Ovidio Lagos. Fundador de La Capital. Su deceso. -13 - 08 - 2021.-

- HISTORIAS DE ARCHIVO A 130 años: - Ultimos días, muerte y legado de Ovidio Lagos. - Archivo Histórico Diario La Capital - El fallecimiento del fundador del Diario La Capital el 13 de agosto de 1891 causó gran conmoción pública. Aquí un relato de cómo fue ese final y también de su vida - - Diario La Capital. Viernes 13 de Agosto de 2021 Por Orlando Verna Un grabado se muestra cargado de alegorías sobre la personalidad y la labor periodística de Ovidio Lagos. - Como un guerrero de la Antigüedad, llevaba sus heridas a cuestas. Gastado por la lucha de defender a espada y a pluma sus ideales, a los 65 años Ovidio Lagos lucía como un hombre bastante mayor de lo que era. De allí que su iconografía lo muestre con barba y patillas blancas y tupidas, símbolos de fortaleza y virilidad, casi como un patriarca de la libertad de prensa y del federalismo argentino. De faz risueña y franca, afable y jovial, de fantasía exuberante, en el diario le decían "el Viejo". Lagos había tenido una vida agitada, fue impresor y periodista, era para 1891 diputado nacional y dos meses fueron suficientes para apagar su llama. Su fallecimiento, el 13 de agosto de ese año, causó gran conmoción pública. Esta es una pequeña crónica de cómo fueron las últimas batallas del fundador del Diario La Capital y las repercusiones de su muerte, sucedida hace 130 años. - De entre sus elecciones políticas, Ovidio Lagos había apoyado al Partido Autonomista Nacional en Santa Fe y se alineó con la candidatura presidencial de Miguel Juárez Celman en 1886. Dos años después, el periodista fue elegido diputado nacional, junto al abogado Benjamín Basualdo. El 27 de abril de 1888 Ovidio Lagos presentó ante el Congreso el certificado que lo habilitaba como diputado electo por la provincia de Santa Fe con mandato hasta 1892. - Cabe recordar que entre 1864 y 1905, el Congreso de la Nación funcionó frente a la porteña Plaza de Mayo, en la esquina de las calles Balcarce e Yrigoyen, donde hoy está el edificio de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip). Será en 1885 que se llame a concurso internacional para la construcción de su actual edificio, en 1889 que se le otorgue el solar de la avenida Entre Ríos, en 1906 que se inaugure sin final de obras y en 1946 que se termine. - Recinto de la antigua sede del Congreso Legislativo Federal que aún se conserva frente a la porteña Plaza de Mayo / Diario La Nación. - Pueden chequearse en las actas históricas del Congreso de la Nación algunos de los proyectos presentados por Lagos como legislador. Quizás los más importantes sean los de ordenar el dragado del paso Martín García y otros en el Río de la Plata para potenciar su uso comercial, y solicitar la separación administrativa de los distritos de Santa Fe y Entre Ríos en la Justicia federal. También se destacan obras públicas en la provincia de Corrientes, sobre el río Tercero en Córdoba y sobre el Carcarañá en Santa Fe. Aunque seguramente el más recordado sea la erección del monumento conmemorativo del Combate de San Lorenzo del 3 de febrero de 1813 en las barrancas de esa ciudad. - Tras la Revolución del Parque, el presidente Juárez Celman renunció en agosto de 1890 a su cargo y fue reemplazado por su vice, Carlos Pellegrini. El nuevo mandatario ofreció su habitual mensaje al Congreso Legislativo Federal el 9 de mayo de 1891 y, en el acta de esa sesión, consta la presencia del diputado Ovidio Lagos (no confundir con Hilario Lagos). - Transcripción oficial de la sesión del Congreso Legislativo Federal del 9 de mayo de 1891 abierta por el nuevo presidente de la Nación, Carlos Pellegrini. Entre los diputados presentes figura Ovidio Lagos / Honorable Cámara de Diputados de la Nación. - Indicios, agonía y muerte - Tras los primeros meses de 1891, la vida de Lagos fue apagándose. Según cuenta Carlos M. Lagos en su libro, las responsabilidades legislativas y los periódicos viajes a Rosario, ya que prácticamente vivía en Buenos Aires, se le hicieron penosos. Pese a sus padecimientos, continuó concurriendo a la Cámara de Diputados y hasta presidió alguna reunión de ese período legislativo en sustitución de su titular. - Las mismas actas del Congreso quizás ofrezcan un indicio de la relación entre su labor como diputado y su salud. Habían pasado 10 días de la apertura de sesiones y el 20 de mayo de 1891 entraba en el Congreso Nacional un expediente con otro pedido (figura uno anterior de 1888) de Ovidio Lagos para ausentarse de sus funciones por un mes. Se infiere por las fechas que se trató del último trámite de Lagos como diputado nacional. - Acta de la Cámara de Diputados de la Nación en el que consta quizás el último trámite de Lagos como legislador por Santa Fe / Honorable Cámara de Diputados de la Nación. - Y como se narra en su biografía en el tomo de 100 años del Diario La Capital, “tomó el tren por última vez a Rosario” y se instaló en su casa de Córdoba entre Libertad y Puerto (Sarmiento y San Martín). Sorprendió a propios y extraños que ya no hiciese visitas a la imprenta. Su deteriorada salud no se lo permitió. - Aquel calendario legislativo coincide con este relato. Se presume entonces que si bien Ovidio Lagos estaba enfermo, su estado de salud se deterioró rápidamente. Fueron 60 días de convalecencia en los que no hubo medicina que lo salvara. Fue inquietante estar ante "la figura de un hombre hace poco lleno de robustez y energía" convertido "casi en un esqueleto". Según el diario, "quienes le hayan visto en su larga y penosa agonía, tardarán mucho en borrar de su mente la huella de una impresión profunda". - Para el miércoles 12 de agosto las esperanzas vitales se derrumban pues, según informaba el diario, Lagos “hállase agonizando” y “ha recibido ya los auxilios espirituales”. En la edición del jueves se aventuraba que “quizás cuando La Capital salga en circulación, la vida de este hombre laborioso habrá ya pagado su tributo á la eternidad”. - Y así fue. Rodeado de “la familia y los íntimos amigos”, Ovidio Lagos falleció el 13 de agosto de 1891 a las cinco de la tarde, pocos días antes de cumplir los 66 años. - Tapa del Diario La Capital del 14 de agosto de 1891 con el aviso fúnebre e invitación al sepelio de su fundador, Ovidio Lagos / Archivo Histórico Diario La Capital. - Una vida agitada - Ovidio Lagos había nacido el 31 de agosto de 1825 en la ciudad de Buenos Aires y era el único varón junto a tres hermanas, hijos de la familia integrada por Joaquín Lagos y Norberta Nim. Él era un comerciante minorista, luego mayorista, y ella era hija del capitán del Virrey. Ovidio empezó a los 10 años la escuela y, cuando su familia se mudó a Montevideo en 1836, debió ponerse a trabajar como dependiente de un almacén, una ropería y una mercería. En 1846, cansado de mucho trabajo y poca retribución, decidió dedicarse a la tipografía. De regreso en Buenos Aires, revistió en la imprenta de don Pedro de Angelis. Una economía más holgada le permitió el mantenimiento de su familia. Fue a fines de 1847 que contrajo matrimonio con la joven Eulogia Aguirre, supuestamente descendiente de la familia Marques de Córdoba. - En 1854 defendió, siendo hasta jefe de batallón, la ciudad de Buenos Aires de los saqueos producto de la derrota de Juan Manuel de Rosas a manos de Justo José de Urquiza en la Batalla de Caseros. Su perfil combativo le valió su primer exilio en Paraná en 1857. Tras la Batalla de Pavón de septiembre de 1861 volvió a Buenos Aires y se dedicó de lleno a la imprenta y al periodismo. Trabajó en el periódico “El Nacional Argentino” y otras imprentas, hasta que Juan Chassaing le ofreció regentear “El Pueblo”. Cuando Urquiza se hizo de la propiedad del diario, Lagos recibió “propuestas que le auguraban nuevos horizontes” y que contemplaban trasladarse a otra ciudad. - Fue así que Ovidio Lagos arribó al Rosario a principios de agosto de 1867. Se empleó en una tipográfica y recibió del comerciante, banquero y un año después gobernador de Santa Fe Mariano Cabal una nota de recomendación para presentarla ante Urquiza. Hacia el Palacio San José de Concepción del Uruguay partió Lagos en octubre y regresó con los recursos para fundar un diario, cien suscripciones y la distinción del vencedor de Rosas. El 15 de noviembre de 1867, junto a su colega Eudoro Carrasco, fundó el Diario La Capital. - Lagos le dio a La Capital casi 25 años de trabajo en el que blandió su pluma a favor de sus ideales, que muchas veces no eran compartidos con las autoridades. Y si bien parecen haber sido muchas las luchas y las alegrías, los cambios políticos hicieron que también el diario fuera censurado y hasta clausurado, y Ovidio Lagos encarcelado. - La persecución se hizo implacable y hasta se habla, puñal mediante, de un intento de asesinato por el cual Lagos emigró a Buenos Aires dejando en la dirección del periódico a su hijo Ovidio Amadeo Lagos. Regresó luego de la Revolución de julio de 1880. Fueron años de reconocimiento y de arduo trabajo en pos de causas políticas, sociales y solidarias, y en 1888 juró como diputado nacional por Santa Fe. - Exaltación. - El 14 de agosto de 1891, la noticia de la muerte de Lagos estaba en La Capital precedida por la locución latina “Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque turres (La pálida muerte hiere con el mismo pie las tabernas de los pobres y las torres de los reyes)” del siglo I AC atribuida al poeta Horacio. El texto está firmado por La Redacción. - “El añoso roble que ha resistido los embates de furiosas tempestades, ha caído por fin herido por el rayo destructor de la muerte”, expresa la necrológica y agrega: “Es un golpe fatal, que aunque lo esperábamos dado el carácter gravísimo de la enfermedad que lo aquejaba, nos ha contristado el alma, ofuscado el entendimiento, embargado los sentidos y paralizado la acción, hasta el extremo de no encontrar frases para expresar el dolor intenso que nos ha producido su desaparición del mundo de los vivos”. - Interpretación de la "personalidad vigorosa" de Ovidio Lagos en el trazo del pintor rosarino Julio Vanzo / Archivo Histórico Diario La Capital. - El diario se preguntaba "qué circunstancias llevaron al extinto desde el modesto taller tipográfico hasta los escaños del Congreso" y se respondía: Lagos era un “ferviente apóstol del progreso”, para lamentarse: "Este espíritu fuerte, batallador incansable, amigo afectuoso y espansivo, carácter templado por la lucha, ha caído". Sumaba a sus virtudes ser "franco y caballeresco hasta el extremo; leal, pundonoroso, honrado y viril hasta el sacrificio". - La Capital exaltaba: "Podemos repetir al pueblo, con plena conciencia: Habéis perdido uno de vuestros más nobles y leales defensores", para finalmente resignarse: “Ante esa ley natural que conserva el equilibrio universal: nacer, crecer y morir, inclinémonos con respeto”. - El Diario La Capital suspendió sus publicaciones hasta el martes “como homenaje tributado a su memoria”. - Exequias - Si bien hacía "dos meses que la ciencia había pronunciado su fallo", la noticia de la muerte de Lagos fue de gran conmoción pública. Rápidamente el jefe Político de Rosario, José García González, comunicó la defunción al Ministerio del Interior de la Nación y al gobierno de la provincia de Santa Fe. Ambas autoridades decretaron que la enseña nacional se izara a media asta en edificios públicos de Buenos Aires y Rosario. El gobernador Juan M. Cafferatta envió una carta de condolencias, decidió que el Batallón de Bomberos y la Banda de Policía le brindaran honores. - El mismo 14 de agosto se publicó en La Capital una pieza gráfica que era una “única invitación” al sepelio. Estaba firmada por la esposa y el hijo, nietos y demás deudos de Lagos. - La capilla ardiente en la casa mortuoria duró toda la noche del 13 y la mañana del 14 mientras "gran número de persona distinguidas", "comisiones populares" y "numerosos caballeros é hijos del pueblo" acudieron a "ofrecer sus servicios y darle el pésame a la familia". - El féretro con los restos mortales de Lagos partió desde la casa de velatorios de Domingo Rossi de calle Córdoba 644 a las tres de la tarde mientras los Bomberos ejecutaban la marcha fúnebre. Primero a pie en dirección a un servicio religioso en la iglesia Catedral a cargo del párroco Luis A. Niella y luego acompañado por un “convoy fúnebre” de "ochenta y tantos carruajes (...) y hasta cien" que medían "seis cuadras" por Córdoba, el bulevar Santafecino (Oroño), 9 de Julio y avenida Plata (Lagos) hasta el Cementerio del Salvador. - Las costumbres de la época hicieron que miles de personas cubrieran el trayecto del cortejo. Debido al desborde de sus conciudadanos, la procesión se hizo desordenada. En la necrópolis se escucharon discursos de dos de sus amigos, Manuel López Zamora y Ferretti, Benjamín Day por el Club Industrial, el director del semanario La Idea Herman Both y Casajuana por La Prensa, y el jefe Político José González García en nombre del gobierno provincial. Sobresalieron los arreglos florales del jardinero del ferrocarril, Agustín Mozzacchiodi. El cuerpo se depositó en el panteón del señor don Pastor del Campo. - Fue infructuosa la búsqueda de datos sobre la dolencia que aquejaba a Lagos. De todos modos, hay una explicación cultural: en esos tiempos, como una forma de respeto, no se hacía alusión directa a las enfermedades, y menos aún existía el morbo por la decadencia del cuerpo y su exposición. Con seguridad, se trató de una enfermedad terminal que lo postró y, en 60 días, lo mató. - Homenajes - El martes 18 de agosto, La Capital volvió a la calle después de los días de duelo dispuestos por la muerte de Lagos. En ese edición se encuentra un desplegado texto que se titulaba “In Memoriam. Ovidio Lagos. Falleció el 13 de agosto de 1891”. - El fallecimiento de "El viejo", como lo llamaban "por cariño", (...) “ha repercutido en toda la ciudad como si se tratara de una desgracia particular de cada uno de sus vecinos". Se debe, según el diario, a “una especie de fascinación” que Lagos ejercía "como hombre que en medio de las más ásperas luchas de vida no ha perdido nunca el entusiasmo más noble" y a que "ha tenido siempre palabras de aliento para las causas humanitarias". - El 19 de agosto La Capital reproduce una larguísima lista de adhesiones póstumas, entre las que se visualiza la del ex y futuro presidente, y hombre fuerte de la época Julio A. Roca / Archivo Histórico Diario La Capital. - publican en días siguientes infinidad de cartas y mensajes en recordatoria de Lagos firmadas por personalidades santafesinas, nacionales y extranjeras. Expresaron su pesar también los diarios La Prensa, La Tribuna, La Nación, El Nacional, El Diario, El Mensagero, El Municipio, La Idea, Sud-América, El Argentino, Deutsche La Plata Zeitung, L'Operario Italiano, L'Italia y La Nación de Montevideo, La Libertad de Córdoba, El Autonomista, Nueva Época, El Correo Español, La Patria de Dolores, La Opinión de Zárate y El Día de La Plata, entre otros. - El 19 de agosto otra hoja en su honor ilustraba la situación: "Ovidio Lagos ya no existe. Acaba de bajar al sepulcro el periodista activo, modesto y laborioso (...) llevando en su mano el componedor y los tipos que impulsan la civilización de los pueblos por medio de la hoja diaria impresa". - Como corolario, se hizo un compromiso público: "Este diario, siguiendo las huellas del camino que le ha sido trazado por su fundador, procurará ser el reflejo fiel de los sentimientos generosos y elevados que inspiraban á Ovidio Lagos". Para finalizar: "La Capital será el eco que constantemente recuerde al pueblo la personalidad del señor Ovidio Lagos". - Tras la muerte de Lagos, el diputado y presidente en varias ocasiones del cuerpo, Lucio V. Mansilla, presentó en la Cámara con fecha 17 de agosto de 1891 un proyecto de ley para que la viuda de Lagos, Eulogia Aguirre, siga recibiendo los beneficios de su dieta como legislador hasta la terminación de su mandato en 1892. - En 1952 fue inaugurada la composición presidida por la escultura de Ovidio Lagos en la ochava suroeste de la avenida que lleva su nombre y Pellegrini / Diario La Capital / Silvina Salinas. - En su homenaje, según Calles de Rosario, la antigua avenida Plata lleva desde 1916 el nombre de Ovidio Lagos y surca la ciudad desde Rosario Norte al Sur hasta el límite del municipio. - Una escultura con la efigie de Ovidio Lagos, realizada por el artista italiano Nicolás Antonio de San Luis en el marco de una composición creada por los arquitectos Carlos F. Lange y Luis A. Rébora, e inaugurada en noviembre de 1952 para el 85º aniversario del Diario La Capital, corona el cruce con avenida Pellegrini dando la bienvenida desde la ochava suroeste al Parque de la Independencia. ......................................

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