2021, El Año de San José. Papa Francisco.-17 -12 -2020.-

Año 2021, dedicado a San José Inicio » Noticias » Mundo 11 de diciembre de 2020 - Redacción ACI Prensa. 15 formas de obtener una indulgencia plenaria en el Año de San José. - El Papa Francisco decretó un Año dedicado a San José desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre de 2021, periodo en el que los católicos tendrán la oportunidad de obtener una indulgencia plenaria especial, Durante este año especial hay muchas formas nuevas en que los católicos pueden recibir una indulgencia plenaria, que remite todo castigo temporal causado por el pecado, entre las que está el encomendar su trabajo diario a la protección de San José Obrero o rezar el Santo Rosario con sus familias. - Estas acciones deben ir acompañadas de las tres condiciones habituales para obtener cualquier indulgencia plenaria, que son la Confesión Sacramental, la Comunión Eucarística y la oración por las intenciones del Papa. En caso existan impedimentos de fuerza mayor, la persona debe tener la intención de cumplirlas lo antes posible y debe desapegarse totalmente del pecado. Según el decreto emitido por la Penitenciaría Apostólica, existen 15 formas de recibir una indulgencia en el Año de San José: 1) Participa en un retiro espiritual durante un día que incluya una meditación sobre San José. 2) Pide en oración la intercesión de San José para que los desempleados puedan encontrar un trabajo digno. 3) Recita las Letanías de San José por los cristianos perseguidos. Los católicos bizantinos tienen la opción de recitar un Akathist para San José. 4) Encomienda el trabajo y las actividades diarias a la protección de San José Obrero. 5) Sigue el ejemplo de San José y realiza una obra de misericordia corporal como dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, visitar a los presos y los enfermos y enterrar a los difuntos. 6) Realiza una de las obras espirituales de misericordia, como consolar al triste, dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, perdonar al que nos ofende y rezar por los vivos y los difuntos. 7) Reza el Rosario con tu familia para que “todas las familias cristianas se sientan estimuladas a recrear el mismo ambiente de íntima comunión, amor y oración que había en la Sagrada Familia”. 8) Las parejas comprometidas también pueden recibir una indulgencia al rezar el Rosario juntos. 9) Medita al menos 30 minutos al rezar el Padre Nuestro, pues San José “nos invita a redescubrir nuestra relación filial con el Padre, a renovar la fidelidad a la oración, a escuchar y corresponder con profundo discernimiento a la voluntad de Dios”. 10) Reza una oración aprobada a San José el domingo de San José, que es el domingo después de Navidad en la tradición católica bizantina. 11) Celebra la fiesta de San José el 19 de marzo realizando un acto de piedad en honor a San José. 12)Reza una oración aprobada a San José el día 19 de cualquier mes. 13) Honra a San José realizando un acto de piedad o rezando una oración aprobada cualquier miércoles, el día tradicionalmente dedicado a San José. 14)Reza a San José en la Fiesta de la Sagrada Familia celebrada el 27 de diciembre. 15) Celebra la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo realiz un acto de piedad, ofrece tu oración. - “Todos los fieles tendrán así la posibilidad de comprometerse, mediante la oración y las buenas obras, en obtener con ayuda de San José, cabeza de la celestial Familia de Nazaret, el consuelo y alivio en las graves tribulaciones humanas y sociales que hoy afligen al mundo contemporáneo”. - Los ancianos, los enfermos y los moribundos que no pueden salir de sus hogares debido a la pandemia del COVID-19 también tienen un permiso especial para recibir una indulgencia plenaria al “ofrecer con confianza en Dios los dolores y las incomodidades” de sus vidas con una oración a San José, esperanza de los enfermos y patrón de una muerte feliz. - La Penitenciaría Apostólica permite cualquier oración a San José aprobada por la Iglesia, en particular, la oración “A ti, oh bendito José” compuesta por el Papa León XIII, que compartimos a continuación: "A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades”. - “Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. -Amén-. Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA. ..................................................................... Papa Francisco: La herencia más grande que se le deja a un hijo Papa Francisco: La herencia más bella y más grande que un hombre o una mujer puede dejar a los hijos: le deja la fe Papa Fracisco afirmó que "La herencia más bella, la mayor herencia que un hombre, una mujer, puede dejar a sus hijos es la fe", así lo expresó en su homilía de la Santa Misa realizada en la Capilla de Santa Marta. Dejar la fe en herencia es la herencia más grande que se le deja a un hijo, porque es un Don de Dios que poco a poco va creciendo y dejando sus fritos. El Papa Francisco ha centrado su reflexión en el pasaje de la Biblia que habla sobre la muerte del Rey David (I Reyes 2,1-4.10-12) La muerte es una realidad para todos En cada vida hay un fin. Se trata de un pensamiento que no gusta tanto, que siempre se encubre pero que es la realidad de todos los días. Pensar en el último paso es una luz que ilumina la vida, es una realidad que debemos tener siempre ante nosotros. En una de las audiencias del miércoles, allí había, entre los que estaban enfermos, una hermana muy anciana, pero con rostro lleno de paz, un semblante luminoso. "¿Pero qué edad tienes, hermana", Y con una sonrisa me dijo: "Ochenta y tres, pero estoy terminando mi curso en esta vida, para comenzar otro con el Señor, porque tengo cáncer de páncreas". Y así, en paz, esa mujer había vivido su vida consagrada con gran intensidad. Ella no teme a la muerte: "Estoy terminando mi curso de la vida, para comenzar otra". Es un pasaje. Estas cosas nos hacen bien. Papa Francisco: La mejor herencia para un hijo David reinó en Israel durante cuarenta años. Pero también cuarenta años pasan. Antes de morir, David exhortó a su hijo Salomón a observar la Ley del Señor. Él había pecado mucho en su vida, pero había aprendido a pedir perdón y la Iglesia lo llama "el Santo Rey David. ¡Pecador, pero Santo!". Ahora, a punto de morir, deja al hijo la herencia más bella y más grande que un hombre o una mujer puede dejar a los hijos: le deja la fe Cuando se hace testamento la gente dice: "A éste le dejo esto, a éste le dejo aquello, a éste le dejo esto…" Sí, está bien, pero la herencia más bella, la mayor herencia que un hombre, una mujer, puede dejar a sus hijos es la fe. David hace memoria de las promesas de Dios, hace memoria de su propia fe en estas promesas y se las recuerda a su hijo. Dejar la fe en herencia. Cuando en la ceremonia del Bautismo damos a los padres la vela encendida, la luz de la fe, les estamos diciendo: "Consérvala, hazla crecer en tu hijo y en tu hija y déjala como herencia". Dejar la fe como herencia, esto nos enseña David, y muere así, sencillamente como cada hombre. Pero sabe bien qué aconsejar a su hijo y cuál es la mejor herencia que le deja: ¡no el reino, sino la fe!. Haríamos bien hacernos a nosotros mismos estas preguntas: "¿Cuál es la herencia que yo dejo con mi vida? ¿Dejo la herencia de un hombre de fe, de una mujer de fe? ¿Les dejo esta herencia a los míos?" Pidamos al Señor dos cosas: 1.- No tener miedo de este último paso, como la hermana de la audiencia del miércoles – "Estoy terminando mi recorrido y comienzo otro" – no tener miedo; 2.- Segundo, que todos nosotros podamos dejar con nuestra vida, como la mejor herencia, la fe, la fe en este Dios fiel, este Dios que está junto a nosotros siempre, este Dios que es Padre y jamás decepciona -------- Contenido publicado originalmente en Píldoras de Fe. Título. Papa-Francisco-la-mejor-bella-herencia-que-dejan-los-padres-a-los-hijos-es-la-Fe

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