El Exodo Jujeño de 1812.- 23 - 08 2021.-

EL EXODO JUJEÑO DE 1812. -21 de Agosto de 1812. - Antecedente del Exodo de Jujuy. - El 21 de agosto de 1812: ante la inminente llegada del ejército realista a Humahuaca, Belgrano ordena que la fortificación de la ciudad sea destruida. También determina que la vanguardia dirigida por Díaz Vélez se repliegue a Jujuy para constituir la retaguardia del éxodo planificado, en la marcha hacia Tucumán. - En ese día fueron colocadas en las torres de los bastiones varios barriles de pólvora con sus correspondientes mechas. Díaz Vélez, en previsión que los habitantes de Humahuaca sufrieran los efectos de la explosión, mandó que se retiraran unos kilómetros al sur. Desde las 6 de la tarde los pobladores en caravana se encaminaron hacia el lugar denominado San Roque. A las 9 de la noche, voló toda la fortaleza luego de una explosión que conmovió al pueblo. A continuación la vanguardia tomó el camino a Jujuy seguida de una numerosa columna de vivanderos. - Foto.-(en la imagen Belgrano, Díaz Vélez y la torre Santa Bárbara que fuera el campanario de una antigua Iglesia homónima construida en el año 1595 por los jesuitas. La iglesia había sido incluida en una fortificación que mandó a realizar Belgrano y destruida áquel 21 de agosto por orden suya al iniciarse el Éxodo Jujeño, de la cual se conservó solo la torre). - "Belgrano fue el último que abandonó la ciudad en la noche, incorporándose a las fuerzas antes del día siguiente ... - El enemigo se posesionó de aquella solitaria ciudad en medio de su total abandono ... Estaba desierta y desmantelada y espantado del aspecto tristísimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes,escribía el jefe realista Tristán a Goyeneche: "¡Belgrano es imperdonable por el bando del 29 de julio! ..." ............................................... -23 AGOSTO DE 1812: ÉXODO JUJEÑO. - Por el CPN:Esteban Domina. - 23-08 22021.- - Comparto un extracto de mi libro "Belgrano a corazón abierto" (Ediciones del Boulevard, 2020): El general Manuel Belgrano se había hecho cargo del Ejército del Norte, una fuerza maltrecha tras la primera expedición fallida al Alto Perú. En San Salvador de Jujuy, el 28 de julio de 1812, dispuso el éxodo en masa del pueblo jujeño, autorizándolo a portar sólo lo que fuera de utilidad y se pudiera transportar, e instando a destruir todo lo que quedase para que no fuera aprovechado por enemigo que se aproximaba. Era preciso dejar tierra arrasada, nada que pudiera servir a los realistas que bajaban desde la quebrada de Humahuaca. - Pese a la extrema dureza con que debió transmitir y hacer cumplir aquella orden terminante, en su fuero íntimo sufría a la par de aquella pobre gente que debía abandonar su terruño y lo que más querían para marchar hacia un destino incierto, plagado de malos augurios. El bando que disponía todo aquello era por demás contundente: - “Llegó pues la época de que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al Ejército auxiliador de mi mando, si como aseguráis, queréis ser libres, trayéndoos las armas de chispa, blancas, y municiones que tengáis o podáis adquirir, y dando parte a la Justicia de los que las tuvieren y permaneciesen indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no solo vuestros derechos, sino las propiedades que tenéis”. - A quienes más costaría convencer para que acataran la orden fue la clase alta de hacendados, comerciantes y parte de la aristocracia jujeña que parecía preferir el yugo español; y pese a la dureza de las conminaciones, no se logró del todo. A ellos les dedicó una parte del bando que los aludía de forma directa: - “¡Hacendados! apresuraos a sacar los ganados vacunos, caballares, mulares y lanares que hay en vuestras Estancias, y así mismo vuestros charquis hacia el Tucumán, sin darme lugar a que tome providencias que os sean dolorosas, declarándolos además si no lo hicieseis por traidores a la Patria”. - Urgida por la inminencia de la invasión, la doliente caravana partió de San Salvador de Jujuy el 23 de agosto de ese año de 1812; aquel día, pueblo y ejército marcharon rumbo a Tucumán. Al día siguiente las tropas realistas al mando de Pío Tristán ingresaron y tomaron posesión de la ciudad, pero la página de gloria ya estaba escrita. ..................................................... .Recuerdo del EXODO JUJEÑO.Facebook.(Agosto 2017). - El 23 de Agosto de 1812. - El Éxodo Jujeño nos plantea la existencia de dos valores en aquel pueblo: la presencia del General Manuel Belgrano con su liderazgo y el sentido de patriotismo (amor a su terruño). - Ante la amenaza que representaba el avance de las tropas realistas al mando de Pío Tristán, y no habiendo ejército para hacerle frente, el General Manuel Belgrano ordenó la retirada de todo el pueblo jujeño aplicando la estrategia de tierra arrasada.Caminaron por Jujuy y Salta hasta Tucumán. Pensemos que fueron 350 kilómetros, a 50 kilómetros por día, a pie, en carro, también llevaban animales. - Luego vendría el 24 de Septiembre de 1812 el triunfo en la Batalla de Tucumán y de Salta el 20 de Febrero de 1813. Estos patriotas sostenían así la Integridad Territorial. ..................................... EL EXODO JUJEÑO. La hazaña del Éxodo Jujeño, la brillante operación de Manuel Belgrano en la guerra de la independencia Hace 209 años, el creador de la bandera ejecutaba una de las estrategias más exitosas de la guerra: dejarle tierra arrasada al invasor español que amenaza al norte del país. Fueron cinco días y 250 kilómetros de marcha hasta llegar a Tucumán. La trama del repliegue y el triunfo del Ejército del Norte. - INFOBAE.Por Adrián Pignatelli - 23 de Agosto de 2021 - Manuel Belgrano, el de las misiones difíciles. Fue un enorme esfuerzo organizar el Ejército del Norte. El trabajo daría sus frutos Manuel Belgrano, el de las misiones difíciles. Fue un enorme esfuerzo organizar el Ejército del Norte. El trabajo daría sus frutos - Era difícil seguirle el paso en la calle y menos hablarle porque casi corría. Era de las personas que poco o nunca descansaban. Ese abogado devenido en general, de regular estatura, pelo rubio, de tez blanca, sin barba, seguramente se habrá lamentado de su suerte en marzo de 1812 cuando en la posta de Yatasto, Pueyrredón le pasó el mando del Ejército del Norte. - Más que ejército era un conglomerado de unos 1.500 hombres, de los cuales una tercera parte estaban heridos, mal vestidos y peor armados. Solo contaban con 580 fusiles, 215 bayonetas, 21 carabinas y 34 pistolas. - Manuel Belgrano se indignó por carta con su amigo Bernardino Rivadavia, secretario del Primer Triunvirato: “¿Se puede hacer la guerra sin gente, sin armas, sin municiones, sin pólvora siquiera?”. Como pasaría con todas las cartas que enviaría a Buenos Aires, no obtendría respuesta. - A sus 42 años, ya era un hombre acostumbrado a los esfuerzos. Venía de encabezar la campaña militar al Paraguay y ahora el gobierno le daba una misión casi imposible: reorganizar el ejército, levantar la moral de la tropa y mantener a raya a ciertos sectores de la oligarquía norteña que junto con miembros de la iglesia, mantenían contactos con el enemigo español. Además, arrastraba problemas de salud: sufría de reuma, tenía una fístula en un ojo y padecía problemas digestivos, que en las vísperas de la batalla de Salta, le hizo vomitar sangre. Se indigestaba con facilidad y en el norte contrajo paludismo. - Bernardino Rivadavia era secretario del Primer Triunvirato. A pesar de los pedidos de ayuda de Belgrano, solo le escribió para que se replegase a Córdoba, orden que el creador de la bandera desobedeció Bernardino Rivadavia era secretario del Primer Triunvirato. A pesar de los pedidos de ayuda de Belgrano, solo le escribió para que se replegase a Córdoba, orden que el creador de la bandera desobedeció - En noviembre del año anterior ofreció desprenderse de la mitad de su sueldo, “siéndome sensible no poder hacer demostración mayor, pues mis facultades son ningunas y mi subsistencia pende de aquél, pero en todo evento sabré también reducirme a la ración del soldado, si es necesario, para salvar la justa causa que con tanto honor sostiene Vuestra Excelencia”. - Ni bien llegó puso manos a la obra. Organizó la infantería en dos batallones, el 6°, el Cazadores del Perú y el cuerpo de Pardos y Morenos; unió a los Dragones y a los Húsares de la Patria y armó la Caballería Provisional del Río de la Plata. Además, al mando de Eustoquio Díaz Vélez formó el Escuadrón de caballería Patriotas Decididos compuesto por unos 200 voluntarios jujeños. Completaba ese ejército unos 60 jinetes de la Partida de Observación a cargo de Martín Miguel de Güemes. Creó una compañía de Guías, un hospital y un tribunal militar. La artillería era muy limitada y suplió la falta de bayonetas con lanzas. - En junio Belgrano separó a Güemes del ejército y lo envió a Buenos Aires. Aparentemente el salteño convivía con una mujer casada y compartían techo con el esposo de la mujer, que estaba amenazado por el salteño. El creador de la bandera se arrepentiría de su decisión, más aún luego de la derrota de Ayohuma. - A él también lo seguía una mujer. Desde marzo Josefa Ezcurra decidió acompañarlo y se alojó en Salta. Cuando se embarazó viajó a una estancia en Santa Fe, donde dio a luz a un niño, al que llamó Pedro Pablo y que fue criado por Juan Manuel de Rosas. - Los realistas, al mando de José Manuel Goyeneche, habían tomado Cochabamba y desplegaron sus fuerzas hacia La Quiaca. Según le ordenó el virrey Abascal debía avanzar hacia Salta con 2.000 hombres, dejar 1.000 en Suipacha y con destacamentos de 500 soldados realizar incursiones en Tucumán. - Ante esta amenaza del ejército español, y su inminente incursión sobre la quebrada de Humahuaca, Belgrano dispuso evacuar las poblaciones de Salta y Jujuy, llevándolas hacia el sur, junto con el ganado, alimentos, cosechas y todo lo que pudiera ser de utilidad al enemigo. - Pío Tristán, uno de los jefes de las fuerzas españolas, era un peruano que había sido compañero de estudios de Belgrano en la Universidad de Salamanca Pío Tristán, uno de los jefes de las fuerzas españolas, era un peruano que había sido compañero de estudios de Belgrano en la Universidad de Salamanca - El jefe realista era el peruano Pío Tristán, con el que había sido compañero de estudios en Salamanca. Delgado, de 1,50 metros de estatura, de trato cordial, ingenioso y muy avaro, siempre mantuvo una relación respetuosa, aunque no de amistad. Cuando se hizo cargo del Ejército del Norte, Belgrano le escribió: “Fui el pacificador de la gran provincia del Paraguay. ¿No me será posible lograr otra gran dulce satisfacción en estas provincias? Una esperanza muy lisonjera me asiste de conseguir un fin tan justo, cuando veo a tu primo y a ti, de principales jefes”. El primo al que aludía era Goyeneche. - No pudo convencerlo con palabras. Belgrano puso en marcha su plan que todo el mundo conoció el 29 de julio de 1812 con un bando que habrá hecho estremecer a más de uno. “Desde que puse un pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, en que se halla interesado el Excelentísimo Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata, os he hablado con verdad. Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal, al mando de Goyeneche, se acercan a Suipacha. Y lo peor es que son llamados por los desnaturalizados que viven entre nosotros y que no pierden arbitrios para que nuestros sagrados derechos de libertad, propiedad y seguridad sean ultrajados y volváis a la esclavitud. Llegó, pues, la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres, trayéndonos las armas de chispa, blanca y municiones que tengáis o podáis adquirir, y dando parte a la justicia de los que las tuvieron y permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no sólo vuestros derechos, sino las propiedades que tenéis”. - A los hacendados los conminó a trasladarse junto con su ganado, caballos, ovejas y mulas; a los labradores a llevarse el producto de sus cosechas y a los comerciantes a embalar todos sus bienes. A todo quien desobedeciera esa orden sería considerado traidor a la patria y fusilado. También sería pasado por las armas si encontrase a alguien que no se hubiese plegado a esa retirada y serían pasibles de la misma pena el que se manifestara contrario a las ideas patriotas o que intentase sembrar el desaliento y el desánimo. Nadie podía quedar detrás. “Sabed que se acabaron las consideraciones de cualquier especie que sean, y que nada será bastante para que deje de cumplir cuanto dejo dispuesto”, termina el bando. Lo que no pudo ser llevado se prendió fuego. Los españoles no debían hallar con qué alimentarse, con qué abrigarse ni donde cobijarse. El Exodo Jujeño fue una operación ideada y planeada por Belgrano, que posibilitó que su ejército triunfase en Salta y Tucumán El Exodo Jujeño fue una operación ideada y planeada por Belgrano, que posibilitó que su ejército triunfase en Salta y Tucumán Desde los primeros días agosto, los pobladores comenzaron la marcha hacia el sur, tomando varias rutas. A las cinco de la tarde del 23 de agosto de 1812 se retiró el ejército. Belgrano fue el último en abandonar la ciudad, al filo de la medianoche y alcanzaría al grueso de su fuerza a las tres de la mañana. Volvería como triunfador en marzo del año siguiente. A unas leguas de Jujuy, cerca de Cobos, hubo varias explosiones, y temieron que fueran cañones españoles. Pero lo que había ocurrido había sido el estallido de una carreta de municiones. Durante la marcha, Belgrano alentaba al que se retrasaba y reprendía al que infundía desánimo. Nunca se lo vio descansar. Temía que los españoles se adelantasen por la Quebrada del Toro y le cortasen el paso. Siempre decía que el enemigo sabía tanto o más que él de su propio ejército y no terminaba de confiar en sus espías. Fueron cinco extenuantes días de marcha, por un camino cercano a la actual traza de la ruta nacional 34. Cubrieron 250 kilómetros hasta llegar a Tucumán. Si bien la orden de Buenos Aires era continuar hasta Córdoba para salvar al ejército, fueron los propios tucumanos y salteños los que le pidieron permanecer para defenderlos de la invasión española. Le prometieron colaborar con hombres y caballos. El creador de la bandera vio una luz de esperanza cuando la retaguardia de su ejército, al mando de Díaz Vélez, derrotó a una avanzada enemiga en las orillas del río Las Piedras el 3 de septiembre, tomó prisionero a uno de sus jefes y eso levantó la moral de las tropas. El 14 de septiembre le hizo saber a Rivadavia que esperaría al enemigo allí. Luego de felicitarlo por haber sido padre recientemente, agregó que “se que el enemigo se acerca, pero me da tiempo de reponerme y, mediante Dios, lograr alguna ventaja sobre ellos. Retirarme más y perecer son lo mismo, además de poner a la Patria en mayor apuro”. Primera hoja del reglamento que el propio Belgrano redactó para el funcionamiento de las cuatro escuelas que proyectó crear con el premio que el gobierno le otorgó por sus victorias en Salta y Tucumán Primera hoja del reglamento que el propio Belgrano redactó para el funcionamiento de las cuatro escuelas que proyectó crear con el premio que el gobierno le otorgó por sus victorias en Salta y Tucumán No estaba errado. Las victorias de Tucumán el 25 de septiembre de 1812 y de Salta el 20 de febrero de 1812 fueron de importancia para mantener el control del norte. Por esas victorias el gobierno lo premiaría con cuarenta mil pesos, equivalentes a unos 80 kilos de oro, una verdadera fortuna, que destinó a la creación de cuatro escuelas. Una en Tarija, que se inauguraría en 1974; otra en Tucumán, que abrió en 1998; una tercera en Jujuy que comenzó a funcionar en 2004 y la que había pensado para Santiago del Estero no se sabe qué pasó. Es que el problema era que Belgrano caminaba demasiado rápido. ....................................................... EL EXODO JUJEÑO CONSIDERADO POR: EL Dr.Victor Nardiello. - El año 1812, en la vida de Manuel Belgrano no fue uno más. Enarbolará por vez primera la bandera nacional de su inspiración, en la Capilla del Rosario; se hará cargo del Ejército del Norte; el 25 de mayo hará bendecir la bandera nacional. Además, sus victorias militares de Las Piedras, el 3 de setiembre y la de Tucumán, el 24 del mismo mes. Pero habrá algo más. - El ejército español seguía avanzando y el estado de las fuerzas al mando de Belgrano era deplorable. Y se lo hacía saber a Rivadavia : “… ¿ Se puede hacer la guerra sin gente, sin armas, sin municiones, ni aún pólvora? Además le pide que se lo ayude a la velocidad de un rayo y lo fundamenta: “…No por mí, pues al fin mi crédito es cosa de poco momento, sino por la patria…” - Los realistas que habían saqueado la ciudad de Chuquisaca ; Jujuy peligraba, no había duda; algo había de hacerse . Y lo hizo. Decidió afrontar el peligro en ciernes con una drástica medida; además, heroica. Todos, ejército y población deberían abandonar la ciudad y bajar hacia Tucumán o más allá si era necesario. Pero además, deberían dejar “tierra arrasada” ; esto es, los realistas al llegar no deberían encontrar nada de utilidad. Alimentos, animales de carga, objetos de metal, mercaderías, Había que llevarse el ganado, destruir los sembrados, las propiedades. No debía quedar ningún ser vivo .Todo. Los remisos fueron advertidos: serían fusilados y sus haciendas destruidas. - Los pueblos de Salta y Jujuy escucharán su bando del 29 de julio, en el que les recordará que: “…nunca les dije otra cosa que la verdad; que los relistas se acercan a Suipacha; que lo peor es que son llamados por los “desnaturalizados” que viven entre nosotros para que se volviera a la esclavitud. Y les pedirá que se unan al ejército auxiliador. Al pueblo le dirá: “…yo no oigo los clamores de los particulares, sino el bien general de la Patria y éste es el que me ha obligado a dictarlo ( al bando) ¡¡ Vencer los imposibles!! Y organiza el cuerpo de caballería conocido como “Los Decididos”, integrado en su mayoría por jóvenes jujeños y salteños. Provocó un sacudón. Tomaron conciencia de la situación y, al decir del general Paz, “daba una solemne lección de patriotismo…” El bando se cumplió. - , el general realista, caída Suipacha apuntó hacia Tucumán. Por ello Belgrano destacó a Díaz Vélez para que los detuviera con Los Decididos. Había que ganar tiempo. El 23 de agosto comenzó su marcha el éxodo hacia Tucumán. El 24 de llegaron los realistas confiados que podían dominar a los patriotas y…. fueron derrotados en Las Piedras. - La marcha del pueblo jujeño fue de 50 a 60 km diarios, para cubrir los 250 km, donde la férrea voluntad de Belgrano pudo concretar, quién semanas después, el 24 de setiembre, derrotaría a los realistas en la gloriosa batalla de Tucumán, clausurando el paso realista por la frontera del norte. Luego, con la victoria en Salta, pondría el cierre definitivo a la frontera norte. Conviene recordar algunos pensamientos de Manuel Belgrano para comprender el éxodo jujeño. La coherencia del héroe entre su pensar y su hacer. - Los hombres no entran en razón mientras no padecen…” “… Lo que creyere justo lo he de hacer, sin consideraciones ni respetos de nadie….” “…El miedo solo sirve para perderlo todo….” - Algo más. Pensar en el sacrificio de aquellos pobladores, a la distancia es hasta difícil de comprender en su real dimensión. Hagamos un ejercicio. Supongamos que hoy se nos pida quemar el auto, incendiar la casa, el departamento, las casa de fin de semana con todo sus muebles y artefactos. La ropa, llevarnos los animales. Ah, y, además, irnos de Rosario. ¿Cuál sería la conducta? Claro, no tendríamos un Belgrano que lo pida… .............................................. Asociación Belgraniana de Morón. Envíó este retazo de historia. - El 24 de Agosto de 1812. - El 24 de agosto de 1812: Díaz Vélez y Zelaya, en la Retaguardia del Éxodo, son atacados por los realistas. - El general Díaz Vélez queda a cargo de la retaguardia y junto al capitán Zelaya sufre el fuego del enemigo. Es un cuerpo de doscientos hombres el que frena su avance. La tropa marcha a pie debido la “dificultad de los caballos que, a más de estar flaquísimos, son escasos, me tiene en los mayores apuros, conociendo la importancia de aquella medida para sostener la retirada”. - Díaz Vélez integró su batallón con gran parte de la tropa del Regimiento de Decididos, que se habían formado con el aporte de jóvenes quebradeños, de San Salvador y varios tarijeños. Estos tenían la misión de “retardar la marcha del enemigo mediante ataques de flanco que no comprometan su tropa". .......................................

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