Huertas Ubanas. Alimento y refugio.-10 - 10.- 2020.-

LA CIUDAD.-Huertas urbanas: alimentos y refugio en plena crisis sanitaria.- Desde marzo, la provincia entregó 50 mil kits de semillas. Unas 200 mil personas se involucraron en la siembra y cultivo en forma familiar o en huertas comunitarias y se sembraron unas 125 hectáreas. La Capital.-Por Carina Bazzoni.- cbazzoni@lacapital.com.ar Mariel y sus hijos sostienen la huerta en el patio de barrio Belgrano. Sábado 10 de Octubre de 2020.- Mariel Rodríguez se quedó sin empleo ni bien empezó la pandemia de coronavirus. Sin embargo, trabaja mucho más que las horas semanales que antes dedicaba a hacer masajes y reiki. Ordena, limpia, cocina, lava ropa, acompaña a sus hijos en tareas escolares y, desde este invierno, sumo una nueva actividad: en el patio de su casa de barrio Belgrano armó una pequeña huerta. Plantó lechuga, perejil, rabanitos, remolachas, acelga y cebollas que, con el comienzo de la primavera, empezaron a sumar sabor y color al almuerzo o la cena. En medio de la crisis sanitaria, dice Mariel, la huerta se convirtió también en "un proyecto familiar, una forma de terapia y una oportunidad de comer mejor y más sano", destaca la mujer de 51 años, madre de tres hijos y fanática de las plantas, sobre todo cactus, suculentas y helechos. En marzo, ni bien comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la provincia puso en marcha el programa Huerta Familiar Santafesina. De acuerdo a un informe distribuido recientemente por el Ministerio de Producción santafesino, entre marzo y mayo se entregaron 50 mil kits de semillas. Unas 200 mil personas se involucraron en la siembra y cultivo en forma familiar o en huertas comunitarias y se sembraron unas 125 hectáreas. Puestas una al lado de la otra, se podría cubrir toda la superficie del parque Independencia, con el predio ferial de la ex Rural y el Hipódromo incluidos. Según el informe oficial, el 65 por ciento de los beneficiarios del programa no tenían una huerta en sus hogares y comenzaron a sembrar sus propias verduras y hortalizas. El reparto de semillas se acompañó con capacitaciones virtuales por medio de videos tutoriales, cartillas informativas y asesoramiento, que en la primera etapa alcanzaron a 6.000 personas aproximadamente. Todos estos pequeños huertos domésticos se transformaron en compañía, espacios de ocio, terapéuticos o educativos. Un lugar donde escaparse de los fantasmas que acompañan a los anuncios de las autoridades sanitarias sobre la situación del Covid-19, en una de las ciudades más afectadas desde que la epidemia rompió los límites de la provincia de Buenos Aires. Estar mejor La huerta de Mariel es un poco todo eso: alimento y abrigo. Una amiga fue la encargada de entusiasmarla para que la pusiera en marcha y ella se compró un cajón con patas y varias macetas para ubicar las plantas, una solución más sencilla para las casas sin jardines o cuando no hay tiempo de trabajar adecuadamente la tierra. Después completó un formulario online del programa y, en el turno asignado, pasó por las oficinas de Desarrollo Social a buscar las semillas. Cada sobre tenía los vegetales de la campaña otoño-invierno. Acelga, cebolla, lechuga, rabanito, remolacha y perejil que a medida que fueron creciendo se transformaron en deliciosas ensaladas y tartas, con un color, olor y sabor "mucho más intenso". Las verduras cultivadas en casa "son mucho más sabrosas", señala la mujer y si bien asegura que en un hogar de cinco personas aún no pueden reemplazar los gastos de verdulería, la huerta si se transformó en una oportunidad para "comer mejor y de forma más saludable". Y destaca que en esto no está sola. A través de Facebook se conectó con un grupo "de ayuda mutua", donde con todos los resguardos impuestos para evitar al Covid-19 pueden intercambiar semillas. Puerta a puerta, y con todos los cuidados del caso, las semillas y los plantines van y vienen envueltas en papel de diario y en bolsitas rociadas con alcohol diluido. Paso a paso Cristian Peralta tiene 39 años, trabaja en una empresa de venta de forrajes y vive en el barrio 17 de agosto. Antes de que el Covid-19 mostrara los dientes, y el comercio estuviera casi un mes cerrado, nunca se le hubiera ocurrido hacer una huerta en el patio de su casa. Ahora no sólo tiene varios cajones de lechugas, rabanitos y acelgas, sino que ofrece generosos consejos para quienes quieran probar suerte. Después de reitar las semillas del club Acindar, se agenció unos cajones plásticos y los cubrió con media sombra y tierra. Después siguió paso a paso lo que indicaban los folletos y manuales del programa. "La clave de las huertas urbanas es armar una rueda _explica_ .No tenés que poner todas las semillas juntas. Yo, por ejemplo, puse 10 semillas una semana, otras diez la siguiente y así siempre tenés verduras frescas para consumir". ¿Otros secretos? "Colocar las semillas a dos centímetros del suelo, porque si las sembrás más abajo no llegan a germinar y si las ubicás más arriba y no las cubrís bien, se vuelan o las comen los pájaros. Y antes de sembrar tenés que regar la tierra, así se asienta mejor". Además, señala, garantizar entre 4 o 5 horas de sol, buen riego a las plantas y mucha paciencia para esperar que crezcan. "Así podés tener siempre verduras frescas, a mano, en el patio de tu casa", promete. Además de empezar a comer mejor, señala, en la crisis sanitaria la huerta fue un cable a tierra. "También me puse a reparar la bici que hace muchos años que no usaba, me ayuda a desestresarme y olvidarme de todas la cosas que están pasando". Una tarea compartida Desde la crisis del 2001, la Municipalidad tiene una larga tradición en el desarrollo de huertas domésticas o comunitarias para la autoproducción de alimentos. Por su red de parques huerta y de ferias de economía social donde se comercializa la producción, la ciudad fue reconocida por la ONU y Dubai como una de las 10 mejores ciudades en lo que respecta a las prácticas para mejorar las condiciones de vida de la sociedad. El plan provincial "Huerta Familiar Santafesina" se presenta como un programa que busca "incentivar la producción de verduras y hortalizas en los diferentes espacios que las familias dispongan y reforzar la interacción entre sus integrantes a partir de una práctica que puede llevarse a cabo compartiendo el tiempo y el aprendizaje". Según explicó el secretario de Desarrollo Territorial y Arraigo, Fabricio Medina, el programa se articula con el Prohuerta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. La respuesta a la propuesta "superó ampliamente las expectativas". La experiencia también sirvió para dar un alivio a las economías familiares, castigadas por la crisis sanitaria. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) lo puso en números: durante el primer semestre del año la pobreza alcanzó 41,8% de la población del Gran Rosario y la indigencia al 13,3%. Eso significa que unas 551.802 personas no cubrieron con sus ingresos el costo de una canasta básica de bienes y servicios. Y 176.166 de ellos ni siquiera pusieron costear el conjunto de alimentos esenciales. Desde el comienzo de pandemia, la primera respuesta estatal fue reforzar la asistencia alimentaria mediante la entrega de bolsones de alimentos secos y de viandas elaboradas en comedores barriales. Las propuestas relacionadas con la auto producción de alimentos buscan no sólo mejorar la calidad de lo que se lleva a la mesa, sino fortalecer la soberanía alimentaria y la promoción de hábitos saludables en la alimentación . La subsecretaria de Coordinación Agroalimentaria, María Eugenia Carrizo, destacó que “el programa alcanzó una producción estimada de 2.500 toneladas de alimentos saludables, lo que implica un gran ahorro para las familias permitiendo acceder a una dieta más nutritiva y saludable”. Y calculó que "el ahorro en cada familia fue en promedio de 3.000 pesos debido a la cosecha propia de alimentos y, teniendo en consideración los 50.000 beneficiarios, el impacto económico del programa se traduce en aproximadamente 150 millones de pesos”. La entrega de semillas de primavera-verano ya está en marcha. Los interesados pueden escribir a huertafamiliarsantafesina@santafe.gov.ar. En las redes sociales del programa, se puede encontrar capacitaciones, consejos y mayor información sobre cómo confeccionar las huertas familiares.

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