Acá pueden ver como eran los baños en la época romana, solo pocas personas podían tener su baño privado, la gran mayoría iba a baños públicos como éstos.
Adriano SilvestrienCIVITAS - Storia e civiltà di Roma antica
EN EL MOMENTO DE LA NECESITA
Solo unos pocos privilegiados tenían aseos en casa, mientras que la abrumadora mayoría de los ciudadanos romanos llenaban las letrinas públicas, que en la ciudad eran más de 150. Se trataba de locales donde vivía un sentido del pudor muy lejos del moderno y las necesidades se cumplieron delante de todos, codo con otras personas, sin cortinas ni pared que garanticen una mínima intimidad.
Dos o tres lados del medio ambiente estaban equipados con una serie de asientos perforados, colocados sobre un canal donde fluía el agua (en la foto). Los excrementos caían dentro del flujo y fueron llevados de la corriente hasta dispersarse en la cloaca más cercana, una de las muchas excavaciones en Roma.
La Urbe, afortunadamente, no sólo podía beneficiarse de muchos pozos negros, sino también de un excelente sistema de alcantarillado, que se basaba en la famosa Cloaca Maxima, construida ya en el siglo VI a.C. y luego continuamente implementada.
En el centro de la letrina fluía otra canalina, equipada con agua limpia, donde se metía una esponja montada en un palo, usada para limpiarse las tergas. Terminada la ablución, la toalla se tiraba en un recipiente especial, donde sería recuperada por los sirvientes, lavada bien y preparada para ser utilizada por el siguiente cliente.
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