Belgrano en las Manzanas de las Luces. Te cuento. -18 - 07 - 2020.-

2020, AÑO BELGRANIANO NACIONAL.

El retorno a la Manzana de las Luces. 

Diario La Prensa. -17-07-2020-  Roberto Elissalde.

Vamos a recordar dos momentos en la vida de Belgrano, su primer presencia en la Manzana de las Luces y las veces que retornó a ese histórico solar.-

Manuel cursó sus primeras letras sin duda en el convento de Santo Domingo, distante a pocos metros de la vivienda de la familia y a la que ésta se sentía ligado por una particular devoción. 

Luego los continuó en el Real Colegio de San Carlos, inaugurado por el gobernador Vértiz en febrero de 1772, y del que fue designado al frente Juan Baltazar Maciel que supo dotarlo de un reglamento y un magnifico plan de estudios en el que se formaron la mayoría de los que iban a protagonizar los destinos de estas tierras a partir de 1810; y al que muchos de ellos volvieron a enseñar por esos tiempos.-
Retornó Belgrano a esa Manzana físicamente en 1806 cuando el Batallón de Patricios Voluntarios Urbanos tuvo ese solar como cuartel. El hoy conocido Regimiento de Patricios lo tenía al prócer como segundo jefe que en aquellos tiempos se denominaba Sargento Mayor por voluntad de los propios componentes, como lo había previsto Liniers en su proclama de setiembre de 1806 cuando convocó a tomar las armas en defensa de la Patria, como "uno de los deberes más sagrados que tiene el hombre".
Instalada la Biblioteca Pública en diciembre de 1810 el gobierno solicitó por medio de la Gaceta la donación de ejemplares, para reconfirmar la causa de dicho establecimiento como un hito en la política cultural de la Revolución de Mayo.Nuestro personaje, según consta en la Gaceta de Buenos Aires del 17 de enero de 1811, informa las personas que donaron generosamente libros a esa institución instalada en la Manzana de las Luces. Figuran entre ellos distinguidos personajes como los doctores Julián Segundo de Agüero y Luis José Chorroarín, éste ultimo felizmente definido por el canónigo García de Loydi, como "una Luz en la manzana de las Luces" y sin duda un gran director de la Biblioteca Nacional a quien algunos olvidaron, como a Saturnino Segurola y fray Cayetano Rodríguez quienes fueron los primeros bibliotecarios, eclipsados por el deslumbrante Moreno que algunos historiadores agigantaron en forma desmedida. 

Generosa donación.
El hermano de Belgrano, don Domingo junto con el comerciante catalán Juan Larrea a la sazón miembro de la Junta también ofrecieron sus donaciones bibliográficas. Pero llama la atención este renglón: "El Sr. Vocal D. Manuel Belgrano ofreció toda su librería para que se extrajgesen todos los libros que se considerasen útiles, y se sacó de ella una porción considerable". 
Llama la atención que en medio de las ocupaciones en medio de la marcha al Paraguay nuestro general, se diera tiempo para dedicarse a estos menesteres. O mejor dicho llama la atención mucho más que algunos estudiosos no hayan advertido semejante gesto. Belgrano entregó de su librería particular como se llamaba entonces a los volúmenes que estaban en la casa y así también los mencionaba San Martín.
Dicha entrega estuvo formada por 44 obras, que estaban en 70 volúmenes con una esquela en la que daba cuenta de su promesa en "aumentar el donativo para después". Cosa que cumplió a su regreso del Paraguay ya que en 1811 hizo dos nuevas entregas, completandoia de Dibujo que creó el fraile Francisco de Paula Castañeda en el convento de la Recoleta, que no sólo por poco espacio sino porque muchos candidatos a cursar en ella vivían en el centro de la ciudad obtuvo un espacioso ámbito en el edificio del antiguo Real Consulado del que Belgrano había ocupado la secretaría hasta 1810. En ese solar se encuentra actualmente edificada la casa central del Banco de la Provincia de Buenos Aires en la calle San Martín 137.
El Retrato del General.
En dicha Academia se formaron algunos y uno de ellos cuyo nombre ignoramos le regaló a fray Francisco el retrato del general que había sido propulsor del dibujo en nuestras tierras. A mediados de 1821 y después de celebrados por Castañeda los funerales decidió entregarlo como lo prueba esta esquela: "Tengo en mi poder un retrato iluminado del General Belgrano, dibujado por un joven de mi antigua Academia de Dibujo, cuando ella estaba en el Consulado, y, desde ahora, lo cedo, para que este General fundador de escuelas, presida el nuevo establecimiento, sito en el Colegio de Ciencias Morales". 
Este retrato no ha sido mencionado por Alejo González Garaño en su estudio de la iconografía belgraniana ni por José Luis Lanuza que años más tarde agregó interesantes apuntes a esta nota, tampoco por otros estudiosos del retrato en Buenos Aires como el profesor Ribera. 
Como la pandemia no me ha permitido consultar todas las obras, la generosa colaboración de una amiga, la licenciada Malena Babino, que además de ser una reconocida experta en el tema y ha trabajado recientemente en un artículo sobre Manuel Belgrano promotor del arte en la Argentina, me confirmó lo dicho y confirmar este hallazgo de un retrato del prócer desconocido.
Así nos encontramos con este dato en cuatro líneas publicadas por el recordado R.P. Guillermo Furlong S.J., en esa imagen Belgrano volvió por segunda vez al viejo solar de la Manzana de las Luces, donde cursara sus primeros estudios, donde comandara a los Patricios, donde se encontraban los libros que había donado a la Biblioteca Pública, pero ya era un retrato que se había convertido en un Padre de la Patria.
Lamentablemente el retrato no se conserva, o se ha perdido noticia de él, pero en ese solar que fue el Real Colegio de San Carlos, hoy Nacional de Buenos Aires, su memoria sigue presente ya que lleva el gran salón de actos el nombre de su alumnos más brillante en los comienzos de la Patria.







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