Dolores Helguero Liendo. Te cuento las cuarenta. -15 - 06 - 2020.-


Biografía de Dolores Helguero y Liendo. Enviado el 15 de Junio 2020.-
Maidana Cristina. Tucumán.
MANUELA MÓNICA BELGRANO, LA HIJA DEL GENERAL BELGRANO.
Manuel Belgrano y Dolores Helguero y Liendo se conocieron en el baile que se llevó a cabo el 10 de Julio de 1816 para festejar la Declaración de la Independencia que había tenido lugar el día anterior en la Cason ade los Laguna, sede del Congreso en la humilde San Miguel de Tucumán, una ciudad que por entonces no superaba los 5500 habitantes, según nos cuenta Paul Groussac en su libro “El Viaje Intelectual”. Aquella noche que aún hoy es patrimonio de la narración que viaja a través del tiempo de generación en generación de las familias tradicionales, el pueblo festejó el paso trascendente que dio partida de nacimiento a la Patria. Las niñas echaban luces con sus mejores vestidos engalanando con su belleza la fiesta. Juan Martín de Pueyrredón, designado Director Supremo, Juan José Paso, Mariano Serrano congresales y Manuel Belgrano, este último nuevo comandante del Ejército del Norte acantonado en la ciudad, captaban la atención de los concurrentes. La velada inolvidable incluyó la elección de una reina, la niña Lucía Araoz, la que fue llamada popularmente “La Rubia de la Patria”. Los espíritus derrochaban alegría, sueños y esperanzas. ¡Eran libres!
Entre las estrellas del cielo de aquella noche, la luz de plata de una lunita tucumana ponía la claridad que hacía lucir la belleza de las tucumanas. Parece que fue cruzar una mirada nomas, para que Dolores Helguero, una bella joven tucumana y Manuel Belgrano todo un general, quedaran enamorados. Aquel romance apasionado floreció hace doscientos años, exactamente el día 4 de Mayo de 1819, con el nacimiento de una niña que fue bautizada con el nombre de Manuela Mónica del Corazón de Jesús.
Pero para ese día en que Manuelita vino al mundo, sus padres ya no estaban juntos. La guerra había llevado a Belgrano a las tierras de Santa Fé y Córdoba. Dolores, soltera y embarazada y sin noticias de Manuel, fue obligada a casarse con un señor Rivas amigo de su familia.
Belgrano enfermo, estando en Córdoba pidió ser relevado del mando del ejército y en las peores condiciones se trasladó a Tucumán, sabiéndose incluso morir, pero había una fuerza que lo movía: conocer a su hijita. Llegó y se instaló en su casa de la Ciudadela, a donde cuenta la tradición de la Familia Garmendia, que Crisanta Garmendia Alurralde, casada con Gerónimo Helguera, oficial del Ejército del Norte y amigo del General Belgrano, solía llevar a Manuelita, una bebé, para que su padre la viese y pudiera darle el cariño. En esos breves momentos, seguramente el guerrero en su ocaso, vivió los momentos más tiernos de su vida. El hombre olvidaba sus luchas y su entrega, sintiendo en sus rústicas manos el cuerpito pequeño destinatario de su amor infinito. Esa sería la única vez que padre e hija estuvieron juntos.
Belgrano, acosado por las luchas intestinas de un Tucumán violento, marchóse de Tucumán en febrero de 1820 con destino a Buenos Aires, a su casa paterna donde al cuidado de su hermana Juanita, finalmente entregó su último suspiro el 20 de junio de ese año.
Si bien la niña no fue inscripta con el apellido Belgrano, no obstante ello, Manuel la reconoció en varios documentos: En la nota dirigida al Cabildo de Tucumán, solicitándole que la cuadra en donde tenía su casa fuese inscripta a nombre de su hija. El texto es el siguiente: “La quadra de terreno contenida en la donación que me hizo la Municipalidad y consta en los documentos antecedentes, con todo lo en ella edificado por mí, pertenece por derecho de heredad a mi hija Da. Manuela Mónica del Corazón de Jesús, nacida el cuatro de mayo de mil ochocientos diez y nueve en esta capital, y bautizada el siete, siendo sus padrinos Dña. Manuela Liendo y Dn. Celestino Liendo, hermanos y vecinos de la misma, para que conste los firmo hoy 22 de enero de 1820 en la Valerosa Tucumán, rogando a las juntas militares como a las civiles le dispensen toda justa protección. Belgrano”.
Este documento que es tenido por válido judicialmente, en la Información canónica de filiación de Manuelita, dicho instrumento se encuentra en original en la sucesión de Manuela Mónica Belgrano. Debe observarse que en el texto de la nota escrita por el General Belgrano en enero de 1820, da el nombre de su hija omitiendo el apellido, es decir habla de Manuela Mónica del Corazón de Jesús, a la que declara su “hija” sin mencionar quien es la madre, pero sí indicando la fecha de nacimiento (04/05/1819), la de bautismo (07/05/1819) y quienes fueron sus padrinos (Dña. Manuela Liendo y Dn. Celestino Liendo), en la administración de dicho sacramento. Esto porque a esa fecha él no había realizado trámite alguno para concretar el reconocimiento de la paternidad, y porque la niñita figuraba inscripta con el apellido del marido legal de la madre, es decir Rivas, según ya lo consignamos. Al abstenerse Belgrano de decir el apellido, demuestra su falta de consentimiento con lo que ha sucedido con Dolores, es decir, su casamiento y la inscripción de la niña con el apellido de un padre distinto. Rescata a los padrinos religiosos, como testigos de sus dichos, es decir como conocedores de que él es el verdadero padre, dando con esta forma de actuar, la posibilidad de una posterior acción de filiación que no pudiese ser atacada de infundada, porque se considerase que Belgrano había aceptado y consentido la paternidad del Sr. Rivas. En cartas que dirigió a Celestino Liendo, tío de Dolores Helguero por vía materna, le pide noticias de su “palomita” o también de su “ahijadita”.
Reconocimiento expreso también hace al instruir a su hermano el cura Domingo Estanislao, albacea de su herencia, acerca de que debía velar por la educación de Manuelita y que una vez pagadas sus deudas los fondos disponibles sean aplicados a la atención de su hija, cosa que se cumplió puntualmente.
Lo cierto es que Manuelita a la edad de cinco años fue llevada a Buenos Aires, donde Juanita Belgrano de Chas, hermana del general, y los demás hermanos de este, dieron cariño y atención a la niña, la que ya nunca volvió a su Tucumán natal incorporándose a la sociedad porteña como la hija del general y siempre a lo largo de su vida usó el apellido Belgrano.
Manuela Mónica nunca inició en vida la acción de filiación, pero estuvo en posesión de tal estado de familia, con consentimiento pacífico y promoción activa de los familiares directos de Belgrano, que no solo cuidaron, criaron y educaron a la niña con consentimiento de la madre, sino que además Manuela Mónica no usó nunca su apellido de inscripción Rivas, sino que uso el Belgrano. Legal y oficialmente, al apellido Belgrano, lo adquirió después de muerta, cuando en el año 1872 su viudo Manuel Vega Belgrano, sustanció una información testimonial canónica mediante la cual se determinó su filiación. Y tal trámite se realizó, precisamente porque debía incluirse en la sucesión de Manuela, lo que a esa fecha quedaba del inmueble de San Miguel de Tucumán. Obviamente, esta información sumaria, se tramitó en Tucumán, por ante el Vicario Foráneo, actuando en representación de los herederos de Manuela Mónica, Don Prudencio Santillán.
MANUEL VEGA BELGRANO, ESPOSO DE MANUELA MONICA
Rivadavia afirmaba que Manuelita tenía un gran parecido con su padre y afirman que, cuando iba de visita a la casa de los Belgrano hacía que Manuelita se parase al lado del cuadro que Carboniere había pintado de cuerpo entero a Belgrano cuando estuvieron en Londres en 1815. Coincide en este sentido, Ignacio Alvarez Thomas casado con una sobrina del General.
BERNARDINO RIVADAVIA
Manuela Mónica Belgrano en su juventud fue visitada por Juan Bautista Alberdi, su comprovinciano, hijo de Salvador Alberdi amigo del creador de la bandera.
JUAN BAUTISTA ALBERDI
La hija de Belgrano se casó en 1850 con Manuel Vega Belgrano, amigo de su medio hermano Pedro Rosas y Belgrano, hijo este último del General con María Josefa Ezcurra. Tuvieron tres hijos, Flora Gregoria del Corazón de Jesús, Manuel Felix y Carlos Miguel, todos Vega Belgrano.
PEDRO PABLO ROSAS Y BELGRANO, MEDIO HERMANO DE MANUELA MONICA. HIJO DE MANUEL BELGRANO CON MARIA JOSEFA EZCURRA
Manuela Mónica, falleció el 5 de febrero de 1866 a la edad de cuarenta y seis años, en Buenos Aires.
Sea el presente un homenaje y recordatorio para la digna dama hija del General Manuel Belgrano, en el Bicentenario de su Natalicio.
Por LUIS HORACIO YANICELLI para La Gaceta.com
* El Dr. Luis Horacio Yanicelli, es Miembro de Número del Instituto Nacional Belgraniano y Presidente del Instituto Belgraniano de Tucumán.

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