Manuel Belgrano lloró de dolor por la Patria.-(1816) - 10-12-2019.-

 Belgrano lloró por la Patria.

Luis Angel Maggi. 
Vice Presidente del Instituto Belgraniano de Rosario

El Historiador Bartolomé Mitre, en “Belgrano y la Independencia”,(cap.27.-1858), reseñó así aquella jornada: "Su palabra era sencilla y elocuente y su acento conmovedor; al terminar su discurso, su rostro estaba humedecido por las lágrimas y su auditorio lloraba con él, convencido por sus razones, y cautivado por su sinceridad". "Embargado por la emoción de ver al país en una situación terminal,con riesgo de desintegrarse, Belgrano rompió en llanto aquel legendario 6 de julio de 1816. Sus lágrimas contagiaron a los Congresales, que lloraron junto a él, a puertas cerradas”
Tiempo después, Belgrano recordaría: "Yo hablé, me exalté, lloré e hice llorar a todos, al considerar la situación ingrata del país. Les hablé  de Monarquía Constitucional con la representación soberana de la Casa de los Incas y algunos comprendieron la idea de una Monarquía atemperada, otros Congresales no me entendieron. Les recordé que "la mayoría de mis soldados eran originarios, que amaban y defendían a su tierra; los vivos y también los caídos en el campo de batalla. Los vivos verían con buenos ojos y respetarían a un jefe Inca (Hijo del Sol), que  portaba un pectoral  con la inscripción: No mentir, no robar, no holgazanear. Si así se hiciera veremos los resultados dentro de 200 años".
 De este modo Belgrano daba a los  presentes que aún mantenían sus dudas, el último empujón que necesitaban, para “declarar la Independencia de  las Provincias Unidas en Sudamérica, apenas tres días después, el 9 de Julio de 1816". El historiador Mitre comenta:"era un crucial momento  en la Historia Argentina, cuando las Provincias Unidas corrían el serio riesgo de desintegrarse, en ese marco dramático a Manuel Belgrano lo llenó de amargura". Por ese motivo instó a los Diputados a dejar grabados sus nombres en el bronce, pues San Martín desde Mendoza también lo pedía, para concretar su proyecto de “liberar a Chile y Perú”. El día 9 de Julio de 1816, "los Diputados puestos de pie, proclamaron su voto por la Independencia del País". (Acta). Hace ya 203 años.

..........................................................................................................................................El día que Belgrano lloró.
Congreso de Tucumán 1816.

Texto de María Cecilia Rossi.

Era el 6 de julio de 1816. Apenas había transcurrido un día desde que Manuel Belgrano había llegado a Tucumán, viniendo desde Buenos Aires. Hacía poco tiempo también que había estado en Europa, y los Diputados reunidos en el Congreso, deseaban escuchar fervientemente las noticias llegadas del Viejo Mundo.

En sesión secreta se reúne el Congreso. para escuchar al creador de la bandera, vencedor de la Batalla más importante de la Historia Argentina, lograda ahí mismo, en Tucumán.

Manuel Belgrano, subido al estrado, efectuó uno de sus más bellos discurso de toda su vida, discurso que sin duda definiría la suerte de una Nación...
Habló desde el corazón, como sólo él podía hacerlo. Contestó primero algunas preguntas de algunos diputados para luego explayarse sobre la situación europea. Dijo que los tiempos habían cambiado. Dijo que el apoyo europeo que alguna vez pudimos haber tenido al iniciar nuestra guerra emancipadora, había sido cambiado por el descrédito causado por nuestras luchas internas. No se nos tomaba en serio. Y que no debíamos esperar ayuda de nadie. Textualmente dijo:

"...Aunque la resolución de América en su origen mereció un alto concepto de los poderes de Europa por la marcha majestuosa con que se inició, su declinación en el desorden y anarquía continuada por tan dilatado tiempo ha servido de obstáculo a la protección, que sin ella se habría logrado; así es que, en el día debemos contarnos reducidos a nuestras propias fuerzas...."
Palabras de Belgrano dichas hace exactamente doscientos años...



Y luego prosiguió su bello discurso, diciendo que cómo era posible, que después de seis años de luchas por nuestra Libertad e Independencia, desde aquel 25 de mayo de 1810, aún en 1816 no habíamos logrado crear un sistema de gobierno fuerte, serio, creíble y civilizado.

Dice Mitre:
"Su palabra era sencilla y elocuente y su acento conmovedor; al terminar su discurso, su rostro estaba humedecido por las lágrimas y su auditorio lloraba con él, convencido por sus razones, y cautivado por su sinceridad".

Manuel rompió en llanto aquel seis de julio de 1816, contagiando sus lágrimas a muchos de aquellos congresales, que lloraron juntos a puertas cerradas en aquella sesión secreta.
Pocos años después, Belgrano recordaría: "Yo hablé, me exalté, lloré e hice llorar a todos, al considerar la situación infeliz del país. Les hablé de monarquía constitucional con la representación soberana de la casa de los Incas; todos adoptaron la idea".

Sin lugar a dudas, aquel discurso de Belgrano terminó de persuadir a los indecisos, y apenas tres días después, el Congreso de Tucumán declaraba la Independencia Argentina.

Todo eso sucedió en uno de los peores momentos de la Historia Nacional, cuando las Provincias Unidas del Río de la Plata corrían serio riesgo de diluirse en luchas intestinas.

Quizás las lágrimas del Prócer lograron lo que las palabras no pudieron, y así la unión de aquellas voluntades comprendieron el mensaje.
El llanto de Manuel, también es artífice de nuestro destino como Nación.

(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para docentes y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi).

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