Poemas. Patria y traición. Gran poeta Espronceda- - 03 - 07 -2021.-

- Envío de José Luis Petrocelli. - Poema de José de Espronceda (1808 - 1842). Oigo, patria, tu aflicción, y no entiendo por qué callas, viendo a traidores canallas despedazar la nación. Dando a un ingrato felón estúpidas concesiones, están haciendo jirones esta tierra milenaria, de gente, ayer solidaria, y hoy podrida de ambiciones. Lloras, porque te engañaron los que lealtad prometieron, los mismos que te aplaudieron, y la Ley corroboraron. Alevosos, traicioneros, bellacos y desleales, la convivencia entre iguales rompen con su felonía, y han de acabar la porfía, en inmundos cenagales. Buscando solo engañar, distorsionaron la historia para turbar la memoria de las gentes del lugar. Anhelantes por medrar, con su estúpida insolencia, rompieron la convivencia entre familias y amigos; requiere firme castigo su ruin malevolencia. Un tipo poco honorable quiso imponer sus ideas con maneras maniqueas, fraudulentas, miserables, arteras y despreciables. Medio milenio hermanados no lo separa un tarado dirigente provinciano, por mucho discurso vano que largue desde su estrado. ¡Basta! Gritó el pueblo fiel por toda la piel de toro. ¡Basta! Clamaron a coro los españoles de bien. ¡Basta! Poned pie en pared a tanta provocación y cortad la humillación de estos cuatro hijos de perra, ¡No se trocea esta tierra, somos una GRAN NACIÓN! - José de Espronceda. -------------------------------------- Canción del pirata -Poema - de José Espronceda.- - Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín: bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar riela, en la lona gime el viento, y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y ve el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Stambul¹. Navega, velero mío, sin temor; que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés, y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única patria, la mar. Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra: que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie impuso leyes. Y no hay playa, sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho, y dé pecho a mi valor. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única patria, la mar. A la voz de “¡barco viene!” es de ver cómo vira y se previene a todo trapo escapar; que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer. En las presas yo divido lo cogido por igual: solo quiero por riqueza la belleza sin rival. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única patria, la mar. ¡Sentenciado estoy a muerte! yo me río: no me abandone la suerte y al mismo que me condena, colgaré de alguna antena, quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? por perdida ya la di, cuando el yugo del esclavo, como un bravo, sacudí. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única patria, la mar. Son mi música mejor aquilones: el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y del trueno al son violento y del viento al rebramar, yo me duermo sosegado, arrullado por la mar. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única patria, la mar. ...................................................... LA GUAJA. de Vicente Neira. - ¡Ven acá granuja! ¿Dónde andas so guaja? Hoy te mondo los huesos a palos, no llores ni huyas por que no te escapas, yo no sé lo que hacer ya contigo me tienes muy harta, a ti ya no te valen palabras, a ti ya no te valen razones, ni riñas, ni encierros, ni golpes, ni nada. - Te dije al marcharme: levántate pronto y estira esos huesos y dobla las mantas y enciende la lumbre y arrima el puchero y enjuaga las ollas y barra la casa. - Y vengo y me encuentro grandísimo pillo, la lumbre sin brazas, la puchera sin caldo ni prigue, la vivienda peor que una cuadra, la burra sin pienso, las pilas sin agua. ¿Segaste la hierva? ¿Trajiste la paja? ¿Regaste los tiestos? ¿Cerniste la harina? ¿Clavaste la estaca? ¿Comió la cordera? ¿Bebió la lechona? ¿Cogiste los huevos? ¿Mudaste la cabra? ¡Hum! ¿Y a ti qué te importa? ¿para qué quieres cansarte? Si aquí está la burra que todo te lo haga. Te piensas granuja que al estar tu madre hechita una negra quemándose el alma, mientras tu me malgastas el tiempo que da más que lástima, hecho un ropa suelta... hecho un rajamantas... por esas callejas detrás de los perros, por esos regatos tirando a las ranas, o cogiendo nidos en las zarzamoras, que así estás de lindo grandísimo guaja. ¿Y ese siete tan guapo en la blusa? ¿Y esos pantalones tan llenos de manchas? ¡Hum! ¡Qué gorra más limpia! ¡qué medias tan majas! ¡qué pelos tan lindos! qué cuello, qué puños, qué codos, ¡qué mangas! Yo no sé lo que hacer ya contigo, me tienes muy harta. De sobra conoces que somos solitos... que ya no tenemos quien nos lo ganaba... que la vida de toditos los pobres es vida de lágrimas... ¡pero ni por esas! a ti que te dejen roncando en la cama y te pongan la mesa tres veces y rueden los días y viva la holganza ¡súbete esos calzones so pillo! ¡átate esos zapatos so randa! límpiate esos mocos, lávate esa cara y vete ahora mismo donde no te vea que me tienes, me tienes muy harta. Te aseguro chiquitín, te aseguro que esto te se acaba. Endende mañana ¡a la cola del burro! Conmigo a la plaza, conmigo al molino, conmigo a la haza, a sudar fatigas, a mojarte el alma, ya verás las penitas que cuesta... ya verás con que ahogo se gana este pan que tan cómodamente a lo bobo, ¡a lo bobo te zampas! y ahora ¡a la cama!, ¡a la cama! La aurora se acerca espléndida, diáfana, lentamente despliegan las nubes su manto de escarcha, la madre afanosa se tira del lecho y sus toscos aperos prepara, que ya espera más ruda que nunca la brega diaria, cariñosa y tierna se acerca hasta el lecho donde el niño cándido, tranquilo descansa, un instante contempla amorosa su faz sonrosada y después... con cariño ferviente dando un beso en sus labios exclama: ¿Yo turbar este sueño tan dulce? no fuera quien soy ni tubiera entrañas... juega, brinca y destroza hijo mío... ¡tu madre lo gana!. ................................................ Reír llorando -Poema de Juan de Dios Peza. - "Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra, el pueblo al aplaudirlo le decía: Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz. Y el cómico reía. Víctimas del spleen los altos lores, en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los actores y cambiaban su spleen en carcajadas. Una vez ante un médico famoso, llegose un hombre de mirar sombrío: -Sufro -le dijo- un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni atractivo; no me importan mi nombre ni mi suerte; en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única pasión la de la muerte. -Viajad y os distaeréis. -Tanto he viajado -Las lecturas buscad -Tanto he leído- Que os ame una mujer – ¡Si soy amado! -Un título adquirid -Noble he nacido. ¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas – ¿De lisonjas gustáis ? – ¡Tantas escucho! -¿Que tenéis de familia?…-Mis tristezas -¿Vais a los cementerios?… -Mucho, mucho. ¿De vuestra vida actual tenéis testigos? – Sí, mas no dejo que me impongan yugos; yo les llamo a los muertos mis amigos; y les llamo a los vivos mis verdugos. -Me deja- agrega el médico -perplejo vuestro mal, y no debo acobardaros; Tomad hoy por receta este consejo: sólo viendo a Garrick podéis curaros. -¿A Garrick ? -Sí, a Garrick…La más remisa y austera sociedad lo busca ansiosa; todo aquel que lo ve muere de risa; ¡tiene una gracia artística asombrosa ! -Y a mí me hará reir?-Ah, sí, os lo juro !; él, sí, nada más él…Mas qué os inquieta?… -Así -dijo el enfermo -no me curo: ¡Yo soy Garrick ! Cambiádme la receta. ¡Cúantos hay que, cansados de la vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, hacen reír como el autor suicida sin encontrar para su mal remedio! ¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!.. ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe, porque en los seres que el dolor devora el alma llora cuando el rostro ríe! Si se muere la fe, si huye la calma, si sólo abrojos nuestras plantas pisa lanza a la faz la tempestad del alma un relámpago triste: la sonrisa. El carnaval del mundo engaña tanto; que las vidas son breves mascaradas; aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas.

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