Presos oran ante la Virgen de Fátima. - 03 - 02 - 2020.-

La emocionante oración de los presos ante la Virgen peregrina de Fátima.

PRISON
Mariana Rodriguez Varela.

A través del rugby, y la oración, Los Espartanos han transformado la vida de las cárceles y de los presos, con logros en la baja de reincidencia notables

Una imagen peregrina de la Virgen de Fátima enviada desde su Santuario Nacional, como informamos oportunamente en Aleteia, se encuentra peregrinando por la Argentina. Y durante sus días en el Gran Buenos Aires, visitó la Unidad Penal número 48 del Servicio Penitenciario Bonaerense, donde la devoción con la que fue recibida hace impensado imaginar que en ese mismo lugar, hace apenas diez años, moría una persona por mes.
La visita y la devoción no es aislada. Se trata del penal en el que comenzó la labor de Los Espartanos, grupo que inició con dos voluntarios y diez reclusos, y hoy ya está presente en más de 50 cárceles del país y convoca a más de 2000 personas, además de haber llegado a otros países. A través del rugby, y la oración, Los Espartanos han transformado la vida de las cárceles y de los presos, con logros en la baja de reincidencia notables.


Según relató Damián Donnelly, uno de los promotores de los espartanos, la visita de la Virgen Fátima fue “una fiesta”, con cantos, devotos misterios rezados, y una escena que, describió, parecía salida de la Divina Comedia. Fue en el pabellón 10, inicialmente cerrado por unos hechos de violencia ocurridos en el penal. “Cada uno la recibió de distinta manera, acorde al carisma y a la espontaneidad de cada momento o pabellón. En cada pabellón se rezaba por los muchachos ‘engomados’ (castigados y encerrados dentro de la celda por varios días) del pabellón 10”.
En ese pabellón, describió, lo vivido fue “impresionante”.
“Después de pedir por favor el ingreso de la Virgen, el Servicio Penitenciario accedió a abrirnos las puertas a unos pocos. La Virgen había actuado. Fue impresionante. Cada celda (para 2 personas) ocupada por cuatro o cinco, y cerrada con candado. Solo podíamos circular por el pasillo que tiene a las celdas pares de un lado y a las impares del otro. La Virgen se paseó por ese pasillo, y se detuvo en cada puerta para que los muchachos tuvieran un tiempo con ella para tocarla, pedirle y rezarle. De las mirillas y de la ventilación de la puerta solo podían salir manos o brazos que tocaban la Virgen con gran respeto, afecto y cariño. Era una escena del Dante. Las almas del purgatorio pidiendo aunque sea tocar la Virgen. Esos brazos tatuados que salían buscaban consuelo, libertad y amor. Y lo encontraban por ese instante. Rezamos los cinco misterios del Rosario y la atmósfera en ese pabellón era algo que no he vivido antes. Había consuelo. Alegría. Paz. Amor. Todos los frutos del Rosario caían abundantemente en ese pabellon. Las oraciones de los otros pabellones, la enorme gracia derramada desde el Santuario de Fátima, todo, todo se conjugaba en una atmósfera de cariño maternal”.


La Virgen de Fátima en la Argentina

Una de las trece imágenes peregrinas de la Virgen de Fátima se encuentra en el país desde el 2 de abril, primera visita desde 2011. La visita es posible gracias a la Misión Fátima Argentina, un grupo que inspirado por la Misión que tuvo lugar en Colombia, Perú y Ecuador durante 2018 puso en marcha el pedido al Santuario de Nuestra Señora Fátima en Portugal, se encomendó a San José, y fijó el lema que acompañará a la imagen durante su visita de varios meses a la Argentina: “«Tiempo de gracia y misericordia: Dar gracias por peregrinar en Iglesia». Se trata del mismo lema adoptado para este año por el santuario en Portugal. En concreto, como ya hemos informado, lograron que una “partecita” del santuario de Fátima peregrine por el país. 

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