Maestros de la Isla El Espinillo. Los Humedales .-19 - 12 - 2020.-

Una historia de dos orillas en defensa de los humedales.- Julieta Bernabé es docente, nieta del fundador de la escuela de El Espinillo e integra la Multisectorial Humedales.Foto: Sebastián Suárez Meccia - -La Capital.Ciudad.- Sábado 19 de Diciembre de 2020.-@matiasloja mloja@lacapital.com.ar Julieta Bernabé, el río y un barbijo con el logo de la Multisectorial Humedales, un colectivo que este año realizó distintas acciones contra las quemas. El primer recuerdo que Julieta Bernabé tiene de la isla son los relatos orales de su abuela María Dolores. La imagen que se le viene a la mente es su abuela sentada en la cocina contándole cómo había sido su vida en la isla El Espinillo, donde al igual que su marido Pedro Miguel Romano Ahumada, fue docente y directora de la escuela Marcos Sastre. “Para mi abuela —dice Julieta— su vida en la isla era básicamente la escuela, su casa y su familia. Ella hablaba con mucho orgullo de sus alumnos, de lo que aprendían y de los juegos. Contaba todo con mucha alegría, eso me llegó y de chica yo decía que quería ser maestra de la isla como mi abuela”. Julieta está sentada en un banquito de la Rambla Catalunya y mira hacia las islas. A sus espaldas, el río y el puente Rosario - Victoria, esa traza que este año fue escenario de innumerables protestas en contra de la quemas. Julieta es docente desde hace 15 años y además integra la Multisectorial Humedales. Desde esa doble pertenencia —y desde su historia familiar que la enlaza a las islas— propone profundizar la reflexión sobre la educación ambiental, tanto en las escuelas como a nivel social. E invita a pensar en la puesta en práctica de una soberanía popular, que entre otras cosas “implica educación, debate y consensos colectivos”. Julieta llega a la nota con La Capital en bicicleta. El día está nublado y pronto caerán algunas gotas. Pero se puede arrancar. Se sienta en una de las mesitas de colores cerca de la costa y saca de su bolso una carpeta de tapas rojas. En su interior hay fotocopias que resumen la historia de la Escuela Marcos Sastre, esa que fundó su abuelo en El Espinillo, una isla ubicada frente a Rosario. “En ese lugar no había escuela y había un analfabetismo muy grande. Entonces pidió autorización para fundar la escuela. En el año 38, mediante el apoyo de la provincia de Santa Fe y donaciones que hicieron particulares, se pudo levantar el primer salón y de esa manera empezó a funcionar la escuela, con alrededor de 30 alumnos”, resume Julieta. - El relato forma parte de sus memorias de chica y mientras habla recorre las fotos y recortes de la carpeta. En una de las imágenes se ve a su abuelo llevando en bote a los chicos y chicas con sus guardapolvos blancos. “En un primer momento —dice— mi abuelo los iba a buscar en canoa porque no había una costumbre de ir a la escuela en esos lugares. Y así se empezó a formar la escuela”. - En el año 42 se anexó un comedor y en el 47 se hizo una ampliación en la escuela. Ese año su abuelo se casó con María Dolores Clerch, quien también era docente. Vivían y daban clases en la isla. - En 1963 el maestro Romano —como le decían a su abuelo— se jubiló y María Dolores quedó a cargo de la escuela hasta 1975. Cuando habla de esa historia, a Julieta se le dibuja una sonrisa: “Trabajando en ese lugar fueron felices, mi abuela me llenaba de anécdotas de lo que era la isla. Y creo que fue una labor importante el hecho de llevar todo el sistema educativo a un lugar donde no lo había antes”.

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