Belgrano. Ante todo la Educación. Te cuento. -14 - 06 - 2020.-.

ANTE TODO LA EDUCACIÓN.- El prócer soñaba con un país diverso e integrado.
. LA GACETA - TUCUMÁN.- - 14- 06 - 2020.- Por Susana Montaldo.
Dado mi perfil, como docente y pedagoga, consideré que la lectura que podía realizar sobre Manuel Belgrano era una que resaltara un aspecto fundamental de su vida y su acción: la prédica y compromiso con la educación, a la que consideraba la base y fundamento del desarrollo de un país. “Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza, nada podríamos adelantar”, expresa desde su cargo de Secretario del Consulado, en la Memoria anual de 1798.
Estando Belgrano en España, cursando estudios de abogacía, ocurre la Revolución Francesa y se ve envuelto por las ideas iluministas que alientan la gesta francesa: “Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y solo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le había concedido, y aun las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento directa o indirectamente”. Convencido del valor de la educación para el crecimiento y la soberanía de los pueblos afirma: “Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad, en que se creía que debía mantenerse al pueblo en la ignorancia y por consiguiente en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción. Pero esa máxima injuriosa al género humano se proscribió como una producción de la barbarie más cruel”. (Manuel Belgrano, 17 de marzo de 1810; Semanario Correo de Comercio Nº 3)
Soñaba con un país diverso e integrado, capaz de diálogos interculturales, por eso bregó por la inclusión y la igualdad de derechos para las mujeres, los indios, negros y mestizos. Demostró su preocupación por erradicar la exclusión social y la miseria, proponiendo el primer plan de educación pública, libre y gratuita: “Uno de los principales medios que deben aceptar a este fin, son las escuelas gratuitas, donde pudiesen los pobres mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción: allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine este, decae el comercio y toma lugar la miseria”. Asimismo, cabe destacar el interés de Belgrano por la educación de las mujeres. En esta línea, en sus primeras Memorias Consulares señala: “Igualmente se deben poner escuelas gratuitas para las niñas… el bienestar y la virtud de la mujer instruida, constituyen la base de la sociedad”.
La Asamblea General Constituyente premia al general Belgrano por su trayectoria en las batallas del norte con un sable con guarnición de oro y la cantidad de cuarenta mil pesos. En un gesto que lo enaltece, dona esta suma para la creación de cuatro escuelas públicas en Tarija, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán, y afirma: “he creído de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de la patria, destinar los expresados cuarenta mil pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras…” “sin enseñanza no hay adelantamientos” y “he clamado siempre por la escuela [...] como medio para la prosperidad del Estado”. Para Belgrano, ocupa un lugar relevante la educación sistemática y el imperativo de crear escuelas en todas las ciudades y barrios. Se fundaron por su iniciativa dos establecimientos educacionales: la escuela de Dibujo llamada Academia de Geometría y Dibujo y la escuela de Náutica, que continúa abierta en la actualidad; creada a finales de 1799 bajo la premisa de que no podía darse el desarrollo económico sin una flota mercante autónoma.
Propició un país en armonía con el medio ambiente, prescribiendo su respeto y vigilancia: “… es indispensable poner todo cuidado y hacer los mayores esfuerzos en poblar la tierra de árboles…”
En la celebración del Año Belgraniano intenté actualizar y recrear su valiosísimo legado, levantando nuevamente las banderas que él defendió y por las que vivió:
• La bandera de la educación pública y gratuita;
• La bandera de la promoción de los derechos humanos; entonces, los de los indios, pardos, negros y mestizos;
• La bandera de la promoción del rol social de la mujer;
• La bandera de la promoción y el desarrollo económico de un continente sudamericano unido.
.La bandera del compromiso en la construcción de un país socialmente equitativo y solidario.
Que esta conmemoración sea una oportunidad para seguir trabajando con ahínco, sin perder el horizonte trazado por el prócer, para que, parafraseando a Félix Luna, no tengamos que seguir reiterando la súplica: “Disculpe don Manuel, no lo imitamos, sus sueños son cenizas, son recuerdos. Tal vez es hora de que baje, digo, a mostrarnos de nuevo cómo se hace una patria”.
© LA GACETA
Susana Montaldo – Secretaria de Políticas culturales de la
Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

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