Esteban Domina. El Legado de Belgrano. - 01 - 11 - 2020.-

HISTORIADOR CORDOBES BRINDA HOY UNA CONFERENCIA VIRTUAL. Esteban Dómina:29/10/2020.- EL INFORME. Venado Tuerto.-Redacción y Análisis: Juan Franco El legado de Belgrano no tiene fecha de vencimiento. Esteban Dómina es un apasionado de la historia y en especial de la figura de Manuel Belgrano, a quien decidió dedicar un libro con motivo de los 200 de años de su fallecimiento y 250 años de su natalicio en junio de 2020. Su obra se titula "Belgrano, a corazón abierto" y si bien se pudo imprimir a pesar de las restricciones por la pandemia, la presentación en sociedad se llevó a cabo en forma virtual en junio último, en compañía del secretario de Redacción del diario La Nación, Sergio Suppo. Luego, siempre mediante conferencias virtuales, el autor se dedicó a divulgar los notables valores de un Belgrano íntimo, donde los ejes no son la creación de la Bandera ni las batallas por la Independencia, sino su legado ético, sus principios morales, sus sentimientos. Con el auspicio del Instituto Belgraniano y El Informe, el contador público y licenciado en Administración Esteban Dómina brindará hoy a las 20 la conferencia virtual "Belgrano, a corazón abierto", a través de la plataforma Zoom (ID 81247257890/clave de acceso: BELGRANO). Y en caso de completarse el cupo los interesados podrán participar de la actividad a través de la retransmisión en las cuentas de Facebook del Instituto Belgraniano y El Informe. En diálogo telefónico con este diario, el conferencista agradeció a los organismos convocantes y también al belgraniano oriundo de Chañar Ladeado, Diego Casadei, quien ofició de nexo con el historiador cordobés. Luego, Tito Dómina reconoció su devoción por el prócer y reveló que "comencé a escribir el libro como un admirador de la figura de Manuel Belgrano y cuando lo finalicé, después de mucha lectura e investigación, mi sentimiento es de idolatría". Más adelante, el ex diputado nacional lamentó que, en cierta medida, perdieran brillo los actos en homenaje a Belgrano como consecuencia de la pandemia, pero rescató que desde la virtualidad se pueden atenuar esas limitaciones que tanto dolor causaron a belgranianos de todo el país -entre ellos el instituto venadense presidido por Antonio Sagripanti-, los cuales habían organizado ambiciosos programas de actividades en el "Año del General Manuel Belgrano". "Dos siglos atrás, la muerte de Belgrano, a los 50 años de edad, pasó casi desapercibida y fue necesario que transcurriera mucho tiempo para que su figura sea valorizada en toda su dimensión, elevándolo al podio de los padres de la Patria, junto a San Martín y Güemes. No se le dio la importancia que merecía porque la guerra continuaba y la situación política era difícil. Incluso el 20 de junio de 1820 se recuerda como 'el día de los tres gobernadores', pues ese día se proclamaron en simultáneo Ildefonso Ramos Mejía, Miguel Estanislao Soler y el Cabildo de Buenos Aires como cuerpo colegiado", precisó. "En cada una de mis charlas sostengo que la trascendencia de Belgrano hubiera sido más inmensa aún si le hubiesen tocado en suerte tiempos de paz, porque era un hombre muy preparado, un gran intelectual, con sólida formación en universidades europeas. Sin dudas que tenía talla de estadista, con conocimientos de economía y educación que eran inusuales para la época. Es una pena que las circunstancias lo llevaran a batallar en una guerra y no lo hayamos podido aprovechar en tiempos de paz, donde seguramente hubiera sentado las bases fundacionales de la Patria que él soñaba", puntualizó. Y agregó el ex presidente de la Cámara de Diputados de Córdoba: "Manuel Belgrano fue un hombre sensible y comprometido con su tiempo, tanto es así que a pesar de la holgada posición económica de su familia, sus estudios, sus relaciones, su buena presencia, no dudó en dejar todo de lado para consagrar su vida a una causa azarosa, porque la guerra era de final abierto, sin ninguna garantía de éxito. Como se suele decir vulgarmente, tenía todo para pasarla bien y sin embargo privilegió, por sobre todas las cosas, ofrecer lo mejor de sí en las luchas por la libertad y la independencia de su Patria". Mucho que aprender Más adelante, el escritor Esteban Dómina sostuvo que, 200 años después de su desaparición física, los argentinos aún tenemos mucho que aprender del legado de Manuel Belgrano. Por ejemplo, después de sucesivos fracasos con la receta de las antinomias, conducta que el prócer aborrecía, sería oportuno probar con otras fórmulas para no caer una y otra vez en la misma frustración como país. "Al igual que San Martín, a Belgrano lo mortificaban las divisiones internas, los conflictos secundarios, los derrames innecesarios de energía. Dos siglos después parece que no aprendimos nada, que no entendimos como sociedad la conveniencia de cinchar todos para el mismo lado, sino que seguimos sumergidos en la misma grieta. A todo eso Belgrano lo deja claramente establecido en muchas cartas", subrayó el autor de "La Grieta - Historia de los desencuentros argentinos". A propósito de este libro, publicado el año pasado, el conferencista comentó que "tanto se hablaba de la grieta que consideré oportuno poner en contexto histórico una singularidad de los argentinos. Quería señalar con precisión que esta grieta política de los últimos años no es una novedad en el país, sino que muchas etapas de nuestra historia se caracterizan por las divisiones, los conflictos, con menos acuerdos y entendimientos; todo esto a pesar de conocer que los consensos conducen al progreso y las grietas nos marean en círculos, en lugar de avanzar", enfatizó el fervoroso belgraniano. "Argentina tiene todo y mucha fuerza para jugar en las grandes ligas; pero siempre estamos peleando para evitar el descenso", graficó con jerga futbolera. "Por supuesto que otros países sufrieron estas mismas contingencias, y aún peores -acotó-, pero consiguieron superar esas antinomias. Y no hay que irse tan lejos, porque nuestro vecino Uruguay es un espejo donde deberíamos mirarnos. Ellos también tienen sus discrepancias internas, pero las administran sabiamente, impidiendo los retrase en su evolución". "El legado de Belgrano no tiene fecha de vencimiento", se destaca por su actualidad en un momento crítico de la historia de nuestro país; nos vendría muy bien a todos darnos un 'baño belgraniano', de sus principios, convicciones y valores; eso nos mejoraría como individuos y nos fortalecería como sociedad",sugirió. Tito Dómina aseguró que "el gran patriota era tan adelantado a su tiempo que muchos de sus proyectos aún hoy son modernos, como el acceso universal a la educación, el incentivo al comercio y la industria, la perspectiva de género, el cuidado de la ecología"; y concluyó: "Siempre es muy buen momento para visibilizar este legado e incluso aplicar muchas de sus ideas aún pendientes de realización".

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