Educación. ¿Persona, Sociedad nueva?.-Te cuento las cuarenta. -12- 05 -2020.-

*EL HOMBRE NUEVO*. ¿Persona nueva?. Opinión.
_"Es fácil ver cómo, donde hay sacrificios, alguien los está recogiendo. Donde hay servicio, alguien está siendo servido. El hombre que te habla de sacrificios está hablando de esclavos y amos, e intenta ser el amo..."_ *Ayn Rand*
Estamos ante un logro del Socialismo del Siglo XXI..." El Hombre Nuevo" ... Un Frankeistein contemporáneo moldeado con el barro del resentimiento que se obtiene de las arcillas del abandono y las aguas del Guaire...
El régimen cubano, desde hace seis décadas, se propuso la creación de un "hombre nuevo" valiéndose de viejas herramientas y obsoletas filosofías que nunca dieron resultado, a no ser el atraso y el aislamiento de los que las usaron, motivo por el que hoy la humanidad las recoge en su historia como desecho que no se puede reciclar..
El hombre nuevo, además de un concepto utópico, es algo contradictorio con el marxismo, que es materialista-dialéctico. Materialista quiere decir que se aparta de la espiritualidad, y dialéctico, que concibe la Historia como una sucesión de confrontaciones.
Desde esa base: ¿Cómo podía el Che sostener el surgimiento de un "hombre nuevo"? Era una idea condenada a fracasar desde su nacimiento, más allá de la terrible consecuencia que Guevara tuvo con sus ideales. Fracasó la creación de su teórico hombre nuevo porque simplemente no se pueden crear los hombres, a lo sumo se les puede someter como él hizo en Cuba.... y desde hace mucho tiempo intentan tan perversa tarea, en nuestro país.
La "construcción" del hombre nuevo, tan sólo ha sido una pretensión totalitaria (tanto del comunismo como del nazismo). El hombre para desarrollarse necesita libertad, instituciones sólidas, alternancia en el poder, pero sobre todo, una educación de calidad fundamentada en principios y valores.
En estos momentos solo podríamos hablar del hombre nuevo, como ese que se hace a sí mismo, sin que se le imponga un molde, ni se le pretenda "crear"; ese que realmente sea parte de la toma de decisiones y soluciones, ese que cuestiona, que exige, que denuncia sin temor, y que aporta su capital social para construir la democracia que aún pretendemos.
Ese que tomó las virtudes enunciadas por Platón: sabiduría, templanza, coraje y justicia, con su capacidad creativa, innovadora y generadora, con pasión y energía; con esa subyacente necesidad de romper paradigmas y de abrir nuevos caminos.
En resumen, el hombre nuevo es ese que aprende de sus experiencias, se arrepiente de sus errores y marcha hacia el futuro a paso firme y sin mirar atrás: no aventureros "iluminados" que, cansados de su buena vida, resolvieron "jugar" con la vida, la libertad, los bienes y el porvenir de los demás.
*Manuel Barreto Hernaiz*

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