Carlos Alberto Robledo, envió esta breve historia de agradecimiento.
14 - 05 - 2020.-
Está mañana estaba rezando (a eso de las 7:50 hs) cuando escuché el inconfundible sonido de la Dodge de la foto, conducida como siempre por un verdulero de la zona.
Venía a pedirme que se la bendijera otra vez, pero no solo a eso: me donó una bolsa de papas "para la gente pobre", unos kilos de cebolla, mandarinas campeonas y unas manzanas.
Vive al día. Tuvo una vida tormentosa y está saliendo de una suerte de depresión. Cometió errores que reconoce y asume. Agradece a Jesús que lo sacó todo lo malo... y agradece dando desde su pobreza.
Cuando este hombre bajaba la bolsa de papas, aproveché a fotografiar su vehículo...
Pensaba en la alegría de dar, y en aquello qué enseña la Escritura: la caridad borra la multitud de los pecados.
Pensaba también con dolor en dirigentes de nuestro país que son "solidarios" con los bienes de todos y ante las cámaras, y qué fácil nos confunden los medios de propaganda, mostrándonos como virtud lo que muchas veces es solo pragmatismo y demagogia.
Pensaba cuánto tengo que cambiar yo y convertirme, y aprender a ser más generoso.
Y en lo distinto que sería el mundo si procurásemos cada día más hacer de nuestra vida un don.
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