante diplomático chileno en dicha capital, el cual acudió en ayuda de los aborígenes”.
        En 1890 relató el suceso al Superior y Rector General de la Congregación Salesiana, Michele Rua, en una carta fechada desde Punta Arenas.
      En 1892 participó en la Exposición de las Misiones Católicas Americanas, y fue designado representante de las Misiones Salesianas en la Tierra del Fuego. El Padre Beauvoir viajó “acompañado de cinco aborígenes Alakalufes y de José Fueghino, uno de los llevados a la fuerza por Maurice Maitre a la Exposición Universal de París”.
     En 1893 Monseñor Fagnano fundó la segunda misión salesiana, llamada Nuestra Señora de la Candelaria, en Tierra del Fuego, allí estuvo José Beauvoir,  con el objetivo de albergar y atender a las poblaciones Alakalufes y Onas, “seriamente amenazadas por algunas actitudes tomadas por emprendimientos derivados del descubrimiento de la presencia de oro en los territorios en los que se encuentran sus poblaciones y por la cría de ovinos en los mismos, ambas actividades apoyadas por el gobierno argentino”. 
      Beauvoir obtuvo el permiso por parte de las autoridades para la “elección del sitio adecuado para organizar la entrega de lotes y la edificación; quedando las actividades misionales y servicios a la comunidad a su cargo”.
       Sin embargo, más tarde las mismas autoridades designaron zona de uso fiscal el lote 41 de la Tierra del Fuego, porción en la que se encontraba la misión Nuestra Señora de la Candelaria, lo que motivó profundas quejas por parte de Beauvoir y fricciones en la relación entre las misiones y el Estado Argentino. Por este hecho, en 1896 fue  desplazado en sus funciones. Le costó mucha angustia dejar a la comunidad “en organización” y volver a Punta Arenas.

         Investigaciones y Libros.
     Retirado a Punta Arenas, Chile, pensó dejar constancia de  toda su experiencia, comenzó a trabajar en sus escritos sobre lingüística y etnografía. Publicó en 1900 su Pequeño diccionario del idioma fueguino-ona, editado en Buenos Aires por la Escuela Tipográfica Salesiana, con un amplio éxito en los ambientes científicos de su época.
     El año 1907 publicaron en Turín su segundo libro: Piccolo album di ritratti di indigeni Fueghini e Patagoni e di varie vedute delle Missioni salesiani della Patagonia meridionale e della Terra del fuoco, ( pequeño álbum de retratos de aborígenes Fueguinos y Patagónicos y de varias apreciaciones de las Misiones Salesianas de la Patagonia Meridional y de la Tierra del Fuego); editado también por la Escuela Tipográfica Salesiana.
     En 1915 apareció en Buenos Aires su tercera publicación: Los Onas: tradiciones, costumbres y lengua.
       Seis años más tarde en 1921, publicó en Puerto Deseado, su residencia en ese tiempo, su cuarto y último escrito: Leyendas onas

         Puerto Deseado.
       En esta población, organizó, construyó y fundó en 1926, el Colegio Salesiano San José. De esta forma quedó plasmado su “espíritu educador y constructivo”, como se lo pidió Don Bosco, (1816-1888), igual que nuestro prócer el General Manuel Belgrano, (1770-1820),  quien organizó escuelas para sacar a los niños y niñas del analfabetismo y la holgazanería, al mismo tiempo que levantó mástiles para que flameara bien alto la Bandera  Argentina “símbolo de unión y libertad”.
     Sus contribuciones al estudio de la Etnografía y la  Lingüística aún hoy son reconocidos en los ambientes académicos, sobre todo lo que se refiere a la “extensa catalogación de actitudes y frases relativas a las costumbres cotidianas de los Selknam, (Alakalufes y Onas)”.

        Fallecimiento
      José María Beauvoir falleció el 29 de abril del año 1930 en Buenos Aires. Tres décadas más tarde, en 1960, sus restos fueron trasladados a su inolvidable Puerto Deseado.

        Cfr. Bibliografía.
           Boletín Salesiano. Notas sobre los  Misioneros Salesianos y la Patagonia. "Almas Gigantes".
       Borgatello, Maggiorino; Nella Terra del Fuoco. Memorie di un missionario salesiano; Turín, Società Editrice Internazionale, 1924
       Dumrauf, Clemente; Patagonia. Vida y obra de los misioneros salesianos en el sur argentino; Buenos Aires, Ediciones Continente, 2005
   
      De Agostini, Alberto María; “Le Missioni Salesiane fra gli indigeni della Terra del Fuoco” en Rivista Illustrata delle Esposizione Missionaria Vaticana; Ciudad del Vaticano, 1925.
     Seco, Ricardo Alfredo  (29 de diciembre de 2009). «Un fragmento de nuestra historia». La Opinión Austral. 6 de marzo de 2010.

1 comentario:

  1. Excelente nota, estimado Luis. Menos conocido entre nosotros que otros misioneros salesianos, como Cagliero, Fagnano, o el jesuita Mascardi, el padre Beauvoir hizo una gran obra, en lo misionero y en lo cultural. ¡Felicitaciones y gracias por la nota!

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