Giambatista Vico.Corsi e ricorsi. Te cuento.- 20-07-2020.-

Giambatista Vico. Corsi e ricorsi.
 Ir y venir. Progresos, avances y retrocesos. Cenit y Nadir. Resurgimiento y caída. Etapas de lucidez y oscuridad

Resumen:
 Este ensayo explica la idea de progreso en La Ciencia Nueva de Giambattista Vico. El progreso para Vico consiste en etapas que tienen patrones y la historia ideal eterna como punto de referencia. No es un progreso lineal e irreversible, sino un progreso general y cíclico con cabida para recaídas.

Introducción.
 Hay diversas valoraciones con respecto al mayor aporte de Giambattista Vico en su obra La ciencia nueva. Poviña (1948) considera que Vico es el precursor de la sociología por haber formulado, antes que Montesquieu, leyes de regularidad y causalidad en los fenómenos históricos. Berlin (1978) advierte que Vico dio origen a la tradición de la historia cultural, pues fue el primero en señalar la tendencia humana a crear símbolos e instituciones civiles. Morrison (1978) detecta en La ciencia nueva una teoría original del derecho natural de las gentes. Pollard (1971) considera que Vico elaboró una de las primeras teorías "etapistas" de la historia, sin suponer un movimiento ascendente, sino un retorno cíclico de cenit y nadir. Pero el formular leyes, tendencias, patrones y etapas en los fenómenos históricos y los símbolos colectivos no necesariamente implica progreso. Croce (1942) sostiene que a Vico le faltó el concepto de progreso en su "eterna rotación espiritual del sentimiento al intelecto" (p. 86) y González García (1999-2000) considera que para Vico el progreso no es una necesidad histórica pues la barbarie "siempre acecha" (p. 129). No obstante, el progreso no necesariamente es ajeno a los esquemas cíclicos, ni tiene por qué ser corolario del optimismo científico iluminista. En este ensayo se mostrará que la noción de progreso sí está presente, aunque de manera no muy obvia ni muy explícita, en La ciencia nueva. Se ha seguido una de las formas comúnmente aceptadas de citar La ciencia nueva, i.e., la abreviatura CN seguida del número de parágrafo correspondiente, por ejemplo, CN/123. La edición utilizada corresponde a la segunda redacción de 1744.
Vico divide la historia en tres grandes etapas, orientadas por la divina providencia:
 (a) la edad de los dioses,
 (b) la edad de los héroes y
 (c) la edad de los hombres.
Lejos de ser ficciones heurísticas, todas las sociedades en su desenvolvimiento histórico realmente recorren estas etapas.
La historia humana tuvo avances, caidas y resurgimientos,Conclusiones La historia viquiana es la historia tanto del logro humano como de propósito divino, pero no del logro de individuos destacados ni de un propósitos concebido como un plan divino a la manera agustiniana de salvación o condenación eternas. Es la historia de las colectividades y del desenvolvimiento del propósito divino que en su mayor parte no es "obedecido" conscientemente (y ni siquiera percibido) por los hombres, los cuales tienden a actuar como si éste no existiera. Vico no tiene en mente una meta finita y clara del progreso. En ningún momento plantea paraísos terrenales ni utopías con los cuales medir los logros efectivos de la humanidad. No hay ninguna escala de valores fuera de la historia con la cual evaluar su rumbo. El único punto de referencia que Vico ofrece se encuentra dentro de la historia misma, a saber, la divina providencia que obra inmanentemente y funciona como agente intermediaria que concilia los propósitos individuales con los fines globales de alcanzar la lucidez y madurez civiles. Las historias concretas son el reflejo de la historia ideal eterna y en tanto que la humanidad obra según los designios de la providencia.

LA IDEA DEL PROGRESO EN GIAMBATTISTA VICO
El progreso viquiano está presente, pero no de manera muy visible, en La Ciencia Nueva. Los postulados de Pollard (1971) y Carr (1976) mencionados al inicio de este ensayo están plenamente incluidos en la concepción viquiana de la historia. En primer lugar, la historia exhibe cambios que exhiben ciertos patrones de regularidad que indican su rumbo, lo cual se traduce en los ciclos y edades viquianas. En segundo lugar, los cambios históricos tienen como punto de referencia un modelo: la historia ideal eterna, mediada por la providencia divina. No es un progreso lineal, ascendente, inevitable e irreversible, sino un progreso de superación global y cíclica. Cuanto mayor sea el esfuerzo de preservar las instituciones de la religión, los matrimonios y las sepulturas, tanto menor será el peligro de caer de nuevo en la barbarie.

Vico no tiene en mente una meta finita y clara del progreso. En ningún momento plantea paraísos terrenales ni utopías con los cuales medir los logros efectivos de la humanidad. No hay ninguna escala de valores fuera de la historia con la cual evaluar su rumbo. El único punto de referencia que Vico ofrece se encuentra dentro de la historia misma, a saber, la divina providencia que obra inmanentemente y funciona como agente intermediaria que concilia los propósitos individuales con los fines globales de alcanzar la lucidez y madurez civiles.
Las historias concretas son el reflejo de la historia ideal eterna y en tanto que la humanidad obra según los designios de la providencia. El progreso viquiano está presente, pero no de manera muy visible, en La Ciencia Nueva. Los postulados de Pollard (1971) y Carr (1976) mencionados al inicio de este ensayo están plenamente incluidos en la concepción viquiana de la historia.

En primer lugar, la historia exhibe cambios que exhiben ciertos patrones de regularidad que indican su rumbo, lo cual se traduce en los ciclos y edades viquianas.
En segundo lugar, los cambios históricos tienen como punto de referencia un modelo: la historia ideal eterna, mediada por la providencia divina. No es un progreso lineal, ascendente, inevitable e irreversible, sino un progreso de superación global y cíclica. Cuanto mayor sea el esfuerzo de preservar las instituciones de la religión, los matrimonios y las sepulturas, tanto menor será el peligro de caer de nuevo en la barbarie.
Pero ni siquiera la recaída en la barbarie constituye un grave retroceso dentro del esquema cíclico porque es un nuevo punto de partida. Lejos de ser una marcha atrás inexorable, es una nueva oportunidad para desarrollar la institucionalidad y para realizar la "naturaleza inteligente" de manera intencional e históricamente lúcida. El progreso para Vico es la comprensión lúcida del mundo civil e institucional, mundo humanamente hecho. A mayor desarrollo institucional, mayor desarrollo de las capacidades cognoscitivas humanas. A mayor lucidez histórica, mayores posibilidades de alcanzar la lucidez y madurez civiles de manera consciente y deliberada.
El progreso se traduce, pues, en una mayor toma de conciencia. La presencia de la divina providencia asegura una manifestación cada vez mayor de dicha conciencia a través de las distintas edades. Vico salva la idea de progreso con su noción de providencia, porque gracias a ésta, el ser histórico es lo mismo que el deber ser histórico.
Bibliografía:
Berlin, 1. (1978) Corsi e Ricorsi. Journal of Modern History 50(3):480-489.
Rev. Filosofía Univ..- Costa Rica, XLVIII (123-124), 37-43 Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252 

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