Los villanos más buenos de la Argentina
Los Bearded Villains recorren la noche porteña. ¿Qué hacen en ese tiempo?
Alguno dirá que dan miedo. Pero para otros, verlos venir es un alivio. Hombres de camperas de cuero, jeans, y tatuajes. Villanos con barba, tal como se autodefinen. Los Villanos con barba de Argentina son la filial local de una hermandad internacional que promueve, además de la barba, la caridad, la familia, el respeto y la lealtad.
Nacidos en Estados Unidos hace cinco años, en la Argentina son más de 70. Todos con barbas de más de cuatro centímetros, como marca la norma. Algunos más veteranos, otros más jóvenes. Entre sus miembros, uno con síndrome de down. Es que estos villanos no excluyen a nadie; todo lo contrario. Todos con perfiles de Instagram en los que por igual lucen sus fotos más “rudas” con las de sus hijos y seres queridos y distintas adhesiones a jornadas de concientización y solidaridad.
Todos solícitos a vivir su hermandad ayudando a los que lo necesitan. Los Bearded Villains recorren la noche porteña asistiendo familias sin techo, acercándoles comida, abrigo, y también un rato de conversación y compañía. Son salidas son semanales y en grupos que rotan integrantes. Es que todos trabajan, en las profesiones más variadas. Tatuadores, estudiantes, docentes, choferes, guionistas… Además de las salidas, para las que se organizan para buscar las donaciones y repartir, apadrinan comedores, entregan juguetes en hospitales durante los días festivos, entre otras actividades altruistas.
Esto es lo que hacen (Galería)
En las zonas que frecuentan, los más necesitados los conocen. Recientemente, hasta hubo niños que les regalaron dibujos al verlos, como todas las semanas, llegar con su solidaridad. Y estos días, hasta extendieron su espíritu solidario más allá de la frontera de Buenos Aires, ya que uno de sus miembros visitó la provincia de Chubut, en cuya meseta repartió abrigo y comida acompañando las necesidades de las familias de las zonas rurales, canalizando la ayuda reunida por la hermandad.
Entre los villanos argentinos los hay padres e hijos, que comparten la vocación solidaria y varias fotografías promoviendo la familia en redes sociales, tal como hace el fundador de la hermanada, Fredrick Von Knox. También esposas y familiares que, pese a no tener la barba, lucen con orgullo los distintivitos de una hermandad que derrumba prejuicios desde hace cinco años:
El capitán Mauro Ponti ha explicado en varias entrevistas que la finalidad del club, con presencia en más de 90 países, es desmitificar los prejuicios que existen sobre los hombres con barba y tatuajes. Él, que tiene un local de tatuajes, inició la filial local de la hermandad a la que se sumó su padre, Héctor. Ambos participaron junto con varios villanos de lo que fue el primer encuentro latinoamericano de filiales de Bearded Villains, durante la 15 edición del Tattoo Show en Buenos Aires.
A cinco años de su nacimiento, los Bearded Villains suman cada vez más miembros y filiales en distintos países. Lucen sus barbas cada vez con más orgullo; barbas que crecen. Como los frutos de un ímpetu solidario que no para de crecer.
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